8. Terquedad

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Dicen que las sensaciones más poderosas son las más cambiantes.
Dicen que el amor y el odio son las más difusas y las más contradictorias que pueden alterar a una persona.
Dicen que una supera a la otra por romanticismo o fe.
Sin embargo aunque una tenga la fama de lograr lo imposible, quizás no recuerda la terquedad, su mayor enemiga.

Al menos el amor y el odio no han podido nunca combatir hasta ahora con la terquedad de Serkan Bolat, un muro contra el que chocar cualquier sensación que pretenda alterarlo.

Es por ello que nada le extraña a Aydan que su marido Alptekin y su hijo estén discutiendo de nuevo, cuando intenta bajar a la primera planta de su casa para lo que en teoría debería ser un desayuno en familia.

-Serkan no seas terco, acepta tú esas acciones, en cierto modo te pertenecen-insiste Alptekin intentando mantener la calma.

-Sabes que no puedo aceptar esas acciones aún-rebate Serkan a la vez que Aydan se para a escuchar desde las escaleras con un nudo en la garganta.

-Serkan si quieres que me jubile al final de este curso universitario,  necesito solucionar esto.

-No me uses de excusa para seguir anteponiendo el trabajo a la familia-suelta Serkan haciéndose daño a él mismo y a su padre.

La distancia abismal ente padre e hijo ha sido latente toda la vida, sin embargo en los últimos años se ha enfatizado y eso no ayuda a mejorar su deteriorada relación, menos cuando hay negocios de por medio.

-Serkan sé que estas ahuyentando a Eda y no has firmado el contrato previo que te di, lo estás aplazando para evitar que Eda conozca la empresa y compre esas acciones.

-Es que nadie debería tocar esas acciones-eleva la voz Serkan pero manteniendose a raya.

-Serkan, te lo voy a decir abiertamente, esas acciones se van a vender con o sin tu consentimiento, preferiría que lo aceptases y ayudases a que Eda acepte...porque ella no intentará arrebatarte la empresa, además es una mujer muy interesante y bella...

-¡Ahora resulta que elegiste a Eda como posible accionista pensando en mí !-se burla Serkan.

-Sí, porque creo que ama y entiende la arquitectura como nosotros, y es una persona buena, trabajadora, honrada y con ganas de aprender que no te traerá problemas como arquitectos consolidados que simplemente intentarían quedar por encima de ti o arrebatarte la presidencia.

-Ninguno de esos arquitectos en los que piensas aceptarían las acciones- dice satisfecho Serkan sabiendo que ha ahuyentado él mismo la posibilidad.

-¿A qué te refieres? - pregunta Alptekin.

-Me he encargado de que nadie en Estambul ni de relevancia en Europa acepte esas acciones-dice Serkan muy seguro de sí mismo.

-Serkan, ¿realmente piensas que Eda era la única opción? - plantea él ahora con voz calmada-Sé que has hecho una campaña para alejar a posibles accionistas, pero recuerda que la arquitectura es competitiva y ser socio de Art Life para algunos vale más que llevarse bien contigo.

-No lo creo, las relaciones comerciales son la base de este negocio y he hablado con todos los arquitectos que pueden permitirse comprar las acciones-rebate Serkan.

-¿Estás seguro? - pregunta Alptekin.

Serkan arruga la cara y se extraña.

-He hablado con todos los importantes-repite Serkan.

-¿Has hablado con Efe Akman? - plantea Alptekin, sabiendo que eso molestará a Serkan.

Efe Akman había sido un gran arquitecto de Estambul que emigró a Italia repentinamente dos años atrás, por dudosas razones según Serkan, que debido a numeros enfrentamientos a lo largo de sus carreras se odiaban, aunque realmente era Serkan quien más le irritaba Efe, pues Efe tenía un alma más libre y si bien no le gustaba quedar por debajo de Serkan, no tenía inconveniente con él como arquitecto, porque sabía reconocer el talento de Serkan, pero Serkan no aceptaba el talento de  Efe.

Hayir ( Hayir Robot - Hayir Yildiz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora