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Estás preparándote para la cena familiar. Has escogido ese vestido negro nuevo, porque buscas impresionarlos, te giras una y otra vez, colocandote las medias, subiendo tu pie a un banquito sobre la afelpada alfombra gris bajo tus pies, cuando lo escuchas: pies arrastrándose hasta la puerta.
Subes la mirada hacia el espejo, descubriendo para tu sorpresa, a tu prometido, aún sin cambiarse, con su usual ropa ligera de Domingos y la gorra de béisbol, apoyado en el marco de la puerta, con esa barba adornando su mentón, esa que se está dejando tupir, y pica contra la piel de tu cuello por las mañanas. Los brazos cruzados sobre su pecho, fuertes por recoger pesas de vez en cuando, y la tinta adornando esa piel. Esos brazos que te sujetan contra las paredes en las rondas rudas, que te sostienen bajo tus muslos. Y sus ojos, ese verde encendido, mirando fijamente a tu trasero, y espalda, que está todavía con el cierre abierto. Se pasea por allí y te preguntas, ¿Qué pasa por esa mente?, te da un escalofrío con solo imaginarlo, y sólo empeora cuando vez que sonríe ladino y atrapa entre sus dientes el labio inferior.
"No te has vestido" dices tragando saliva. Queriendo concentrarte de vuelta en tu vestimenta. Finalmente terminas de colocarte las medias, y tus dedos pasean por tu espalda buscando el cierre.
"Todavía tengo tiempo" responde él, su voz más cerca, se ha acercado a ti, con esa mirada hambrienta, de lujuria, con sus manos calientes enredandose en tu cintura, haciendo que tu espalda desnuda choque contra su pecho cubierto por una camisa blanca y su pelvis contra el inicio de tu trasero. La barba antes mencionada crea una sensación de cosquilleo tras tu oreja, y su aliento fresco está ahí también. Lo miras por el espejo a modo de advertencia, ignorando esos dedos escurridizos que de repente viajan por tu espalda. "Tal vez, todavía tenemos tiempo" susurra, corrigiendose.
Ruedas los ojos, sabes lo que quiere. Y lo deseas, pero es mentira, el tiempo no es suficiente.
"No ahora" dices débilmente. Su mano izquierda ha subido a tu cuello, sujetandote allí, apretando un poco. Cierras los ojos en un suspiro. Es imposible resistirse. Su pelvis ahora golpea hacia delante, una tentativa, su movimiento usual para provocarte. Y lo logra. Lo único que deseas ahora es su miembro entre tus piernas, pero no lo dirás. No, el reloj sigue avanzando. "Billie" jadeas en un intento de protesta, que más bien es una súplica sutil.
No te detengas.
Billie sonríe, puedes sentir sus labios extendiéndose en su nuca. Suspira, oliendo tu aroma, con su nariz en tu cabello y la mano libre estrujando tu cintura cada vez más. Tu cuerpo es empujado hacia al frente, casi golpeas tu rodilla con el banquito, casi haciéndote caer, pero te sostiene, y hace que pongas tus manos en el espejo.
"Será rápido" asegura, poniéndose de rodillas para alzar tu vestido, tus piernas tiemblan al toque de sus manos, bajando las medias que acababas de subir, llevándose con ellas su ropa interior. "Duro y rápido para mi dulce, dulce nena" canturrea regresando a tu oído, el sonido metálico te alerta, lo tiene de fuera, pero no puedes mirar, no vez más allá que tu propio reflejo y parte de su rostro tras de ti.
Observas tus mejillas sonrojadas, tu medias colgando arriba de tus tobillos y los pezones erectos bajo la tela del vestido que está siendo arrugado por detrás. Y luego, su rostro aparece de entre tu hombro, sonriente y de pupilas dilatas, esmeraldas encendidas. Te guiña y muerde el lóbulo de tu oreja, sientes un nuevo escalofrío provocado por el aire frío que azota sobre tus partes íntimas y el enorme anticipo. Vuelves a mirarte, eres un desastre que ni siquiera se ha maquillado aún, pero para él, eres la diosa que está apunto de tomar ahora mismo.
"Mírame" lo escuchas decir, tus ojos conectan con los de él en el cristal, su glande empieza a apoyarse en tus labios vaginales "Mira quien va a follarte nena, mira quien te hace sentir bien"
Sonríes sin poder contenerte, oh, claro que lo hace.
🍑
¡He aquí una nueva sección que acabo de planear! Ha sido espontáneo porque encontré esa imagen y no pude dejar de pensar en una situación así.
¿Les ha gustado?
Disculpen mi ausencia y espero que la actividad de lectoras vuelva por aquí, siento que hablo sola.
Los capítulos normales se mantendrán, pero de vez en cuando escribiré así ¡no se preocupen!
Por favor deja tu voto y si quieren alguna otra idea para un capítulo o imagina más. ¡Les leo!
[ foto extra que edité porque extraño mucho a Billie]
