21 | Luz en la Oscuridad

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Canción en multimedia: Lonley Heart [5SOS]


Capítulo 21

Luz en la Oscuridad

Lucas

13 de Diciembre de 2019

¿Alguna vez han llegado a sentir que su vida por fin, después de tanto tiempo, comienza a emparejarse, a ordenarse, y que ya nada ni nadie lograría cambiar eso? Bueno, así es como yo me sentía hasta el día de ayer, prácticamente invencible. Ahora que lo analizo, es un sentimiento bastante estúpido; en cualquier momento puedes terminar atropellado por un bus escolar, o puedes caer de un acantilado, o, peor aún, te pueden romper el corazón, y lamentablemente en ninguno de esos escnearios importará si te sientes invencible o no; terminarás acabado de todas formas. Hasta el más mínimo tropiezo puede hacer que caigas de las nubes y de paso te lleves un buen golpe en la cabeza.

Nunca anticipé la llegada de Lindsay a mi vida, ni mucho menos el hecho de que ayer iba a romperme por dentro de la manera en la que lo hizo. No vi venir un golpe tan bajo, al menos no por parte de ella. Al salir por la puerta principal, sentí como si ella se llevara consigo todas las cosas que me han traído felicidad durante estos últimos meses, dejándome en el mismo oscuro lugar del que tanto trabajo me costó salir después de todo lo que sucedió con Rachel el año pasado.

Independiente de eso, no siento como si debiera disculparme; no la besé en contra de su voluntad ni nada por el estilo, nunca haría algo así; no hice nada que yo sintiera estuviera mal, fue tan solo un beso que de un segundo a otro tomó un mal rumbo y terminó mal, pero aún así sigue siendo sólo un beso, nada más que eso. No fui yo quién comenzó a decir palabra hirientes, ni quién le dio ilusiones a ella de algo que al parecer nunca va a suceder. Joder, como duele simplemente pensar en lo que sucedió ayer por la noche; lo peor de todo es que estpsucedió hace apenas una horas, pero siento como si hubiera pasado una eternidad desde entonces.

El amor no es nada más que un sentimiento; no es un objeto físico que pueda sentir con mis manos, no tiene un gusto dulce que pueda oler o sentir en mi boca, no lo puedo oír ni tampoco posee color para que mis ojos lo puedan ver; entonces, ¿por qué mierda hace tanto daño, por qué provoca tanto dolor, y cómo hago que se detenga de una vez por todas?

—Lucas, ¿cariño? —escucho una dulce voz hablar suavemente. Es mi madre, la cual asoma su cabeza en la entrada de mi habitación— Sé que quieres estar solo por un tiempo, y lo entiendo, pero hay alguien que te vino a ver y pienso que tal vez te podría venir bien.

Me remuevo levemente dentro de mi cama sin mucha energía, pero no pronuncio palabra alguna. Mi habitación está oscura ya que no he corrido las persianas, y admito que apesta un poco aquí adentro debido a que tampoco he abierto las ventanas. No he hablado con mi mamá o mi papá, pero creo que ya sospechan un poco lo que sucedió ya que me han dejado estar y tampoco han hecho más que un par de preguntas, las cuales no he logrado responder aún.

—Lucas... —oigo como suspira con un deje de frustración. Imagino que le duele un poco verme de esta forma y no saber bien qué es lo que me pasa.

—Si es Lindsay —hablo bajo y lento, pronunciando el nombre de la pelinegra con un nudo en mi garganta—, ¿le puedes pedir amablemente que se vaya? No tengo ánimos como para hablar con ella ahora—trato de sonar firme, pero mi voz me traiciona al temblar.

—No es Lindsay, Lucas, es...

—Soy yo — antes de que mi mamá logre terminar de hablar, otra voz se hace presente dentro de mi habitación. Reconozco enseguida al dueño de esta.

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