Need Of Freedom [Monsta X]

T: 07

Volver a estar en medio de humanos se sentía extraño para él. Había pasado mucho tiempo desde que tuvo que usar algunas prendas como los calcetines y ni hablar de tener que usar un  transporte que no era ni la mitad de veloz que Minhyuk.

Entre el bullicio de la calle, caminaba sin orientación simplemente siguiendo a aquellas dos personas que habían jurado ayudarlo a estar de nuevo junto a su familia. Delante suyo estaba el joven hombre al que llamaban señor alcalde. Sin duda una persona con un porte elegante y educado, todo un erudito. A su lado, caminando a paso rápido, Changkyun. Con unos papeles en las manos, manteniendo una cara de concentración y hablando de cosas que él no entendía.

— Esta es la lista. —comentó el alcalde, dándole un nuevo papel a Changkyun.

Al verlo, Jooheon no pudo evitar la curiosidad de saber qué era lo que hablaban esas dos misteriosas personas.

— Changkyun... —le llamó tocando su hombro y provocando que ambas personas se detuvieran— Yo... Lo siento, no sé de qué están hablando.

Ellos lo miraron y después de darse un consentimiento silencioso mutuo con la mirada, procedieron a entrar a la propiedad del alcalde, la misma donde estaba la enorme casa en la cual residía junto con Changkyun.

Guardaron silencio en parte del trayecto y no fue hasta que llegaron a una zona al aire libre en la parte trasera, que depositaron un par de papeles sobre una mesa de madera, después tomaron asiento e invitaron a Jooheon a tomar asiento con ellos.

— Hemos investigado por todo el lugar y creemos que la única forma de que ambos salieran del circo sin hacer un escándalo, fue a través de una venta. —explicó el alcalde.

El corazón de Jooheon dio un vuelco al escuchar que aunque fuera vaga, todavía había una esperanza de encontrarlos.

— ¿Hay algun registro de eso? —preguntó casi desesperado— ¿Puedes verificarlo?

— No lo hay. —respondió Changkyun atrayendo la atención de los otros dos hombres— Este tipo de ventas suelen hacerse de la misma forma en la que consiguen a los animales. O sea, de forma ilícita.

El alcalde asintió dándole la razón a su pareja, quien estaba bastante informado de muchas cosas del rubro.

— Exactamente, a estas personas no les importa mucho lo que pase con los animales, si reciben una buena cantidad de oro o plata, entonces se los darán sin rechistar. —explicó con un poco de pena hacia Jooheon— Aunque estas familias que hacen este tipo de compras, suelen ser muy poderosas y demuestran su posición teniendo animales salvajes como mascotas. Basta con pagar una multa y nadie más los molestará.

Jooheon soltó un largo suspiro.

— Así que Shownu y Wonho pueden estar básicamente en cualquier sitio... —dijo con desesperanza.

Changkyun le apretó el hombro con amabilidad.

— Sí y no... —suspiró— Verás... el hecho de tener un animal salvaje es un capricho que muchas familias poderosas tienen, sin embargo, no es tarea fácil encargarse de ellos, así que si alguien lo compró, tiene que ser de un lugar cercano porque no podría transportarlo fácilmente durante tanto tiempo. —explicó con concentración— Eso nos reduce la lista.

Colocó un papel sobre la mesa con cuatro apellidos que aunque Jooheon miró, no fue capaz de poder pronunciar.

— Exactamente. —afirmó el alcalde— El problema es que aunque nos quedan sólo cuatro familias en la zona que cumplen con ese requisito, necesitamos tener una excusa para entrar a su lugar y asegurarnos que los tienen.

El tigre miró a ambos hombres, como si intentara descifrar lo que pasaba por la cabeza de ambos.

— ¿Eso es imposible? —preguntó en un susurro— Eres el alcalde, podrías intentarlo con cualquier excusa y no podrían negartelo, ¿no?

El hombre asintió.

— Digamos que tener este título me da cierto poder, y podría ir incluso por una visita casual. —suspiró— El problema es que sacarlos de ahí es casi imposible.

La tristeza se marcó en el rostro de Jooheon.

— ¿Es porque son cambiaformas como nosotros? —preguntó agobiado mirando al hombre, que no supo qué responder.

Changkyun suspiró y apretó los hombros de Jooheon para que lo mirara a la cara.

— Cuando estabas en la jaula, estuviste mucho tiempo sin entrar en contacto con la naturaleza por lo que estabas siendo un tigre normal, sin poder cambiar de forma en absoluto y a ellos seguramente les pasa lo mismo. —explicó Changkyun— Y contrario a lo que piensas, si pueden cambiar de forma realmente nos facilitaría el trabajo, pero si no... Es complicado.

Después de la charla donde explicaron la situación completa a Jooheon, la pareja guardó silencio y lo dejaron procesar la información porque realmente tenía mucho qué pensar.

Una parte suya quería recuperar a aquella gente que llamaba su familia, otra parte suya quería volver a su lugar y asegurarse si Minhyuk y sus cachorros realmente se habían ido o no, y otra parte sólo quería seguir adelante.

Estaba totalmente dividido sobre qué hacer.

— Yo... —bajó la mirada— realmente no sé qué decir. Tampoco sé qué hacer.

Si había una persona que lo comprendía totalmente era Changkyun. Al haber nacido como un cambiaformas, habían muchas dificultades tanto si deseaban vivir como animales o vivir como humanos. No había forma de separar ambas cosas, eran la mitad de ambas partes.

Sabía que Jooheon siempre quiso vivir libremente por ahí, por lo que tener que lidiar con problemas humanos era algo realmente agobiante para él.

— ¿Qué es lo que más deseas? —preguntó de repente el menor de todos.

Jooheon se limpió la cara al darse cuenta de que había empezado a soltar lágrimas silenciosamente.

— ¿Qué importa lo que yo desee? —sollozó— Si elijo una cosa, tengo que abandonar la idea de luchar por la otra. ¿De qué sirve entonces?

El menor lo miró con tristeza.

— Jooheon... —lo agarró por los hombros— Cuando estabamos solos y teníamos dificultades, tú siempre me ayudaste. Te debo mucho... —limpió su mejilla suavemente— Permíteme ayudarte esta vez.

Con la mirada clavada en el suelo, Jooheon se quedó en silencio por mucho tiempo antes de poder responder con la voz temblorosa:

— Quiero buscar a Minhyuk...

Y con eso, la decisión fue tomada.