¿Cómo son cuando eres su esposa?
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— YELENA.
Desde que ambas finalmente se casaron, la alta rubia no ha podido evitar mostrarte su lado más romántico. Ella usualmente te lleva el desayuno a la cama después de una larga noche que la dejó especialmente contenta, también te lleva consigo para que tomen un baño en la tina juntas algunas veces.
Realmente estás feliz de vivir con ella aunque también suele molestarte un poco, un gran ejemplo de ello, es que después de ir al supermercado, ella coloca los tarrones de hierbas o sazonadores en una alta alacena que prácticamente es imposible que llegues a ella; lo que te hace frustrarte y terminar llámandola desde la cocina pidiendo su ayuda.
Sabes que ella lo hace a próposito porque le gusta sentir que apesar de todo, la sigues requeriendo más cerca de ti.
"¿Otra vez los tarrones allí, Lena?", dijiste mientras fruncías los labios.
— HANGE.
Hange podría sentirse la mujer más afortunada de la tierra, y ella estará allí para recordártelo —prácticamente— todos los días que despierta junto a ti.
Suele agradecerlo silenciosamente, pero cuando la castaña mayor mira tu perfecto rostro en una expresión pacífica al despertar y el aroma de tu suave cabello llega a sus fosas nasales, ella no puede evitar hacerlo en voz alta. Quizá también murmurándote lo preciosa que estás en ese momento y cuánto amor tiene por ti.
Ella toma un largo y profundo respiro de ti cuando entierra su cabeza en tu cuello por las mañanas, anhelando que la esencia se mantenga en ella durante unos minutos antes de finalmente comenzar con su día.