Ingredients: Amigos, Celos, Billie+Tú
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Había pasado tiempo desde que no había estado con nadie, tal vez unos dos o tres meses, todo el tiempo en el que Billie ha estado con su novia.
Ya casi no hablamos desde entonces, de hecho la ultima vez apenas cruzamos palabras. Ella es posesiva, y no me dejaba acercarme; y él, se había convertido en un objeto manipulable (aunque es raro de su parte) que hasta ahora hacia todo lo que demandaba la chica.La lluvia caía, eran de esas tardes en los que una taza de café era una excelente compañía, pero, estos días me recordaban mucho a él; cuando los dos escuchábamos música juntos, me enseñaba a tocar guitarra o jugábamos.
Sus manos, esa mirada, lo extrañaba...
Resoplé frustrada, la delgada tela del suéter gris que traía en ese momento dejaba ver mis pezones erectos, no llevaba sostén.
No habia manera de tranquilizarme.
Y es que cada habitación, cada pasillo, la cocina, los muebles, estaba él en todos lados, recuerdos impregnados en las paredes.Indecisa encendí el DVD, coloque la película erótica dispuesta a verla, era mi única conciliación ahora.
Mi mano inconcientemente bajó por mi vientre hasta mi centro humedecido, hice la tela a un lado, acaricié un poco recordando sus dedos, como me torturaba con ellos; separé los pliegues lentamente no quería acabar rápido, quería una tortura lenta. Mi dedo pulgar fue directo a mi clítoris, trazando círculos, inhale, se sentía bien, pero no tanto.El timbre de la puerta principal sonó, mi corazón se agitó, me había asustado. Le puse pausa, y apague el televisor caminé hasta la ventana, tal vez seria de esas niñas odiosas vendiendo galletas.
-Billie- susurré al verlo. Sin pensarlo dos veces, y sin importarme que estaba en ropa interior abrí la puerta, no lo había visto en tanto tiempo, mierda, esperaba que no viniera con su estúpida novia.
-Hola- sonrió, una sonrisa apagada y de vergüenza, quería golpearlo por dejarme tanto tiempo pero solo me importaba que estaba aquí ahora. Estaba empapado, gotas escurrían de los mechones de su frente, la camisa se le pegaba al cuerpo al igual que los pantalones, mordí mi labio.
-Pasa- cerré la puerta detrás de él, observó mi casa como si no la hubiera visto en años.
-Cambiaste muebles- dijo sacudiendo su cabello, se quitó los zapatos y los calcetines dejándolos junto a la puerta. Sonreí, mi chico estaba en casa.
-Eh quería mas espacio- nos quedamos viendo un par de minutos, sabia que yo estaba molesta por dejar nuestra "amistad", sabia que no lo esperaba aquí, y sabia que estaba emocionada. Sus ojos bajaron a mis pechos, me crucé los brazos recordando que no tenía sostén, ni pantalones. -Perdona no te esperaba-
-No importa, he visto mas que eso y lo sabes- se sentó sobre el sofá, yo en cambio caminé a la cocina sacando un par de Coca-Colas Zero. -No pude avisar que venia, tampoco estaba seguro de querer venir-
-¿Por que?-
-Terminé con Adrienne- una mezcla de felicidad y lastima invadió mis sentimientos, no pude evitar no susurrar un 'Yes'.
Por eso había vuelto aquí, estaba soltero otra vez. ¿Lo nuestro iba a hacer como antes?. -Y se que vas a decir un te lo dije- dejé el par de latas sobre la mesa de centro.-Voy a ponerme un pantalón- corrí escalera arriba hasta mi habitación, tomé un short que estaba a la vista y me lo puse enseguida. Estaba tan emocionada, ya no estaba con la bruja de su ex.
Al bajar las escaleras el estomago me dio un vuelco al escuchar gemidos, el DVD, Billie...
Me asomé a la sala, sus ojos estaban clavados en la televisión, una chica lamia una larga polla; su mano estaba justo en su entrepierna, me fue imposible no suspirar.
