La tarde comenzaba, ____ podía verlo por la luz naranjesca qué traspasaba la ventana y se recibía en el suelo de madera junto a ella, lo que significaba que Pieck no tardaría en volver de sus deberes como guerrera de Marley.
Y por supuesto qué odiaba la idea de seguir en el suelo cuando ella lo hiciera, por lo que tomando las fuerzas de sus brazos y su única pierna empezó a levantarse lentamente ayudándose de una silla del comedor.
— Maldición — jadeó cuando consiguió sentarse, a ella tampoco le gustaba maldecir pero últimamente se le había vuelto un hábito ante sus miseras situaciones.
Volvió su vista a la muleta que seguía en el suelo, dejó salir un suspiro pesado y se levantó mientras volvía a apoyarse de los muebles cercanos. Luego se agachó y logró tomarla sin perder el equilibrio, la acomodó bajo su brazo y empezó a andar cuidadosamente.
Tomó asiento nuevamente y tarareó sus delgados dedos sobre la mesa, como si estuviera tratando de distraerse mientras esperaba a que Pieck llegara.
Y es qué exactamente eso hacía, el hecho de no hacer nada sólo le daba bastante tiempo para removerse entre pensamientos negativos qué la acababan en segundos.
Marcó un sonido con ritmo hasta que escuchó la puerta siendo abierta, su novia de cabellos oscuros no tardó en entrar por ella.
— Cariño — saludó Pieck sonriendo cuando la vió sentada allí —, ¿estabas esperándome?
La castaña se avergonzó, si bien sí la estaba esperando, no era eso precisamente el qué la hacía estar allí sentada. — S-Sí, algo así — soltó, repréndiendose inmediatamente por sonar insegura.
— ¿Algo así? ¿Pasa algo? — preguntó mientras se acercaba al comedor junto a ella.
— No, sólo estaba ansiosa por verte — respondió mientras dirigía su mirada a su mano sobre la mesa, tratando de evitar el contacto visual.
Pieck sabía a la perfección que ____ principalmente hacía esto cuando ocultaba algo y ella no evitó preocuparse al respecto.
— ¿Qué tal si preparamos la cena? — se apresuró a decir la castaña cuando notó la expresión preocupada de su novia — ¿Juntas?
La de cabellos oscuros sonrió ante la idea, y quizá después de ello podría indagar más. — Claro, me encantaría.
____ suspiró para sus adentros, sabía que debía levantarse e ir a la cocina con ella pero realmente no quería hacerlo.
— Ya voy — dijo tratando de esbozarle una sonrisa a su amada qué empezaba a adelantarse a la habitación consiguiente, esperando su compañía en el marco de la puerta.
— ¿Te ayudo, cariño?
Un leve tono rojizo cubrió su rostro. — ¡N-No! — respondió rápidamente —, puedo hacerlo sola.
Tomó su muleta, acomodándola en ella una vez que logró levantarse bajo la mirada atenta de su novia; comenzó a moverse a la cocina cuidando sus pasos, evitándose una caída.
— ¿Qué te apetece cenar hoy? — preguntó Pieck mientras buscaba en la alacena — Podríamos hacer esa pasta que tanto te gusta.
— Oh, ¿segura qué quieres cenar eso? — contraatacó — Igual podríamos hacer algo qué te guste a ti.
— Eso me gusta a mi también, ____ — respondió la portadora del titán —, así como me gustas tú.
Los pensamientos de ____ se vieron disipados por las palabras de su querida novia, háciendola sonreír suavemente.
— Bien, pondré el agua a hervir, ¿podrías buscar los condimentos en el cajón? — siguió mientras colocaba un recipiente con la pasta de harina ya hecha en una mesa.
La castaña asintió mientras se volteaba para buscar lo pedido por Pieck, abrió el cajón y sacó aquello, entregándoselo a ésta.
— Gracias — respondió a la par qué prendía el fuego y ponía una cacerola sobre el —, el agua estará hasta un rato, debo ir a cambiarme el atuendo.
____ asintió mientras su amada se acercaba a ella.
— Y también darme una ducha, — continuó la cabellos oscuros mientras le tomaba el rostro — aunque si quieres qué lo haga después y tomemos el baño juntas, lo haré — soltó en su oído.
Lo que más anhelaba la joven mujer con muleta era darse un relajante baño junto a su novia, sin embargo, sus inseguridades existían, haciendo acto de presencia en su cabeza.
Secuelas de su incidente tuvieron un impacto en la relación de ambas, sobre el tiempo que pasó desde aquello hasta ahora, la misma castaña había marcado conductas inseguras como el no dejarse ayudar por Pieck cuando ella se ofrecía, no sentarse más en el regazo de ella, evitar a toda costa que ella viese la herida que le quedó en la piel e incluso, el no volver a tener intimidad.
____ se odiaba a sí misma por hacerle eso a su novia, si bien ella siempre le demostró su apoyo y cariño en todo momento ante lo que le sucedió, la castaña no podía evitar sentirse abrumada de inseguridad.
Por lo que era claro que también rechazaría el plan propuesto por su amada. — Ya me he duchado por la mañana — respondió débilmente —, no es necesario.
La portadora del titán carguero suspiró mientras la miraba. — ¿Estás segura? — le tomó con una mano en la cintura suavemente, dándole una cálida sonrisa —, realmente me gustaría que me hicieras compañía.
Pieck no trataba de presionarla agresivamente ni nada por el estilo pero sí intentaba convencerla de manera suave y sutil, ya que también sabía que había pasado un tiempo. Y no era algo qué le molestara en lo absoluto, pero ella justo ahora todo lo que quería (y necesitaba) era a su castaña novia.
Deseaba mostrarle amor y cariño a su herido cuerpo, lo más probable es que ella asumiera aún más el control de la relación, siendo que siempre fue así aunque solía cederse con calma ante las caricias de su amada; Pieck quería sentirla, quería volver a sentir esa maravillosa sensación de sus cuerpos unirse ante la suave fricción, sus manos proporcionarle lo mejor de ella o siquiera que se le móntase encima y apreciar la delicada vista que le brindara.
Pero su novia castaña volvió a negarse. — Oh, podría ser otro día — contestó ____ un poco nerviosa —; toma la ducha tranquilamente, yo me encargo aquí — hizo un gesto señalando la cacerola.
— Está bien, cariño — la de cabellos oscuros trató de esconder su expresión de desilusión por sus nulos esfuerzos —, ya vuelvo — besó la mejilla de su novia y le sonrió suavemente mientras salía de la cocina y se dirigía a la habitación.
____ escuchó los pasos alejarse y suspiró pesadamente mientras se recargaba, sin duda había notado aquella expresión en el rostro siendo oculta por Pieck, por lo que sin evitarlo comenzó a hundirse en sus pensamientos.
"¿Porqué tengo qué sentirme así? ¿Y hacerla sentir a ella de esa forma?".
"Probablemente ella sabe que sólo soy una imbécil, ella va a dejarme pronto".
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