HANGE ZOË ! ハンジ・ゾエ

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— ¡Mikasa, no podemos perder a Erwin! ¡No podemos apagar la chispa de esperanza de dentro de los muros!

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— ¡Mikasa, no podemos perder a Erwin! ¡No podemos apagar la chispa de esperanza de dentro de los muros!

— ¡Pero Armin también puede hacerlo!

— Tienes razón, Armin puede hacer lo mismo pero la habilidad de liderazgo y experiencia—... — Hange fue interrumpida abruptamente por la azabache qué forcejeaba sobre su brazo y ésta reaccionó rápidamente controlando sus movimientos al rodearla con fuerza.

 — Hange fue interrumpida abruptamente por la azabache qué forcejeaba sobre su brazo y ésta reaccionó rápidamente controlando sus movimientos al rodearla con fuerza

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— Te entiendo, Mikasa — soltó la mayor en un suspiro —; yo también quiero que los demás vuelvan con vida, cientos de nosotros.

Mikasa detuvo lentamente sus forcejeos escuchándola atentamente.

Hange continuó. — Una vez qué te unes al cuerpo de exploración, no dejas de despedirte...

Al decir esto su mandíbula comenzaba a tensarse, el nudo en su garganta parecía hacerse presente y su mente luchaba por no divagar mucho en sus pensamientos.

— Pero, entiendes esto, ¿no es así?

Los intentos de la más alta para seguir conteniéndose fueron en vano, déjandose fluir entre sus recuerdos; sintiendo aquel dolor qué nunca se fue, punzarla una vez más.

Su cabeza soltaba efímeros momentos de aquella silueta femenina qué tanto extrañaba. La recordaba continuamente, pero ahora sentía verla, cegada ante el suelto de su mente qué empezaba a hacerse de las suyas.

Ella te veía, sonriéndole, tu cabello siendo agitado suavemente por la brisa del aire arriba de la muralla, en donde la espectacular luz anaranjada del atardecer se reflejaba.

Hange sabía qué no era más qué un recuerdo de ti, de hacía algún par de años, aunque en ese preciso momento incluso podía sentir el olor a pólvora de algunos cañones cercanos y la brisa antes mencionada chocar contra su propio rostro en aquel entonces.

Luchaba por traerse a sí misma a la realidad, dejar de lado aquellos pensamientos qué parecían no querer irse de su cabeza, pero ¿cómo es qué ella lo haría sí aún podía sentir la herida tan fresca y abierta? ¿cuándo aún su pecho dolía por las noches mientras sentía tu ausencia en la habitación? ¿porqué debería hacerlo sí todavía no había podido evitar llorar ante tu solo recuerdo?

GIRLS ! SHINGEKI NO KYOJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora