21. Inmiscuirse

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Nunca se está tan fuera de lugar que cuando uno siente más de lo que es capaz de asumir.

Nunca se inmiscuye más una persona en tus pensamientos que cuando te hace sentir más de lo que nunca has sentido...

Y nunca se acepta fácilmente la idea de que alguien consiga inmiscuirse en cada rincón y escondrijo de tus pensamientos y te haga sentir fuera de lugar incluso en tu propio cuerpo, en tu propias casa.

Y es que a veces se acaba metido en situaciones que en cierto modo uno sabe que no le corresponden, a veces inmiscuirse es una señal o el destino, una elección pasiva que el camino de tus pasos te conducen hacia algo.

Y quizás por ello Serkan se sentía fuera de lugar cuando no podía dejar de inmiscuirse en cada paso de la vida de Eda y Eda no podía alejarse y quizás sentía que se inmiscuía en la vida de los Bolat.

Cuando Eda mira la gran puerta de la finca abrirse junto a su tía suspira profundamente y no sabe que la hace sentirse más fuera de lugar, si la grandeza de ese jardín de revista que las recibe, el hecho de estar a punto de ver a Aydan Bolat, llevar una especie de orquídea que vale más que su teléfono móvil o no tener temor por todo lo anterior, sino porque su tía va a conocer a la madre de Serkan y por algún motivo piensa que eso no va a salir bien.

Por otro lado es consciente de lo reservado que suele ser Serkan y que su tía llegue a su casa, es inmiscuirse, además sabe que su tía no tiene pelos en la lengua y si ve algo de su desagrado lo dirá, aunque confía en que el estado de salud de Aydan rebaje esa característica de su tía.

-Tía, recuerda que venimos a ver a Aydan Hanım porque ha estado mala, sé amable por favor-pide Eda aparcando el coche en el interior de esa finca.

-Ah ah Eda, siempre lo soy-rebate ella desabrochando el cinturón de seguridad.

El teléfono suena un momento y lo mira.

-Es de la universidad-comenta Eda sorprendida.

-Contesta mi belleza, contesta-dice su tía mientras se baja y da la vuelta al coche para coger el caldero y la orquídea del maletero.

-¿Eda Yıldız ?-pregunta la voz de la oficinista al otro lado del teléfono.

-¿Evet?-responde afirmativamente Eda.

-Buenos días, la llamábamos desde el departamento de Relaciones Públicas de la Universidad para invitarla a un reconocimiento por su matrícula de honor-resuelve la mujer.

-Pero si ya fue la graduación-dice confusa Eda.

-Bueno tómelo como un acto para pedirle disculpas por el atraso acontecido con la expedición del certificado de carrera, su queja ha llegado a nuestro superior que desea compensarla personalmente y en nombre de toda la universidad queremos disculparnos, y esperamos que escriba una nota positiva en la web, el trámite está listo y en un mes se hará entrega del certificado, quizás durante la jornada de puertas abiertas en noviembre y nos gustaría que diera una charla como exalumna y donde le podremos entregar en mano en una ceremonia su certificación, que ya está expedida debidamente-dice la mujer.

-¿Queja, Notas, Homenaje?-pregunta confusa Eda-Si sólo he mandado emails.

-Pues a uno de los principales accionista de la universidad le llegó la queja y recibimos una "nota" en la web y una reclamación escrita en el libro de reclamaciones de la secretaría por haber extraviado su expedición de certificación, por la que de nuevo le pedimos disculpas-dice la mujer.

-Pero si yo no puse ninguna queja, ni nota o reclamación-apunta Eda.

-Bueno, la nota la puso su novio o prometido creo-dice la mujer.

Hayir ( Hayir Robot - Hayir Yildiz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora