Ambos asistieron a clases con normalidad, con cada practica Evolet conseguía comprender más la magia y de lo que era capaz, aunque debería ser normal que fuera bueno ante los ojos de otros, para él era como un milagro y estaba agradecido de haber conservado de alguna manera su conocimiento.
Evolet esperaba a Qiu justo frente a las puertas de su edificio pacíficamente, algunos ojos curiosos lo miraban de vez en cuando pero prefería evitar relacionarse con esas personas. Casi como salvación a su aburrida espera, un guapo chico alto que cargaba un lindo maletín y llevaba una cinta morada en su muñeca salió del edificio y atrapo su mirada.
— ¿Cómo podemos encontrarnos en todos lados? — dejó salir sin cuidado en el momento que sus miradas se encontraron.
Rean decidió ignorar al molesto chico y seguir su camino como si nunca hubiera escuchado, pero aquella persona no tenía planes de dejarlo ir. Caminó detrás de él mientras seguía intentando llamar su atención.
— ¿Sabes que es de mala educación ignorar a las personas que te hablan amablemente? — estas palabras hicieron que Rean se detuviera y contestara sólo por compromiso
— ¿Qué necesitas?
— ¿A qué te refieres? No necesito nada — exclamó fervientemente — la gente naturalmente saluda a sus amigos ¿no? — su juguetona personalidad hacía que sus palabras sonaran ligeras y simples, sin motivo real detrás de ellas.
— ¿Somos amigos? — Rean fue duro con sus palabras. Al menos a Evolet le parecía divertido que esta vez estuviera contestando.
— La pregunta me ofende
Evolet se divertía molestando al otro chico, al principio creyó que sufriría intentando volverse cercano a ese chico pero había resultado interesante y cada vez tenía más ganas de acercarse a él. Por algún motivo se lo encontraba de manera constante, lo que le facilitaba intentar conversar.
Ahora que lo veía, quería estar con él más tiempo pero debía terminar sus asuntos y justo había llegado Qiu, después de haber terminado sus clases ahora se deberían dirigir a la Zona roja.
— Evolet ¿estás listo? —llegó preguntando alegre
Cuando vio al chico acercarse, Rean dio la conversación por terminada y decidió seguir su camino, como casi siempre estaba sólo y Evolet comenzaba a preguntarse qué es lo que hacía esa persona con tanto tiempo libre.
— ¡Rean! — lo llamó antes de que se alejara demasiado — ¿Sabes como llegar a la Zona roja?
En realidad Evolet ya sabía más o menos como llegar y Qiu también tenía una idea, juntos no necesitaban más indicaciones. Cuando Rean escuchó aquellas palabras se giró curioso por lo que había dicho.
— ¿Por qué quieres saber eso? ¿van a ir? — su interés repentino en aquel tema hizo reír disimuladamente a Evolet, parecía una persona muy curiosa. Quien lo habría imaginado.
— Claro, quiero probarlo por mí mismo ¿has ido?
Rean no contestó pero seguía mirando curiosamente a aquel par de amigos que hacían una tontería muy grande. Qiu no se quiso quedar atrás y habló
— Deberías venir con nosotros — comenzaba a acercarse para hablar de frente pero Rean volvió a sus sentidos y seriamente volvió a evitar la mirada de ambos
— No deberían ir, puede ser peligroso — sugirió responsablemente. No era muy difícil llegar a aquel destino pero de vez en cuando, magos iban a aprovecharse de los jóvenes estudiantes ya fuera para robar, matar o cualquier otra cosa. No era demasiado común pero aun así podía suceder. Además de los rumores extraños que había sobre esas áreas.
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Este libro necesita un nuevo protagonista
FantasiaÉl era un chico común y corriente ¿Quién diría que al morir terminaría en la novela culpable de su muerte? Ahora es Evolet, un personaje no muy importante en un libro de magia. Debido a su odio por la protagonista ha decidido que convertirá a su per...