Capítulo 16

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6 de octubre, Madrid, Colegio La Cabaña, 12:36 a.m.

Miriam

Suspiré, mis ganas de afrontar una reunión en aquel momento eran nulas. Mi cabeza seguía en otro lado. Entré en la sala bajo la atenta mirada de Ana, Nerea, Alba y Mónica. En sus rostros podía leerse una amabilidad que me tensionó nada más cerrarse la puerta. Qué poco me gustaba aquel ambiente, aquella aparente simpatía...

Me senté en una silla situada en el centro de la mesa y ellas se fueron sentando cerca de mí. Flanqueándome como tratando de evitar una posible huida.

- Primero de todo, ¿Qué tal estás llevando este primer mes aquí?-preguntó Ana con una sonrisa en sus labios.

¿Me olía las intenciones de esa pregunta desde lejos? Pues efectivamente. No era para nada gratuita aquella cuestión después de interrumpir una charla entre Mónica, Nerea y ella misma. 

- Todo muy bien.-dije ensamblando una sonrisa algo forzada.- ¿Empezamos con la nueva alumna? Tengo bastante faena y me gustaría comer.-añadí con un tono algo distendido para que no sonara tan tajante, pese a todo, era el equipo directivo y no podía comportarme como una adolescente enrabietada.

- Sí, sí, tranquila, todas tenemos mucha faena, iremos rápidas.-dijo Ana sin abandonar aquella supuesta amabilidad.

Aquella perseverancia de Ana por mantenerse en un estado de buen rollismo me suscitaba curiosidad incluso, ¿Cuánto tiempo podría mantenerse en ese estado? Para mi sorpresa, mucho más de lo esperado. Se mantuvo en ese estado toda la reunión, o todo lo que duró la conversa sobre Luna, la alumna que se incorporaría al centro en los próximos días. Establecimos el plan de acogida y acompañamiento, pusimos sobre la mesa los agentes que necesitaríamos movilizar. Pero faltaba algo, algo que sabía que no podía callar, que aunque no me gustara por lo que implicaba, debíamos poner en marcha para que todo lo que anteriormente habíamos planificado fuera eficaz.

- Bueno y creo que articular una comisión de acogida sería una buena opción para realizar seguimiento.-comenté apoyándome en el respaldo de la silla con seriedad.

- Por mí perfecto.-dijo Mónica rápidamente con una amplia sonrisa.

- Eso ya como vosotras veáis.-comentó Ana encogiendo los hombros.- Es cosa vuestra.-añadió organizando sus papeles.

Fruncí el ceño al escucharle. Aquella respuesta no me gustó para nada. "Es cosa vuestra", esa eterna frase que siempre acompañaba a las profesoras de atención a la diversidad, pero que luego, de hacer un trabajo relevante en las dinámicas de inclusión, la medallita siempre se la colgaban los mismos, el equipo directivo. Entonces ya dejaba de ser "cosa vuestra" y pasaba a ser "cosa de centro". 

- Y del equipo directivo, ¿no?-pregunté con cierto resquemor.- Luna es alumna del centro y por tanto, es cosa de todas y todos.-añadí alzando las cejas.

- Sí, claro, pero ya me entiendes, ahora ya es faena tuya, de diversidad.-añadió con una sonrisa mientras gesticulaba como si aquello que dijera fuera obvio.

- Em no.-respondí con estupor.- Es faena de todas y todos, la inclusión va de eso, y nos situamos ahí, ¿no?-pregunté molesta.

- Sí, claro, pero bueno, era una forma de expresarme, mujer, tranquila.-dijo Ana con una risa relajada, minimizando la situación.

Apreté los labios tratando de contenerme. Aunque quería salir de ahí a toda prisa. Necesitaba salir de ahí a toda prisa. Estaba demasiado incómoda.

- Por mí adelante con la comisión.-dijo Mónica cortando la conversación, tratando de rebajar la tensión que se había generado.

- Perfecto, hablaré con el resto de profesores del ciclo para montar la comisión y organizarla.-dije con cierta desgana, tratando de concluir la reunión.

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