-Buena programación- dijo mirándome -Ven aqui- ordenó, su voz se había vuelto ronca, obediente caminé hasta él, tomo mi cintura y me colocó en su regazo; sentí el gran bulto de sus pantalones rozar con mis nalgas. -Te vi desde la ventana, ibas a masturbarte- susurró a mi oído, su aliento chocó en mi cuello, un pequeño escalofrío me recorrió entera.
Un gemido me hizo mirar la televisión de nuevo, la chica estaba en otra posición siendo envestida por la verga de alguien, respire pesadamente los dedos de Billie rozaban mis piernas trazando círculos, sus ojos fijos en la película. Apoyé la cabeza en su pecho, para poder besar su cuello, su olor a perfume inundó mi nariz.
-¿No quieres follarme?- moví las caderas en círculos para provocarlo, una sonrisa apareció de repente -Por favor- rogué ya no podía esperar, no mas tiempo. Quería sentir su polla dura envistiendome sin piedad, duro y rápido.
-Espera quiero ver el video- su mano se adentro en mi short, llegando a mi botón hinchado, su pulgar hizo círculos mientras yo solo podía morder mi labio.
Ahora la chica estaba atada en la cama, con un dildo entre sus piernas y torturaban sus pezones, quería ser esa chica en ese momento, quería que Billie me tomara ahora.
-Dios mio Joe- sus dedos se alejaron y fueron directamente a mis labios.
-Abre la boca- obedecí dejando que sus dedos se adentraran por mis labios, están húmedos, un sabor dulce y salado al mismo tiempo, no era la primera vez que hacia que me probara. Chupé con fuerza, moviendo mi lengua adelante y atrás, dejando sus dedos limpios. -Buena chica- susurró en mi oído para después morder el lóbulo de mi oreja, lo miré de reojo, vi la mirada que ponía mientras me quitaba la sudadera, dejando mis pechos libres, sus grandes manos los acunaron y movieron a su antojo, en círculos, arriba y abajo, mientras su boca se hallaba semiabierta en una pequeña 'o'
-Joe- gemí arqueando la espalda hacia delante, estaba jugando con mi pezón, estaba tirando de él y yo disfrutaba ese dolor-placer que provocaba.
-Quitate el short- me aleje un poco y me deshice de la prenda, cuando estaba por quitarme las bragas me detuvo -Te follare con ellas puestas- desabrochó su cinturón, le ayudé a bajar sus pantalones y su bóxer dejando ver al fin su largo miembro, con la cabeza hinchada roja, como esperaba, besé la punta sintiendolo estremecer, asomé la lengua y jugueteé con sus bolas, inhaló profundo. -Quiero tomarte ahora- me sujetó y colocó de frente, Apoyé mis manos en sus hombros para apoyarme, mientras él ponía su polla en mi entrada, y alejaba la delgada tela de mis bragas, suspire pesadamente, la cabeza aun no entrada y ya se sentía dolor. -No, ¿Estuviste, con nadie mas?- negué con la cabeza, apenas podía hablar, junté mi frente con la suya soltando pequeños gemidos, no habia entrado por completo, estaba a la mitad.
-Oh cariño- empecé a dar brincos arriba abajo dejándome llevar por el placer, mierda se sentía tan bien. -Nunca me acostumbraré a tu tamaño... Oh- atacó mi cuello con besos, lamia y mordía mi piel, dejando chupetones que seguramente dolerian mas tarde, pero no importaba; solo era el ahora, mi piel contra la suya, escuchar sus jadeos y maldiciones, mis gritos y mis uñas arañando su espalda -Voy a correrme!-
Alzó sus caderas tomandome por completo, arrebató contra mi, duro y profundo como quería, mis paredes internas apretaban su polla, todo mi cuerpo comenzó a temblar, un beso más y era lo suficiente para que me corriera por todo lo alto; amaba la sensación de creer ver estrellas, que los pensamientos se nublaran y no solo eso, sentir las envestidas que venian después, el cansancio y todo el cuerpo tembloroso, extasiada.
-Oh Billie- sus fuertes brazos me sostuvieron, la respiración de ambos era agitada, jale de su pelo hacia atrás.
-Te extrañé- susurró.
-Yo también- besé sus labios dulcemente para al final morder su labio inferior.