Need Of Freedom [Monsta X]

T: 05

Sin pensarlo demasiado, vio desfilar varios atardeceres desde el día que se encontró con el lobo. No estaba contando los días desde que perdió a Minhyuk tampoco, lo único que sabía a esas alturas es que cada día se estaba volviendo peor que el anterior y que su humanidad estaba desvaneciendose.

Había empezado a actuar por instinto, había empezado incluso a temer a los hombres de los látigos y se había vuelto tan manso que él mismo no se reconocía, pero era porque realmente se estaba cansando de luchar. Si se iba a quedar en ese lugar por el resto de su miserable vida, ¿qué sentido tenía luchar?

Incluso si lograba salir de ahí, ¿cómo podría ayudar a Wonho y a Shownu? ¿Cómo podrían perdonarlo, y también ¿cómo se perdonaría a sí mismo por haber roto aquella pequeña pero unida familia?

Cuando una de las tantas funciones acabó, fue llevado de nuevo a la jaula gris que lo había mantenido cautivo por algún tiempo. Todo lo que quería era que el sol se escondiera de nuevo y así poder obtener el silencio necesario para reflexionar y llorar hasta el cansancio mientras llegaba un nuevo día. Pero por algún motivo, ese día parecía estar más ruidoso que de costumbre.

Al inicio no le prestó atención a la gente del circo que iba y venía en todas direcciones, pero poco después se dio cuenta de lo que estaba pasando en realidad. El circo iba a mudarse de lugar y el tren estaba siendo cargado con las pertenencias para poder marchar.

De repente sintió agobio.

¿A donde iban a irse?
No quería estar más lejos de aquel lugar que compartió con Minhyuk. Si se lo llevanban más lejos de ahí, tenía menos posibilidades de poder ir a buscar su antiguo hogar.

¿Donde estaba Changkyun?
¿Por qué no lo había ayudado todavía?

Repentinamente, y como si de una invocación se tratara, alguien golpeó levemente los barrotes de la jaula para llamar su atención, y fue cuando notó que Changkyun estaba ahí, vistiendo de manera muy discreta, como intentando pasar desapercibido entre las muchas personas que iban y venían.

— Jooheon. —le llamó antes de que el contrario pudiera siquiera saludarlo— Esto es malo, no tenemos tiempo.

El mayor lo miró con aturdimiento sin comprender nada.

— ¿Qué ocurre? —cuestionó por lo bajo para que nadie pudiera descubirlo.

El menor miró los barrotes con atención y por fin dio con el candado y las cadenas que mantenían preso a Jooheon. Tocó la puerta y aunque intentó abrirla a la fuerza, vio que era necesario romper un candado.

— Van a irse muy lejos. Necesito sacarte ahora. —comentó el menor, casi desesperado.

El corazón de Jooheon se encendió en una emoción extraña. Una parte suya pareció alegrarse de que por fin podría salir de ahí, pero otra parte recordó sus propias palabras, en las que pidió que antes de ser rescatado, quería que sus amigos fueran rescatados primero.

Justamente iba a preguntar, cuando de repente escuchó un fuerte ruido que ya había escuchado antes. Se trataba de aquella locomotora preparándose para ponerse en marcha quizá hacia un lugar muy lejano.

La gente iba y venía revisando que todo estuviera en orden por lo que Changkyun tuvo que esconderse en más de una ocasión para no ser descubierto intentando liberar a una de las atracciones principales de aquel circo. Pero no había tanto tiempo, así que después de mucho batallar contra el candado se dio por vencido de hacerlo de forma discreta y se fue de ahí en busca de algo que pudiera servirle.

Jooheon lo vio marcharse pero no cuestionó si lo iba a dejar ahí porque se había dado por vencido de ayudarlo, o simplemente iba a intentar otro método, pero decidió pensar que la segunda opción sería más posible y efectivamente tenía razón.

Changkyun se tardó más de lo esperado en conseguir una buena herramienta robada de aquel tren que para ese momento ya había empezado a ponerse en marcha lentamente. Habían grupos enormes de personas en cada vagón y aunque podría parecer difícil el hecho de pasar desapercibido, la verdad es que estaban muy ocupados celebrando el hecho de haber culminado las funciones en ese lugar satisfactoriamente como para fijarse en que un intruso se había colado por los rincones del vagón directo hacia el gabinete que contenía las herramientas.

En medio del bullicio y el ruido del tren, el menor se las arregló para escapar con una pesada herramienta que si bien no era muy útil para abrir un candado, podría servirle de palanca para poder romperlo si usaba la fuerza necesaria.

Al obtener algo de lo que buscaba, salió del vagón silenciosamente y subió hasta el techo de otro, para acortar el camino de regreso a Jooheon. Pero con el tren a más velocidad, eso se le estaba complicando un poco. La vieja locomotora de vapor todavía no había alcanzado una velocidad alta, pero Changkyun le tenía miedo a las alturas debido a una mala experiencia, tanto así que incluso si se convirtiera en un ave, no podría volar.

Aún con todas las dificultades logró volver hacia el tigre, quien lo miraba con una mezcla extraña de sentimientos. Quizá conmovido o triste. No sabía.

— Necesito darme prisa. —informó el menor colocando la herramienta lo mejor que podía, en busca de liberar a su compañero.

El sonido metálico de los hierros chocando y haciendo fricción se hizo notorio, pero por algún motivo el candado seguía sin romperse. Quizá Changkyun no tenía la fuerza suficiente para hacer algo así, pero se estaba desesperando por querer salvar a Jooheon.

— ¿Dónde están los otros? —preguntó Jooheon sintiendo su pecho estrujarse al no poder deshacerse de la amarga sensación que le producía estar siendo salvado sin saber el paradero de su familia.

Changkyun lo miró con molestia mientras intentaba una y otra vez romper aquel candado. El sonido metálico se producía en bucle pero era ahogado por el ruido de la vieja locomotora.

— ¡No es momento! —le regañó con los dientes apretados debido a la fuerza que estaba haciendo al tratar de romper aquel obstáculo— ¡Empuja la maldita puerta!

Jooheon acabó por reaccionar, y aunque la amarga sensación no se fue de él, comenzó a ayudar a Changkyun a empujar la puerta con la fuerza de un tigre para que con ayuda de la herramienta, se rompiera el candado o las cadenas, pero aún así parecía ser insuficiente.

— ¡Sólo dime si están bien! —le pidió Jooheon casi desesperado y resignado de su propia situación pero sin dejar de esforzarse.

El menor lo vio con agobio justo antes de que aplicaran una fuerza desmedida sobre aquellos objetos que estaban a punto de ceder.

— ¡No lo sé! —gritó Changkyun justo antes de que la puerta se abriera con ímpetu, lanzándolo lejos.

Debido a que Jooheon había aplicado fuerza de presión sobre aquella puerta de barrotes, su propio impulso también lo hizo salir disparado del vagón, pero logró tener un poco más de suerte gracias a su habilidad felina y rápida. Aunque intentó amortiguar el golpe de Changkyun al caer, poco pudo hacer porque al final ambos acabaron rodando entre matorrales y espinas que habían cerca de las vías, por lo que resultaron heridos sin poder evitarlo.

Pero había una herida más grande en el corazón de Jooheon. ¿Qué significaba ese "no lo sé" de parte del ahora inconsciente Changkyun?

Acaso él...

¿Perdió al resto de su familia también?