Canción en multimedia: My Blood [Twenty One Pilots]
Capítulo 4
R. B y M. C
Lindsay
23 de Octubre de 2019
Ya es miércoles por la mañana, y me encuentro parada a la que se supone que sería mi taquilla; el único problema, es que esta simplemente no abre. Ni idea el por qué, pero no lo hace y no quiere hacerlo. Ya he colocado la combinación que me entregó Lucas en un papelito ayer por la tarde por lo menos cinco veces. Vuelvo a leer los cuatro números escritos de forma rápida.
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Sí, estoy segura de haber puesto esos cuatro números en ese mismo orden, todas y cada una de las veces que intenté abrir mi taquilla para poder guardar mis libros, pero aún así vuelvo a intentar con la poca esperanza que me queda puesta sobre esa estúpida combinación de cuatro números.
Uno... cuatro... cero... cuatro...
Y así es como, una vez más, la taquilla no abre.
Pateo la puerta de la taquilla con algo de rabia, pero en seguida me arrepiento. He utilizado más fuerza de la que suponía o necesitaba, y ahora estoy pagando las consecuencias con un fuerte dolor en los dedos de los pies.
¿Cómo es posible que una taquilla de metal y su candado estén logrando poder conmigo? Esto no puede estar pasando, yo soy una Guardiana y siempre he podido lidiar con todo tipo de asuntos y resolver todo tipo de problemas, una taquilla no va a ser la excepción, no puede ser la excepción.
Y como no puede serlo, decido aplicar el viejo truco de magia. Un pequeño toque mágico, y la simple taquilla se abrirá ante mí, y yo, luego de diez minutos de intentar, podré al fin guardar mis libros.
Cuando la puerta de la taquilla se abre, yo meto mi cabeza ahí dentro en ese mismo instante, pero choco con algo suave y acolchado...
Ropa, aquí dentro hay ropa. Más específicamente, hay un uniforme de animadora, una sudadera, unos jeans, y muchas cosas más. Está lleno de paquetes de comida a medio comer, hay lápices, destacadores, tijeras y cosas por el estilo esparcidas por toda la taquilla; sin mencionar la cantidad de papeles sueltos que están por todas partes y la montonada de textos escolares y cuadernos apilados descuidadamente al fondo de un rincón. Esto es la clara definición de una taquilla desordenada a más no poder.
Pero eso no es lo único: esta taquilla ya tiene dueño.
— ¿Disculpa? —me llama una voz femenina a mi lado derecho, haciendo que saque mi cabeza de dentro de la desordenada taquilla— ¿Se puede saber cómo diablos abriste mi taquilla y por qué mierda andas merodeando dentro de ella?
Son dos chicas, supongo que de dieciséis años. Una es más alta que la otra. La más baja está de brazos cruzados con todo su peso apoyado sobre una pierna y me mira con una ceja arqueada. Tiene el cabello corto a la altura de los hombros y es de color castaño oscuro, y lo lleva amarrado en unas trenzas de boxeadora desordenadas y desalineadas. Sus ojos verdes están fijos en mí, y me miran con una mezcla de confusión y sorpresa.
La segunda chica (la más alta), está parada justo atrás de la chica de ojos verdes. Esta tiene una expresión facial como si no le pudiera importar menos lo que está pasando al frente de ella ahora mismo. Su largo cabello castaño claro, casi rubio, está suelto y cae de forma libre en forma de ondas. El color de sus ojos es café oscuro, pero su mirada está centrada en sus uñas.
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Obra del Destino
Teen FictionDicen, que la vida se te escapa de entre las manos mientras planeas las cosas, que la vida nunca frena, sigue, y que por nada del mundo te espera. Lindsay es una Guardiana. Un Guardian es un humano, que al morir tomó la decisión de quedarse en el m...