La ciudad de Estambul es como un viernes eterno para los viajeros y visitantes, la alegría de las calles y la luz que derrama es como la sensación del último día de semana, que hay que reconocer que es la mejor parte de la misma, la parte de la semana donde la alegría de comenzar una etapa de descanso se palpa con el mismo entusiasmo que pisas el césped fresco en una mañana de verano, como Eda ha experimentado hasta hace un instante dejando sus pies descalzos sobre el cesped de la floristería reconociendo que ese es uno de sus momentos favoritos.
Eda se mueve rápido en medio de la floristería, colocando amapolas en un arreglo flotar para una boda que se hará mañana y sonríe pensando en cómo se debe de sentir la pareja que en apenas horas estarán casados.
No es la persona más romántica del mundo, pero si le despierta curiosidad ese sentimiento, pues lo ve demasiado idealizado, cree que hay demasiadas expectativas sobre encontrar el amor y ella lo ve como algo lejano.
Su tía mientras se siente apurada porque le quedan aún por acabar otros tantos ramos iguales al que Eda está preparando y aunque ella lo intente no le quedan exactamente iguales al modelo que Eda diseñó para esa pareja. Pues uno de los reconocimientos que le han dado a Eda, entre sus múltiples premios estudiantiles, son los de concursos de arreglos florales, pues Eda destaca en todo lo que hace, y aunque lo hace desde el corazón, está acostumbrada a recibir esos reconocimientos, sobre todo por parte de su tía, que desde pequeña ha celebrado hasta el más ínfimo logro de su única y favorita sobrina.
-No voy a llegar a tiempo-se lamenta Ayfer-No sé que haces pero a mi no me quedan tan hermosos, sin tu mano no quedan igual-la felicita su tía, dándole ese reconocimiento como acostumbra.
-Tía es mañana, tranquila que acabaremos, vete preparandolos y cuando vuelva de la oficina yo les doy un toque-asegura dejando un beso en la mejilla de su tía habiendo acabado su tarea.
-Debería ir acostumbrándome a hacer estos arreglos porque tú pronto ocuparás todas tus horas en esa oficina-dice en alto Ayfer algo triste mientras ve como su sobrina se quita el delantal que se ha puesto para evitar sucias su top blanco.
-Nada de eso tía, siempre tendré un hueco para venir ayudarte-asegura Eda secándose las manos antes de colocarse sus sandalias de tacón.
-No mi niña, tu cumple tus sueños, eso es lo que quiero y que viajes mucho-añade Ayfer.
Eda sonríe y asiente, sintiendo que en parte eso de viajer se haya pospuesto, aunque si estuviese lejos no podría disfrutar del abrazo tía y sobrina con el que se despiden, para empezar su jornada laboral.
Eda pone rumbo a Art Life con su coche conduciendo, hoy sí, con mucho cuidado.
Está vez deja el coche en la entrada y deja que el ayudante de la empresa lo lleve al garaje, como le indicó ayer Leyla.
Entra sonriente saludando a algunas caras que ya les asocia nombre, aunque ha llegado bastante temprano y no hay muchas personas, sin embargo Leyla si que ha llegado y sonríe desde ese marco amarillo que da a la zona común.
Eda se dispone a acercarse cuando una mujer rubia de ojos saltones azules y complexión muy delgada la intercepta. La mujer observa su atuendo, una falda bastante corta negra y un top blanco que la favorece dejando ver en parte su clavícula. No es que Eda necesite mucho para llamar la atención, pero ese atuendo desde luego la realza sin necesidad de ir muy arreglada a diferencia de la mujer que tiene en frente, mucho color, mucho diseño y mucho maquillaje pero irrelevante ante los presentes, que si se giran al ver llegar a Eda.
-Disculpe, buenos días, hay que registrarse en la entrada para poder acceder a las oficinas-dice la mujer con una sonrisa fingida.
-Creo que no es necesario-dice Eda-Voy a reunirme con Serkan.
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Hayir ( Hayir Robot - Hayir Yildiz)
FanfictionDos profesionales luchando por sobrevivir trabajando juntos y seguir con su vida, ella convencida de que él es un Robot insensible y él de que ella es inestable como una Estrella.