Capitulo 35. Rupturas

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Mi relación con Miguel nunca fue pública. De hecho, una de las primeras cosas que hablamos fue precisamente eso, que cuanta menos gente lo supiera, menos gente interferiría, y más siendo personajes públicos.
Hace ya varios días que los chicos ganaron el título más reciente del equipo y los medios todavía no han dejado de hablar de ello y de la respectiva celebración que tuvo lugar al finalizar el partido en nuestro templo. Ya son muchas las cuentas de apoyo madridista en Twitter, Instagram y las demás redes sociales en las que he visto publicaciones venerándome como si fuera una diosa y agradeciéndome el salvar al equipo en el momento en el que me tiré a la piscina a bailar yo sola. Fue el mismo Florentino el que lo dijo ante los medios e hizo subir el cariño que los madridistas ya me tenían.
Hace dos días que Miguel y yo decidimos separarnos y acabar con nuestra relación. No hubo ninguna tercera persona, no hubo una discusión ni malas palabras. Simplemente, estando sentados en el sofá de su casa, supimos que esto iba a tener un final y que ese era el mejor momento. Una sonrisa y un abrazo. Una película de NETFLIX de fondo y risas recordando los buenos momentos que habíamos pasado todos los meses que llevábamos siendo novios en secreto, sabiéndolo sus amigos y familiares, las chicas y algún que otro chico del equipo, como Nacho. Obviamente, aunque lo lleváramos en secreto y no hicimos nada oficial, tampoco nos escondíamos ni nos asegurábamos de que nadie nos veía cuando estábamos juntos, por lo que más de una cuenta de fandom sí que había. Pasamos una última noche juntos, quemando toda la plataforma para la que él trabajaba y arrasando con toda su nevera.

-¡Buenos días, Carol! -me dijo la recepcionista cuando entré a la Ciudad deportiva. Miré mi reloj y, como si fuera actriz de un drama, la miré como si la vida se me fuera en esa mirada.
-¿Esa energía a las 8 y media de la mañana? ¿En serio, Irene? Enséñame tu truco o deja que me despierte poco a poco, que sino no soy persona. -dije yo y ella rio sonoramente. Le sonreí como pude y seguí mi camino hacia la pista de baile. Nada más llegar y dejar mi bolsa de entrenamiento en un banco, literalmente me tiré al suelo y me tumbé hasta que llegaron algunos de mis compañeros.
-Tú como siempre tan espabilada, Carol. -me dijo Dani estirando su brazo para que yo lo agarrara, pero denegué su gesto y seguí en el suelo un rato más.
-Veeeenga, que hay que trabajar. -dijo Raul riendo.
Finalmente, aunque tal y como dije esperé a que estuvieran todos para levantarme del suelo, nos pusimos a ensayar haciendo bailes en pareja de forma improvisada, por lo que, más o menos, bailamos todos con todos, diferentes estilos y diferentes canciones.
Bajamos a desayunar al comedor, en el que no había nadie. En el silencio solo se oían nuestras risas y los sonidos de nuestros vasos y platos, aparte del sonido de la televisión de fondo.
Hoy no teníamos entrenamiento doble ni nada por el estilo, simplemente entrenábamos por la mañana y el resto del día se podía considerar libre. Esta mañana lo último que me apetecía era organizar mi cabeza tanto como para conseguir aparcar correctamente el coche en mi plaza de aparcamiento interior, pues aparcar nunca ha sido mi fuerte, así que, como tampoco hace un mal día (ya empieza a hacer calorcito), mi coche ha pasado todo lo que ha durado el entrenamiento y el desayuno en los aparcamientos exteriores de la Ciudad Deportiva. La puerta de Valdebebas estaba abarrotada de micrófonos, cámaras y periodistas esperando lo que supongo que es la salida de algunos de nosotros ya que no hay nadie más hoy a estas horas. Bueno, excepto Nacho, Lucas, Isco y Marco, que acababan de salir del ascensor desde el garaje.
-Eso es por ti, por haberlo dejado con Miguel. -me dijo Dani y yo suspiré poniendo mis ojos en blanco.
Salí sin demorarme más, pues tardara algún minuto más en salir, los periodistas seguirían estando allí.
-Carolina, ¿cómo estás después de hacer pública tu ruptura con Miguel Herrán? -me preguntó un periodista elevando la voz incluso por encima de la de sus compañeros.
-Bien. Ha sido un final bonito, no ha habido problemas, ni terceras personas ni discusiones.
-¿Entonces cual ha sido el motivo?
-Simplemente nos dimos cuenta de que nuestras vidas llevaban caminos diferentes y que era mejor separarnos ahora. -contesté como si no estuviera atenta a nada de lo que pasaba mientras recorría el aparcamiento en busca de mi coche con toda la prensa detrás de mí.
-¿Esto te afecta emocionalmente hablando? -me dijo una periodista acercando el micrófono a mi boca.
-No, para nada. Como he dicho, ha sido una decisión de ambos y hemos acabado muy bien. Seguimos siendo amigos y ahora me encuentro perfectamente. Miguel, ya sabes todo. -dije mirando a una de las cámaras.- Y ahora, chicos, me tengo que ir. Gracias. -dije abriendo mi coche con la llave y abriendo la puerta del copiloto para intentar montarme y llegar a mi casa.

Narra Marco
Llegamos a Valdebebas para nuestro entreno por la mañana. La Ciudad deportiva estaba sumida en silencio y el aparcamiento, al menos el interior, vacío. Cuando llegamos a la planta principal, se rompió ese silencio y pudimos ver a Carolina, Dani y Raúl parados delante de la puerta. Fuera habían agolpados varios periodistas.
-¿Y esto? -dijo Isco y los otros tres, Nacho, Lucas y yo mismo, subimos los hombros a modo de respuesta.
-Esto es por ti, por haberlo dejado con Miguel. -le dijo Dani a Carolina y no mucho después la rubia abrió la puerta para ser acompañada por todos los periodistas hasta su coche.
Yo, desde el momento que Dani habló, no dejé de tener la boca abierta de la sorpresa.
-¿Es verdad eso? ¿Carol lo ha dejado con Miguel? -pregunté yo. Estábamos andando con destino gimnasio.
-Sí tío. ¿Tú donde vives? ¿En una cueva? Lo sabe todo el país y tú no. -me dijo Lucas acompañando su discursito con una colleja.
-Sí, pero las manos dónde pueda verlas. No quiero que vuelvas a hacerle daño, así que ni se te ocurra acercarte. -me dijo Nacho muy en serio para después seguir andando tan tranquilamente.

2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora