Ingredients: Tú+ Suegro Billie, diferencia de edades
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Me moví haciendo mis últimos intentos por tratar de dormir. Mi novio, Joshep estaba acostado en el sofá a un lado de su cama; era tan correcto, por dios, ni siquiera quiso dormir conmigo. Y confesaré que últimamente he tratado de conseguir algo más de él, pero me rechazó diciendo que no era adecuado, que esas cosas llegarían cuando estuviéramos casados.
¡Casi dos años juntos y no hemos tenido relaciones!.
No me mal entiendan, solo que aveces era tan frustrante; lo quería, si, pero era algo aburrido. Hoy como todos los fines de semana, estábamos en la casa de sus padres, durmiendo por separado, y yo escuchando sus ronquidos sin poder dormir. Estaba sedienta, algo de jugo me vendría bien.
Me escabullí hasta la puerta y salí con un poco de lentitud hasta el pasillo, la casa parecía desierta; me gustaba mucho venir, era un lugar espacioso con muchas habitaciones, aunque solo vivían cuatro personas aquí: Joshep, su madre Adrienne que creo oí mencionar que había salido con su otro hijo Danger, y mi suegro, Billie Armstrong.
Llegue a la amplia cocina, abrí el refrigerador, donde había muchos postres tentadores; tome unas fresas con crema, y un poco de jugo. Tal vez si me distraigo un rato podría dormir, aunque sea un poco.
Me senté sobre uno de los bancos de la amplia mesa de mármol que había en el centro de la cocina, mirando la cocina a detalle: había alacenas de color chocolate, un lavamanos amplio, y en donde debería ir el microondas estaba un mini estero. Me acerque a el, un poco de música no estaría mal; junto al aparato había unos cuantos discos, coloque el primero viendo que este tenia el nombre de Joshep, escuche las primeras tres canciones, pero estas eran muy lentas y pronto me aburrieron. Abrí otro al azar viendo que éste era del Señor Armstrong. La primera canción fue "Holidays In the sun" de Sex pistols. Menee las caderas al ritmo de la canción, al mismo tiempo que comía fresas; sintiéndome por un momento en mi mundo, divertiendome sola.
Me di vuelta aun bailando, cerrando los ojos imaginándome en algún concierto de Rock, o en una discoteca. El tazón de fresas en mi mano, me llevaba una a la boca cuando:
-No sabia que alguien disfrutara de mi música tanto como yo- su voz hizo que me sobresaltara, di un respingo hacia atrás y apague el estero.
-Oh, Señor Armstrong, perdón.... ¿Lo desperté? pensé que no estaba tan alto el volumen...- balbucee nerviosa viendo una sonrisa divertida que apareció de repente. Sonreí de la misma forma.
-No querida, solo que no podía dormir y vine a la cocina. No pensé encontrarme a la novia de mi hijo despierta a las tres de la madrugada escuchando mi música con mi tazón de fresas en mano- apoyo los codos en la mesa, viéndome con sus increíbles ojos color esmeralda; sus labios formaron una mueca graciosa, sonrió alzando una ceja levemente.
-Oh eran sus fresas? yo... las tome pensé que...-
-Adelante cómelas, no importa- hizo un ademan con las manos -Y Joshep?-
-Durmiendo, parece cansado- me encogí de hombros tomando un sorbo de jugo, de pie recargada en la barra de cocina.
-Cansado ¿eh?- enmarco una ceja.
-Oh no, no es lo que cree- me ruborice -Estamos durmiendo por separado- asegure de inmediato.
-Mmm, pues de mi no lo aprendió- ladeo la cabeza y soltó una carcajada. Pase por alto su comentario. -¿Te gusta Sex Pistols?-
-Algunas canciones- conteste escuchando la siguiente canción, era de The Ramones -Tiene usted muy buen gusto. ¿Le confieso algo?-
-Dime-