[37] Amigos

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"Esos malagradecidos declararon que atacarían de nuevo la ciudad del Rey"

Esas eran las palabras que todas las personas a su alrededor decían. Al parecer los ciudadanos seguían creando problemas y ahora incluso amenazaban con una nueva invasión.

No sólo eso, de hecho habían logrado tener una batalla sangrienta con maestros y otros magos, había bajas en ambos lados. Esto sólo aumentaba el odio hacia los esclavos ciudadanos, tenía que conseguir liberarlos rápido.

El lugar al que iban de hecho era fácil de encontrar, una pequeña casa de apuestas. La casa pertenecía a un familiar de aquel hombre que escribió el diario y aquel libro se encontraba en una de las estanterías del lugar como simple decoración.

Aunque fue fácil llegar al lugar, entrar sería un poco más complicado. Era exclusivo para personas de la alta sociedad o mujeres hermosas. Por supuesto Evolet ya estaba creando un plan en su cabeza.

¿Estás diciendo que quieres que me ponga este uniforme de crupier* y me haga pasar como trabajadora de aquel lugar? — preguntó Violeta con sincera curiosidad mientras sostenía el uniforme en sus manos.

*Crupier: quien dirige un juego en el casino

Usualmente un uniforme así debería ser muy profesional y nada llamativo, pero este, aunque seguía la línea de lo normal, se desviaba un poco por lo provocativo, con un diseño muy ajustado y un hermoso escote.

Conseguirlo no fue difícil, mientras alguien abría la puerta lograron espiar un poco y ver el uniforme, Evolet quien se quedaría fuera usó su energía para crear el uniforme.

Tu serías la crupier y Bibian entraría como cliente, para ser específicos — en sus manos tenía otro vestuario para imitar a una mujer de clase alta.

Tanto Bibian como Violeta parecían dudar del plan de Evolet, pues ellas en realidad no sabían nada de aquel lugar, mientras que aquel chico sabía de su baja seguridad y su distracción por chicas lindas.

Lo siento por pedirles algo así, fue la primera idea que pensé pero si no desean hacerlo entonces podemos intentar pensar en algo más.

Pero el vestuario —Bibian miró preocupada la vestimenta de su compañera

¿Esta ropa ajustada y algo provocativa? —Violeta también vio con detenimiento el vestuario

Yo acepto —volvió a hablar, esta vez contestó con una sonrisa extraña mientras veía a Evolet

¿Aceptas? —de pronto Evolet era el que dudaba

¿Estás segura? —Bibian tampoco comprendía su entusiasmo

Me gusta fingir ser alguien más —expresó sin cuidado — además ¿no sería como una actriz?

Extrañamente Violeta había aceptado hacer aquella misión y también convenció a Bibian de actuar como mujer de clase alta. Ahora era su turno de actuar.

La misión era sencilla.

Primero entraría Violeta fingiendo haber llegado a su primer día de trabajo, por su linda cara y lo bien que se veía con ese uniforme, Evolet estaba seguro de que nadie la cuestionaría.

¿Tu primer día? — dudó el hombre de la puerta al escuchar las palabras de Violeta que intentaba entrar, el guardia decidió llamar a alguien del interior.

¿Una nueva? —preguntó el hombre que salía, al ver a Violeta sus ojos parecían brillar — Entra, entra ¿Cómo me dices que te llamas?

Este libro necesita un nuevo protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora