Saturday Night

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Ingredients: infiel, boyxboy, bar, trillie












El aire frío azotaba en su rostro, era una noche fresca en la costa de California, se maldecía así mismo por llegar tarde, pero entre el importante trabajo y su esposa haciendo demasiadas preguntas le fue imposible librarse a tiempo

Aun así no podría pasar una noche más sin verle

Entró al lugar, bajando las escaleras con alfombra roja apresuradamente, sin prestar mucha atención a los detalles de aquel bar, pues ya lo conocía bien. La música se hizo presente, llegando a sus oídos aquella melodiosa, suave y exquisita voz, la voz que le había cautivado y metido en un lío, la voz que le había hecho engañar a su esposa y a todo el mundo.

-He's a silver lining lone ranger riding, though on open space, in my mind when he's not right here beside me-

Su chico, bailaba en el centro, con el micrófono en la mano, y sus delgados labios separándose al cantar, meneando las caderas haciendo sacar suspiros y silbidos a los presentes.

Billie apretó los puños mientras avanzaba entre la multitud, hasta la mesa más cercana, escuchando todo lo que esos hombres decían, deseaban poner sus asquerosas manos sobre su chico, incluso escuchó a alguien comentar que sería bueno tener esa boquita alrededor de su polla. Usó todo su autocontrol para evitar darse vuelta y partirle la cara a ese bastardo, su pecho se inflaba y apretaba la mandíbula, molesto, hasta que aquel deseable ojiazul lo encontró con la mirada, caminando hacia él sin dejar de entonar la letra, sonriendo porque el amor de su vida había vuelto a él como cada noche por los sábados

-I go crazy, cause here isn't where i wanna be, and satisfaction feels like a distant memory, and i can't help myself-

Llevaba su camisa de siempre arremangada color blanca, pantalones negros que se ajustaban en las partes precisas haciendo su trasero mas voluminoso, un moño rojo en su cuello, como el uniforme de los demás meseros, pero ninguno lucia así como en él, sus ojos azules paseaban por el cuerpo del mayor, sonriendo al encontrarlo celoso, le parecía bastante tierno y divertido

-All i wannna hear her say is...-

Hubo un abucheo, risas y silbidos fuertes cuando el menor se sentó en las piernas del ojiverde, sonrió más al encontrarlo erecto, se meció un poco, haciendo círculos, ganándose un leve jadeo y rostro duro, ¿seria castigado más tarde?, le besó rápido, a su amor, al hombre que debía compartir, pero lo soportaría, estaba enamorado como nunca lo había estado, pero no estaba seguro de que el ojiverde sintiera lo mismo. Aunque se equivocaba

-¿Are you mine?- dijo a su oído antes de volver a la pista, bailando de manera elegante y lenta, cerrando los ojos, paseando su lengua por los labios. Billie lo miraba atento, su chico era una tentación para hasta el más heterosexual hombre en el mundo, era fácil caer en sus redes, bastante simpático, un cuerpo de muerte y un acompañante perfecto. Por un momento el sentimiento de culpa le invadió, tener que esconderse no le gustaba, Tré no lo merecía

-¿Are you mine?- Los aplausos se hicieron presentes, el menor hizo una reverencia y dejó el micrófono, guiñando el ojo al recién llegado
-Que tengan linda noche muchachos- soltó una risita al final, de nuevo, aquella multitud le gritaba

Hizo oídos sordos perdiéndose en la barra, se mordía el labio por lo que venía, tomó unas llaves y un par de vasos detrás de la barra, dándole una breve señal a Ryan uno de los otros meseros y su confidente, para que lo cubriera.
El ojiverde lo seguía a paso veloz cuidando que nadie lo estuviese viendo. Subieron las escaleras corriendo al segundo piso, el mayor llegó a la puerta de siempre entrando a la habitación con desesperación, apenas cerró, ya tenía los labios contra su chico, sosteniendo su cadera
con ambas manos

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