Take me To Church#2

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Ingredients: Religión, pecados, sacerdotes, ¿Trio?





-Gracias a Dios- dije levantando mi plato de la mesa, había acabo con las tareas del hogar, ya se acercaba la hora propuesta y estaba mas que nerviosa; me iba a salir de casa a estas horas, iba a caminar hasta la casa del lago y luego ¿Que seguia? ¿Como iba a borrar un pecado tan grave?.

Pero aquí estaba, los grillos y la luna resplandeciendo en lo alto, al acercarme a la cabaña se escuchó ¿musica?.

Toque la puerta unas cinco veces hasta que abrieron, era Tré, vestía todavía con la ropa que usa en la iglesia. Sonrió y fruncio el ceño un momento, tambaleándose un poco, luego un breve hipo.

-Pasa- todo estaba bien iluminado, había un gran ventanal que daba al lago, cajas de comida, envolturas y cerveza en todas partes. -Perdona el desorden- quitó la musica -Pensé que no vendrias-

-Padre Fra... Tré me puedes decir que decir que hacer?-

-Mmm si, Eh, ven conmigo- caminó por delante de mi guiándonos al pasillo, nos detuvimos frente a una puerta -Cuando estemos dentro, solo recuerda que lo que hagamos será para saciar tus pecados ¿De acuerdo?- asentí un tanto confundida -No le puedes decir a nadie, se quedará entre nosotros-

-Esta bien- susurré. Tampoco es que quisiera que todo mundo se enterara.

Al abrir la puerta, el aire de mis pulmones fue expulsado de golpe, Billie Joe estaba aquí también. ¿Le había dicho? ¿Lo sabia él también? ¿Michael también lo sabia?.
Tré avanzó hasta él y río al ver mi rostro.

-No pasa nada, cierra la puerta- obedecí haciendo una mueca, ahora Billie también lo sabia, no vía duda, empezaba a dudar sobre la confidelidad del asunto. Me acerqué a ellos y mi visto bajó al suelo, mordí mi labio, era un lugar cerrado, con los dos.... En vez de evitarlo, mi mente trabajaba mas y mas. Tré soltó una risita, alzando mi rostro -¿Todo bien? Dinos, que no te de avergüenza-

-No está ayudando en nada- dije, mi voz se había vuelto ronca, miré la cama de un lado, era grande con sabanas blancas, pensamientos se vinieron a mi mente; mi respiración se agitaba, era como un escalofrío que llegaba desde las piernas y subía por el vientre hasta mi espalda, los pezones dolían, estaba segura de que estaban erectos, y mi centro, palpitaba.

-Aveces los pecados no se evitan- susurro Billie sobre mi cuello, sus grandes manos tomaron mi cintura, di un respingo y me tense de pies a cabeza. -Deben saciarse- me empujó con delicadeza hacia atrás, haciendo que me sentara sobre el colchón, desabrochó el botón de mi abrigo y lo arrojó al suelo, yo solo veía mis piernas, no podía alzar la mirada. -Es tu cuerpo, es normal, y no es contra las reglas- suspire, estaba desatando mi blusa, y yo, solo estaba expectante, sentía una ola de calor por todo el cuerpo, era abrumador; negué con la cabeza mirándolo a los ojos, sus ojos color esmeralda y una sonrisa coqueta en sus labios. Lágrimas amenazaban con salir, una combinación de miedo y el deseo de saber que pasará mas allá, si hay o no consecuencias, si esto es real o sigo en un sueño.
De algo estaba segura, se sentía mucho mejor que en los sueños.

-Muy bonitos- murmuró Tré, mi blusa ya estaba en el suelo. Observé el sostén color blanco que envolvía mis senos, los dos pervertidos estaban observandome, me sonroje.
Pero, ¿Quien era realmente mas pervertido? ¿Los dos sucios de la habitación? ¿O la chica de sueños húmedos que exponía sus pecados? Y no solo los pecados...

-No es, correcto- dije de manera casi inaudible, tenia un nudo en la garganta, en el estomago, mis manos sudaban y pequeñas corrientes recorrían mi espalda.

-No es malo, deja de jugar. No pasa nada, ¿Crees que los sacerdotes son honestos solo por dictar la biblia?- fruncio el ceño -Además tu lo quieres- sus ojos azules me recorrieron todo el cuerpo, la lengua de Billie se asomo por sus labios, trague duro.

Para cuando abrí los ojos, estaba recostada en la cama, Tré bajaba mis pantalones lentamente dejado ver el desastre en mis bragas, de mi muslo izquierdo escurrían mis jugos; las manos de Billie pronto se deshicieron de mi sostén, bajando un tirante primero, dejó un beso en mi hombro, acarició mi vientre y la prenda fue arrojada al suelo.

Las sensaciones en ese momento eran casi indescriptibles, por un lado Tré recorría mis muslos con su lengua y bajaba mis bragas, sus manos separaban mis piernas y sus ojos estaban muy fijos a los mios; por otro Billie acariciaba mis senos, torturando mis pezones y de vez en cuando lamia, mirando directamente a Tré, yo solo podía gemir, suspirar, disfrutar de todo.

La lengua de Tré comenzó a lamer mi entrada, arquee la espalda a tal sensación nueva, Billie aprovechó para llevar sus labios a mis pezones, sus dientes atraparon uno y tiraron de él, solté un grito de la sorpresa.

-Penetrala- dijo Billie, su voz me hizo estremecers, se había vuelto ronca.

Escuché el tintineo del cinturón de Tré, estaba bajando sus pantalones, de verdad iba a pasar, o no, no era un sueño.

-Soy virgen- apenas pude decir. Ambos se quedaron viéndome, luego a ellos, luego a mi.

-¡¿Virgen?!- gritaron al unisonido, pensé que era mas que obvio.


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