Ingredients: gira, avión, Billie+Tú
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Me removí incómoda en el asiento.
Estiré las piernas hasta donde el espacio lo permitiera, mirando por la ventanilla. Nubes blancas de apariencia de algodón y cielo azul siendo teñido por la luz amarillenta. Aún faltaba mucho para llegar.
Estaba feliz y entusiasmada por el viaje, y la gira que apenas empezaba, después de un largo tiempo de ausencia, me gustaba que Billie hiciera lo que más amase y tener la oportunidad de presenciarlo siempre; pero en ese instante lo único que quería era llegar pronto.
Del trabajo no había podido librarme, y había pasado las últimas dos horas leyendo una novela de suspenso. La narrativa era magnifica, pero las turbulencias y las escenas bien detalladas sobre asesinatos e intestinos de fuera me habían mareado, y ahora mismo había paso del horror a la calentura con una escena más donde el misterioso asesino logró seducir a la detective sin que ella supiera que finalmente tenía al atroz asesino en manos. Literalmente.
Miré a mi alrededor asegurándome de que nadie prestara atención. Mike y Brittney estaban sentados hasta el frente, asegurándose de que la niñera cuidara de sus hijos, Tré estaba profundamente dormido, Sara usaba de esos tapones para evitar escuchar sus ronquidos y Billie tenía los audífonos puestos, al igual que el ojiazul, perdido en algún sueño.
Tuve la intención de adelantar algunas páginas y evitar un bochornoso momento pero la descripción bien detallada del suceso había llamado mi atención, definitivamente lo había hecho.
Miré a Billie de reojo una vez más, tenía la respiración tranquila y la cabeza ladeada, entonces mis ojos viajaron a las letras frente a mí, la descripción pormenorizada de los roces entre ambos, la manera en la que la sujetaba firme del cuello mientras era penetrada. Me detuve en seco y miré a mi alrededor asegurándome de que nada había cambiado, había frotado mis caderas contra el asiento, sin siquiera darme cuenta.Bloquee el Ipad suspirando pesadamente, sintiendo el calor en mi cuerpo y un ardor familiar en mi centro, justo al mismo tiempo que me percataba de la humedad en mis bragas. Mierda, hasta mis pezones se habían endurecido. Necesitaba aliviarme. Mirar alguna película no estaba en una de mis opciones, continuar la lectura del libro de poemas descartado tampoco era atractivo. Podría simplemente huir al baño y ver si la joven detective terminaría con el cuello roto o unos buenos orgasmos, pero al mirar a mi lado la idea cambió totalmente.
Billie seguía dormido, con esa respiración de sube y baja, tan sereno. El tinte rubio había desaparecido, la barba que mantuvo por meses también, se había hecho un corte de pelo e incluso hizo algo de ejercicio; volviendo a tener esa vitalidad de siempre. El par de botones abiertos de su camisa negra dejaban ver el tatuaje de su pecho, con sus anteojos colgando allí y sus fuertes manos descansando en su regazo.
"No puede ser" susurré meciendome más contra el asiento, sólo a mí se me había ocurrido leer aquello. Encima junto aquel hombre que más me ponía. Pero no podía despertarlo, no, él no había dormido bien y necesitaba todas las fuerzas necesarias para los ensayos y la noche del concierto.
"Bien, será rápido" me dije en un susurro, tomando con desespero la manta que habían dejado bajo mi asiento, cubriendo mi cuerpo hasta el cuello para abrir los botones de mi pantalón y bajar el cierre lo suficiente para que mi mano bajara hasta mi húmedo centro. Suspiré sin creer lo que estaba haciendo, pero estaba caliente y la razón estaba fuera de mi ahora mismo.