Imgredients: trío, boyxboy, Tré+Billie+Tú, doble penetracion
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—Vamos a penetrarte los dos al mismo tiempo ¿te parece gatita?—
Mi cuerpo tembló con anticipación al oír aquello, ¿Cómo sería tener a ambos dando estocadas duras por igual?, iba a descubrirlo.
Tré se inclinó hasta Billie, asomando su lengua, besando la concha de la oreja del ojiverde, al mismo tiempo que su mano se deslizaba por la dura erección del mayor, lubricada por su saliva, susurró algo al oído, algo que no pude escuchar y éste asintió despacio, poniéndose se pie.
Justo frente a mí.
Miré que interferia entre mis piernas, sin cuidado, tomó ambos tobillos, alzandome de tal forma que mi trasero quedara expuesto. Las manos del ojiazul mantuvieron mis piernas quietas, y yo esperé un segundo movimiento.
Me había vuelto mucho más paciente y menos precoz en comparación con la primera vez que habíamos intimidado.—¡Ahh!— grité sorprendida por el punzante dolor en mi trasero, Billie estaba jugando con el plug de cola de gato que aun llevaba dentro, era largo y ancho, Tré se había tomado el tiempo para lubricarme y acariciarme para "distraer" el horrible ardor que sentía cuando me lo metió. —¡Ahh!— me quejé nuevamente, había hecho medio círculo para sacarlo hasta la mitad y meterlo de golpe, era doloroso.
—Joe, hazlo ya— lloriqueo el menor impaciente, pasando la palma de su mano por entre mis senos hasta debajo de mi ombligo, acariciando con las yemas de sus dedos entre mis muslos, muy cerca de mi sensible coño que necesitaba atención.
Antes de que preguntara qué se supone que Billie me haría, retiró el plug dejándolo de lado, miré la cola de gato unos instantes, cuando sentí el glande del pene del ojiverde penetrandome, sustituyendo aquel juguete.
—¡Ohh Billie!— chillé con fuerza sintiendo que mi garganta dolía, era peor que el plug, su miembro llenaba cada centímetro de mi piel, seguramente dolería más tarde.
¿Cómo se supone que iba a sentarme después de ésto? Ahora entendía por qué Tré caminaba como pingüino aveces en la iglesia.
Los movimientos de su pelvis eran lentos y precisos, violando mi pequeña entrada, gruñendo en alto, mordiéndose el labio inferior con fuerza, quedándose quieto unos segundos para volver a sacar su miembro. Sujetó una sola pierna hacia arriba, dejándola sobre su hombro, regalandome una mejor visión de cómo disfrutaba ésto.
—Está, tan... estrecha— jadeó con dificultad mirando a Tré a los ojos, él lucia muy excitado viendo la escena mientras se masturbaba. Lamió sus labios de forma seductora antes de hablar
—¿Te gusta el pene de mi novio dentro tuyo gatita?— tomó mi mentón entre sus dedos, apretando un poco con una sonrisa —¿Te gusta que te jodan lento?—
—Si si si— repetí en un susurro cerrando los ojos un momento, la incomodidad en mi trasero había desaparecido. Las manos del ojiverde se paseaban por mi pierna sobre el colchón y mi nalga izquierda, apretando fuerte allí, como queriendo dejar sus dedos marcados o que mi piel se tornara roja.