04 || Mentiras y secretos

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Los ojos de mi amigo pasaban de un lado a otro, con él no era muy complicado interpretar sus gestos o leer sus expresiones, su rostro siempre era más claro que sus palabras. En eso nos parecíamos, especialmente los gestos de desagrado o molestia, esos eran nuestra especialidad.

Podía darme cuenta que estaba a punto de hablar y decir algo que de alguna forma no llegaba a comprender, así de bien conozco sus expresiones.

—Ahora que recuerdo, ella llego después de lo que normalmente llega a la clase de literatura.

—Yo la busque después de química, para hablar de algo importante que también debo contarte a ti y a Nil.

—Se veía como distraída, porque así estuvo durante toda la clase, ni siquiera entrego la tarea de la clase.

Bajó los brazos de golpe, y se lanzó a caminar por el pasillo conmigo detrás intentado alcanzarlo. Para mi fortuna soy un poco más alto que él y pude llegar a su lado en pocos pasos. No tarde en entender a donde íbamos cuando vi delante de nosotros a Cira acompañada de Dhara riendo.

Ander puede llegar a ser un poco hostigoso cuando alguien le interesa, sobre todo por ser alguien que en ocasiones no comprende las señales a la primera, pero con esta chica aún no ha intentado nada por lo que todavía no puedo juzgarlo. Fuera de todos sus defectos es alguien que vale la pena, claro solo si estás dispuesto a soportar a un obsesivo por el orden y la limpieza.

Tuve una idea y no lo pensé dos veces con tal de ayudar un poco a mi amigo.

—¡Cira!

El rostro del castaño se giró hacia mí para regalarme una sonrisa. En cuanto a ellas, se detuvieron en cuanto escucharon mi voz, seguimos caminando hasta estar frente a frente.

—Hola —se veía menos sorprendida de lo que esperaba.

—Hola, oye mañana tengo entrenamiento pero perdimos a Liv hace un rato, tampoco sabemos dónde está Nil y Ander no quiere quedarse solo en las gradas. ¿No quieres ir?

Nada era mentira, a veces a mis amigos les gustaba ir a verme nadar, pero no a mí no me gustaba que estuvieran ahí por lo que hacer esto era algo que por mi cuenta yo nunca hubiera hecho.

—Espera, ¿vieron a Liv? —Cira cambió su gesto cuando analizó todo lo que había dicho.

—Sí, pero fue a su cuarto a cambiarse —interrumpió Ander.

—¿Saben dónde estuvo toda la mañana? —se escuchaba más seria.

—Pues yo estuve con ella cuando termino su clase de química.

—No puede ser Alek.

—¿Por qué no?

—Porque compartimos esa clase, y es justo de la que acabo de salir.

No hubo más que silencio y esa pesada sensación de angustia.

Estoy consciente de que todos aquí somos prácticamente adultos pero, para nosotros es la pequeña del grupo, es esa niña tierna a la que todos queremos cuidar para que no la corrompan. Sin mencionar que no es el tipo de personas que descuide sus estudios o diga mentiras, para mí eso es suficiente para que se active una alarma interna.

—Sé que no debería entrometerme —Dhara tomó la palabra—. Pero si tanto les preocupa por qué no la buscan en su habitación, Ander mencionó que debía cambiarse, tal vez sigue ahí.

—Tienes razón.

Fuimos los cuatro a buscarla con Cira como guía a su nueva habitación. Y no tardamos demasiado en llegar porque era de los primeros cuartos en el segundo piso.

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