Este libro necesita un nuevo protagonista

[01] No se qué hacer

Una vez que se dio cuenta de lo que estaba viviendo y el hecho de que muy probablemente ahora tenía una nueva vida, ahora todo tenía sentido. Aquel chico llamado Uriel parecía un genio, era bajo de estatura, llevaba una pluma detrás de su oreja y un listón amarrado a su muñeca de color morado, justo como en el libro. Lo mismo para los otros en la habitación, Anaid era una chica de cabello rizado y corto con el listón amarillo en su muñeca. La última persona llevaba el cabello muy corto con ojos de un verde oscuro, parecía el más infantil y amigable, era muy obvio quien era. Aunque no era tampoco un personaje importante, le parecía uno muy divertido. El mejor amigo de Evolet. Ahora su mejor amigo.

Mientras estaba perdido en sus pensamientos, relacionando todo lo que veía con la información que sabía del libro, fue casi atacado con un abrazo.

— ¡Lo siento es mi culpa! Te dejo solo un momento y tienes un accidente, ahora tu cabeza está dañada ¿recuerdas quién soy? ¿no eres estúpido o si? — dijo mientras fingía derramar un mar de lágrimas, como un niño pequeño que quiere un dulce y sus padres no se lo compran. Todo este tiempo parecía que quería hablar pero simplemente no se atrevía ¿era esto lo que quería decir?

Así era Qiu.

Estaba a punto de tranquilizarlos y decir que todo estaba bien con él, pero volviendo a pensar en la situación en la que estaba y que ahora el Evolet 'original' había desaparecido, tal vez lo encontrarían extraño.

— Mi memoria parece un poco confundida y revuelta, pero seguro estaré bien pronto.

Después de lidiar con la preocupación de su mejor amigo y las preguntas de los otros dos, les pidió dejarlo solo un momento para descansar un poco. Únicamente Qiu se opuso a esto, pero fue sacado a rastras del lugar mientras lloraba como un niño pequeño. Habían mencionado resolver 'ese asunto' mientras estaban fuera. Evolet por supuesto no entendió a qué se referían, muy posiblemente el anterior Evolet lo sabría pero ya no existía.

Estaba solo en la enfermería, ahora todo estaba calmado y sin voces para interrumpirlo, además del aun consistente sonido que atravesaba la ventana.

Ahora que se encontraba en esta nueva realidad no sabía muy bien cual debía ser el siguiente paso... "¿tengo que seguir la historia? ¿tengo permitido actuar como yo quiera?" Nadie le dio ninguna instrucción, así como nadie le dijo lo que no podía hacer.

Antes de cualquier decisión decidió salir a dar un paseo, nada ganaba quedándose acostado en aquella cama y tal vez tomar un poco de aire fresco o hablar con alguien nuevo le haría tomar una decisión.

Fuera de la puerta había un gran pasillo solitario, los estudiantes se encontraban en sus respectivos salones tomando alguna extraña clase. Mientras caminaba con tranquilidad y se asomaba por la ventana pudo ver de primera mano el uso de la magia. Los estudiantes movían su mano al tiempo que recitaban algunas palabras y mágicamente lograban animar una imagen estática. Incluso si para este momento ya tenía en claro que estaba en una escuela de magia, ahora al verlo con sus propios ojos era algo completamente diferente. Era como un niño explorando un nuevo lugar.

Decidió volver a buscar aquellas únicas caras que conocía por el momento, aunque Anaid y Uriel realmente no eran muy amigos de él, estaban juntos en el equipo de grado. Estar junto a ellos por ahora debería ser lo mejor. Qiu... no era una buena opción por ahora.

Los pasillos de la escuela eran largos y espaciosos, hermosos y misteriosos. Seguramente cualquier estudiante disfrutaría dar un paseo por ellos para matar el rato, parecen esconder muchos detalles. Pero para alguien que no pertenecía ahí, que era completamente nuevo en este lugar, esto no era más que un hermoso laberinto del que nunca podría escapar.