B: 09

57 13 2
                                    

Los segundos parecían eternos cuando el carruaje se movía hacia una dirección desconocida para él. Todo lo que pasaba por su mente era esperanza y emoción, aunque al mismo tiempo trataba de frenar a su alocado corazón qué creía ciegamente en lo que un extraño hombre le decía.

Tenía sus motivos para desconfiar.

El mundo ya había sido lo suficientemente malo con él, sin embargo el chico que leía un libro frente a él con una cara seria pero relajada, no parecía ser una mala persona.

Después de su primer encuentro lo vio ocuparse de un par de cosas desinteresadas sin obtener ningún mérito aparente, pero no parecía importarle. Él avanzaba a la siguiente parte sin detenerse.

Todavía inmerso en sus pensamientos, Shownu no se dio cuenta que el transporte ya se había detenido frente a una hermosa casa y su acompañante ya había dejado su libro de lado para bajar y ser recibido por unos cálidos brazos de un hombre de sonrisa amable.

La respiración de Shownu se pausó por un momento de tan sólo pensar que quizá ese era el lugar donde se reuniría con su familia una vez más. Sus ojos comenzaron a enrojecerse antes de tiempo y aunque la emoción lo estaba matando, esperó pacientemente a que se le diera aviso de que podía descender también.

Cuando la cálida bienvenida terminó con un corto beso, el señor alcalde vio a la persona dentro, con sus manos temblorosas y sus ojos enrojecidos, tratando de soportar aquel sentimiento que le desbordaba por dentro, y su corazón se llenó de compasión.

—Por favor, baja. —le pidió haciendo una señal de bienvenida. —Tu familia te espera.

El labio inferior de Shownu tembló tratando de dibujar una sonrisa hacia aquella persona, pero sin perder el tiempo bajó corriendo y al llegar frente a la puerta, suspiró profundamente antes de abrirla y encontrarse con la imagen más preciosa que pudo atesorar en su corazón.

Era una amplia sala de estar, una chimenea ardía en un lugar estratégico dando luz cálida y calor a toda la habitación. Wonho estaba tirado en la alfombra fingiendo ser un animal cualquiera que hiciera entretener a dos enérgicos varoncitos qué cambiaban de forma sin control alguno mientras peleaban de mentira contra Wonho. Un chico delgado los acompañaba sentado en el sillón con una calmada niña en las piernas, riendo de las tonterías del tigre y los cachorros, mientras peinaba el hermoso cabello rubio qué seguro se había despeinado por tanta diversión. Desde otro cómodo sillón, un apasionado padre gritaba eufórico alentando a sus cachorros. No podía ser nadie menos que Jooheon, quien no se calmaba, hasta que un suave tacto lo relajó. Era Minhyuk quien se disponía a servir chocolate caliente qué preparó para todos con la brillante sonrisa que recordaba.

Su corazón no estaba preparado para ello.

Su boca no emitió ningún sonido, su cara se empapó de lágrimas silenciosas y su cuerpo se quedó paralizado a la entrada.

Era realmente su familia. La misma que recordaba, e incluso con nuevos miembros que moría por abrazar.

De repente un par de ojos preciosos color ámbar se fijaron en la silueta inamovible en la entrada de la casa, y aunque la noche ya era ruidosa, un grito rompió los demás sonidos en cuestión de segundos.

—¡Papá Shownu! —gritó Minhyuk al mismo tiempo que corría hacia el hombre de la entrada. —¡Eres tú, realmente eres tú! —dijo mientras lloraba y se lanzaba a los brazos abiertos del oso.

El resto de las personas se quedó en shock, pero no tardó en mostrarse la algarabía del momento.

Papá Shownu había vuelto.

Habían brazos a su alrededor, calor intensa, amor desbordante, algo que no había sentido en esa cantidad desde mucho tiempo atrás.

Sus lágrimas se acabaron, ya no podía llorar más.

Sin duda, una de las cosas que más nos marcan el corazón es la distancia, y Shownu supo que ya había sido suficiente.

Abrazó a su familia como solo él sabía que lo merecía y no se negó a sentir el amor que hace tiempo estuvo necesitando. El tiempo pasó incluso antes de que pudiera asimilar que estaba con su familia, y conociendo a los nuevos miembros a quienes acepto con todo su corazón. 

la noche llegó, y aunque la algarabía no terminó en todas esas horas, una persona faltaba en su corazón y de repente se sintió culpable mientras miraba el oscuro cielo a través de la ventana.

—¿Todo bien?— preguntó una voz que parecía tan familiar pero tan lejana a la vez. —No parece que todo esté siendo color de rosas para ti hoy.

Shownu observó a Wonho en silencio durante unos segundos y suspiró.

—¿Qué te hace pensar que no estoy feliz de volver a ver a mi familia después de todo lo que he pasado?—cuestionó en voz baja.

—Yo no dije eso. —dijo Wonho de forma certera.

En ese momento Shownu supo que no podía esconder un detalle tan importante a la única persona que lo conocía a profundidad, como nadie más lo hacía.

—La historia entre Hyungwon y tú es tan impresionante que me alegra demasiado ver que la vida ha cambiado para ustedes. Jooheon y Minhyuk parecen levar una vida familiar pacífica y no hay cosa que me haga más feliz que ver a los tres cachorros totalmente amados y saludables. —se expresó antes de soltar un suspiro. —Y luego estoy yo. —susurró. —Solo yo...

Wonho comprendió inmediatamente el trasfondo de sus palabras y puso una mano en su hombro.

—¿Donde está? —preguntó. —¿Por qué no está aquí con nosotros?

Shownu lo dudó por unos segundos y sin poder retenerlo más, reveló por primera vez su historia, la razón de su discapacidad, y el dueño de aquel aparentemente frívolo corazón, que en realidad era uno de los pocos cálidos que había conocido, por no decir el único en su momento.

Las palabras raspaban su garganta y su voz se entrecortaba cada vez que aquel nombre era mencionado, y antes de que se diera cuenta, aquella figura fuerte e imponente se convirtió en un pequeño cachorro adolorido que no tenía más remedio que desbordar su corazón y desmoronar su dureza para ser verdaderamente libre...

Las palabras raspaban su garganta y su voz se entrecortaba cada vez que aquel nombre era mencionado, y antes de que se diera cuenta, aquella figura fuerte e imponente se convirtió en un pequeño cachorro adolorido que no tenía más remedio que desbo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Need Of Freedom  [Monsta X] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora