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Tan pronto como el nombre fue pronunciado, una vistoza luz amarilla iluminó la zona despejada y antes de que pudiera disiparse la estela, Jooheon tenía encima suyo a un joven escuálido y de peso muy ligero, abrazándolo intensamente mientras lloraba. Y aunque él no tuvo tiempo de reaccionar correctamente, no lo pensó antes de devolver el abrazo con la misma intensidad y acariciar suavemente aquella piel que recordaba tersa, pero que ahora estaba llena de pequeñas cicatrices.

— Realmente eres tú... —mencionó cansadamente entre el llanto, enredando sus dedos en el cabello castaño de Minhyuk, deseando sentirlo antes de que alguien pudiera arrebatárselo nuevamente— P-perdóname... Perdóname... —siseó hundiendo su cabeza en el  hombro de su amado— No fui un buen marido, ni siquiera un buen padre... Perdóname.

Los delgados dedos de Minhyuk acariciaron sus mejillas y lo obligó a mirarlo a la cara.

— No es así, claro que no... —susurró sonriendo y llorando al mismo tiempo— No es tu culpa. Nunca podría ser tu culpa. —besó sus mejillas una y otra vez— Vivía con el constante dolor de pensar que habías muerto, ahora que estas aquí, ¿cómo puedes culparte de esa manera?

Jooheon volvió a abrazar su delgado cuerpo y lloró un par de minutos más en los brazos de su Minhyuk antes de poder formular otra oración coherente sin que su voz se rompiera.

— También pensé lo mismo de ti, y sufrí cada maldito segundo... —comentó acariciando su cálida espalda— No quiero separarme nunca más. No podría soportar otra pérdida.

Minhyuk frunció el ceño y miró detrás de Jooheon como si esperara encontrar algo más que hacía falta, pero él bajó la mirada sin ánimos de dar explicaciones.

— ¿Donde están? —preguntó el temeroso Minhyuk— Tú estas bien, así que ellos también lo están, ¿verdad?

Jooheon soltó un suspiro.

— Ellos están bien. Lo sé. —respondió apretando las manos de su rayito de sol— Volverán cuando deban hacerlo. Créeme.

Minhyuk asintió levemente ante eso, y aunque por un momento había olvidado que no estaban solos, su instinto maternal lo hizo estar alerta en tan sólo unos minutos. Involuntariamente volteó por el lugar en busca de sus tres pequeños cachorros, quienes esperaban educadamente detrás de su mami cualquier señal necesaria para atacar o huir en caso de ser necesario.

Jooheon miró la escena enternecido y las lágrimas brotaron de sus ojos al darse cuenta que por fin estaba conociendo a sus bebés.

Debido a su corta edad, sus cambios de forma eran muy fluctuantes y al verse fuera de peligro empezaron a cambiar de forma constantemente frente a sus padres mientras jugaban entre sí. Fue entonces cuando Jooheon supo que su parecido era irrefutable y que incluso dos de ellos habían heredado su aura de tigre blanco.

Al estar revoloteando de un lado a otro, a Minhyuk no le quedó más opción que recogerlos uno por uno en sus delgados brazos y presentarlos frente a su padre.

— Bien, hice una elección de nombres un poco simple, pero como comprenderás no estaba en situaciones para pensar en algo mejor... —explicó— Aunque también me puse triste al recordar en que no elegimos sus nombres antes del nacimiento. Pero aquí estan... —en ese momento levantó a uno de los tres, un hermoso chico que pese a que su aura fluctuaba con la de un tigre blanco, su cabello y su parecido era más con Minhyuk, y bueno, fue él el llorón encargado de hacerle saber que había encontrado a su familia— Él es Joo, su aura como puedes ver, es de un tigre blanco cómo tú y heredó tus ojos claros. Es nuestro primogénito.

Jooheon sonrió ante la última frase mientras seguía limpiándose las traviesas lágrimas que no paraban de brotar.

— Eres un chico increíble. —susurró acariciando el cabello castaño del chico que respondió tímidamente bajando la mirada al suelo.

En cambio, Minhyuk cambió de cachorro y recogió al siguiente que había estado mordiendo sabrá Dios qué cosa antes de ser presentado.

— Él es Honey. —informó con una sonrisa— A pesar de su parecido con Joo físicamente, la mayor diferencia es que su aura fluctua con la de un guepardo, y sus personalidades son totalmente diferentes. —explicó con una sonrisa orgullosa de presumir a sus cachorros— Es muy travieso y sin duda es un chico dulce que ama ser extrovertido.

El padre que estaba conociendo a sus cachorros, se sorprendió de ver que tenía delante a una copia de Minhyuk en todas sus facetas, y se sintió feliz por ello.

— Sin duda su nombre le queda perfectamente. —admitió dando una caricia en la cabeza del pequeño al igual que con su hermano, pero la reacción de este en vez de apartarse, fue morderle el dedo antes de saltar de los brazos de Minhyuk para seguir jugando.

— Creo que no lo he educado bien... —susurró Minhyuk soltando un suspiro— Pero bueno, ahora la última pero no menos importante, mi princesa Minmin. —en ese momento levantó a un cachorro hembra con el cabello tan claro como el de su padre y conservando sus profundos ojos azules— No hay necesidad de decir que es idéntica a ti en todos los aspectos, pero su personalidad es incluso más fría y seria que la tuya. —sonrió levemente— Cada vez que salimos a cazar, es la primera que decide lanzarse al ataque, de hecho fue ella quien te atacó primero.

El chico sonrió por el recuerdo reciente y suspiró.

— Minmin, aparte de ser hermosa eres muy valiente... —susurró dando una caricia en su cabello cenizo— Eres una buena chica, mi niña.

Después de recibir la caricia de quien todavía era un extraño, ella esperó pacientemente a que Minhyuk la devolviera al suelo para unirse al juego junto a sus dos hermanos. Y así fue como Jooheon conoció oficialmente a su familia por primera vez.

Se quedó mirando el perfil del chico que tenía delante y se dio cuenta que ese cuerpo tenía muchas historias visibles que contar, pero todavía era capaz de sonreir al ver a los frutos de su amor, merodear por ahí, jugando juegos absurdos y ser feliz por ello.

— Si no te gusta algún nombre, podríamos hablarlo ahora que estas aquí... —comentó sin dejar de ver a sus cachorros— Y así iremos...

— Fue tan duro para ti... —susurró Jooheon acunando sus mejillas y sin poder esconder el dolor que emanaba de sus ojos a través de sus mejillas— No sé cómo pudiste, eres increíble. Minhyuk, nunca más me alejaré de ti. Te voy a proteger con mi vida si es necesario.

En ese momento el tigre abrazó al guepardo y lo envolvió con tal fuerza que hizo que Minhyuk se asegurara que todo lo que estaba diciendo era más que una promesa para él. Y aunque durante la soledad, Minhyuk sufrió con la herida del roce de una bala, tuvo que luchar contra la persona que quizo quitarle la vida, casi inmediatamente después tuvo un doloroso parto sin ayuda, y tuvo que levantarse muy pronto para cazar y alimentar a los bebés que necesitaban de él, nunca se quejó de su vida. Supo cómo ser valiente pese a las circunstancias, pero aunque había sido más valiente que muchos, a partir de esa noche decidió dejarse proteger una vez más y por fin pudo tener un buen descanso.

Todo lo que necesitaba por el momento, era una buena dosis de amor y protección.

Todo lo que necesitaba por el momento, era una buena dosis de amor y protección

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Need Of Freedom  [Monsta X] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora