ALEK
Caminar por los pasillos a toda velocidad quitando de mala manera a todo el que se nos cruza por el camino no era lo que planeaba hacer hoy. Puedo escuchar como Liv se disculpa cada que Cira o yo empujamos a una persona diferente.
Ander sigue con el móvil pegado a la oreja, esperando que conteste y el alma pueda regresarnos al cuerpo.
Me siento un poco culpable, y sé que no es mi culpa, pero pensar que lo deje solo por unos segundos para no saber más de él por horas me provoca un nudo en el estómago.
Ayer por la tarde pude hablar con mi padre, resulto falso el aviso de los parlantes. Nadie nos había solicitado en su oficia —al menos no de su equipo de trabajo—, y por la mañana cuando me llamo para contarme que Iván lo había visitado para reportar que su compañero de cuarto no había pasado ahí la noche se preocupó más.
Quedamos así, Nil fue visto por última vez la tarde anterior cuando nos llamaron a la oficina del psicólogo escolar —cosa que era falsa y posiblemente una trampa—, su compañero de cuarto reporta esta mañana que no durmió en su habitación y ahora mis amigos y yo corremos por el internado buscándolo.
Ya pasaron poco más de veinticuatro horas, no debe tardar en aparecer tirado por algún lugar. Y nosotros queríamos ser los primeros en encontrarlo.
Miraba a todos los rincones por los que pasábamos esperando verlo recostado sobre el piso.
Podía sentir mi pulso vibrando en alguna vena de mi cuello. Cira había dejado atrás el estilo porque ya tenía los rizos cautivos en un moño alto. Realmente parecíamos un grupo de locos corriendo por todos lados. Pero es algo que cualquiera haría por su mejor amigo.
En el camino a la sala de juntas pude ver con más cuidado los rostros a mi alrededor, algunos nos pedían más cuidado al pasar, otros se limitaban a mirarnos mal y negar con la cabeza, como si fuéramos un peligro o algo parecido, y unos cuantos entendían lo que hacíamos, lo notaba en como su mirada transmitía empatía.
—Paren ya —nos pidió Liv deteniendo nuestra marcha.
— ¿Viste algo? —el tono de Cira sonó más preocupado de lo nunca antes escuche.
—No. Pero no podemos seguir haciendo esto.
— ¿A qué te refieres?
—A que no somos sabuesos para rastrear a Nil, deberíamos esperar a que aparezca por si solo.
Su comentario se sintió con un golpe justo en el centro del abdomen, como si me dejara sin aire por unos segundos. Me ofendió y me pareció ridículo.
¿Cómo podía pedirnos eso? También es su amigo y no parece tan preocupada como el resto.
Si fuera ella quien hubiera desaparecido, Nil la hubiera buscado como un loco por todas partes, y se atrevía a decir que necesitábamos relajarnos —bueno no lo dijo como tal, pero así se sintió—. No esperaba eso de Liv.
Me di cuenta que no estaba alucinando cuando mire a Ander y a Cira, tenían la misma cara de estupefacción que yo.
— ¿Y estas dispuesta a sentarte para esperar con tranquilidad que Nil aparezca inconsciente por alguna parte, sin hacer nada?
Ander sonaba frustrado, tenía las manos extendidas como cuestionándose a si mismo lo que estaba diciendo, su ceño estaba fruncido, y podía notar como sus hombros se tensaban.
—Lo que digo es que no hay nada que podamos hacer para ayudar, y por recorrer los pasillos como alama que lleva el diablo no van a crear un sexto sentido que les de su ubicación.
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Infiltrados
Ficção CientíficaWattys 2022 _____________ [Versión borrador] En el Internado Monarcas del Mañana se puede encontrar a estudiantes de todo el mundo, junto a una gran reputación y la excelencia académica. Pero no todo puede ser perfecto o normal, mi último año se tor...