[34] ¿Escondes algo?

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La subdirectora había propuesto vagamente una opción para verificar las palabras de Evolet. Permitir que una de las personas que conocían aquella técnica mágica la aplicara en el chico. Sólo había dos problemas: Los grandes magos que la conocían en este momento estaban demasiado ocupados como para preocuparse por las palabras de un estudiante, pero incluso si decidían intentarlo, sólo ir e informarles sobre aquello y buscar un momento disponible con toda la batalla que tenían, tardarían al menos dos días, dos días que Evolet no tenía.

Si Caleb se llevaba a sus compañeros de investigación, quien sabe qué cosas pasarían. Tenía que asegurarse de que no fueran y la única manera que pensó en aquel momento fue ir directamente a Caleb.

Él había desperdiciado un tiempo descansando e intentando pensar en alguna solución. No tenía realmente un plan y tal vez eso sería un problema, pero en medio de la noche, Evolet ya se encontraba escabulléndose por los pasillos de la escuela.

Había escuchado claramente sobre la habitación de Caleb por la tarde, estaba en los cuartos vacíos cerca del área de maestros, así que con sigilo se dirigió a aquel lugar.

Mientras se acercaba más y más, de pronto pudo escuchar voces en el pasillo. Eran Rean y Caleb platicando a la luz de la luna.

¿Estas preocupado? Todo se va a aclarar pronto, estoy seguro — decía Caleb mientras acariciaba la cabeza de su hermano

Él... ¿Por qué diría eso? ¿no me ocultas nada?

Caleb tomó a Rean de los hombros y lo miró a los ojos con una profunda expresión — Rean ¿No confías en tu hermano? ¿crees que haría algo con maldad?

¡Por supuesto que no! — contestó sin pensarlo, pero su mirada seguía pareciendo triste.

Exacto, tú me conoces, dijiste que serías igual que yo y lo estás logrando, estoy muy orgulloso de ti. Ambos buscamos la justicia ¿no es así?

Si...

La charla se detuvo un momento. Evolet había escuchado todo y el darse cuenta de que Rean no dudaba ni un poco de su hermano le partió el corazón. Estaba enojado, quería mostrarle exactamente el tipo de persona que era Caleb y al mismo tiempo esconderlo como un secreto para siempre.

Había pasado un tiempo perdido en sus pensamientos que sólo volvió a la realidad cuando escuchó la voz de Caleb claramente.

¿Vas a seguir escondido? — Rean ya se había ido, así que eran los únicos dos ahí.

Finalmente Evolet salió de su escondite y enfrentó directamente a Caleb. Aquel chico lo miró con su fría expresión.

¿No te da pena mi hermano? ¿Piensas seguir con esto? — preguntó seriamente. Estas palabras pusieron furioso a Evolet.

¿A ti no te da pena? ¡Le estas mintiendo! Él realmente te respeta, pero si supiera...

Caleb ya no estaba tan tranquilo cuando contestó — No hables de lo que no sabes.

Entonces explícame, para que pueda comprender.

¿Quieres saber? — se burló ligeramente — Si vienes conmigo a Lobam lo puedes ver con tus propios ojos.

¿Para volver a convertirme en un rehén? ¿Crees que soy estúpido?

No te preocupes, ya no me interesas como rehén. Realmente puedo llevarte allá y contarte todo... o simplemente seguiré con mis planes de mañana, no me importa.

Este libro necesita un nuevo protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora