Capitulo 40. Por ti

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Narra Marco
Despertar y ver la larga melena rubia de Carol en la almohada es un placer que se me había olvidado. Sin embargo, pasar una noche con ella apoyada en mi pecho o con mi brazo arropando su cintura es lo que más disfruto. Hoy, aunque no haya dormido mucho esta noche, puedo decir que he descansado y he dormido como hacía mucho que no lo hacía.
Le doy un beso en la frente porque no quiero despertarla y me escabullo rápido de la cama para que no se desvele mientras pienso en lo feliz y afortunado que soy.
Bajo a la planta baja de la casa de Carol con intención de hacer le desayuno, pero es en el momento en el que entro por la puerta cuando recuerdo que es la primera vez que vengo (he venido más veces pero no como en esta ocasión) y no sé ni por dónde empezar. Como no tengo ni idea, decido abrir los armarios para encontrar aunque sea dos tazas, pero antes de conseguirlo una voz rompe el silencio.
-Buenos días, ¿qué tal el chequeo? ¿te gustan mis muebles? -dijo Carol con su sonrisa, que no se le borra ni recién despierta. Estaba apoyada en el marco de la puerta corredera de la cocina e iba vestida con una camiseta larga de propaganda (muy típico en Carol).
-Tonta, es que quería hacer el desayuno pero no sé dónde está nada. -le contesté yo riendo. Ella también rió y vino en mi dirección. Yo apoyé mis brazos en la encimera y esperé a que llegara a mi posición con una enorme sonrisa en la cara.
-Buenos días, Marquito. -me dijo sonriendo. Tuvo que apoyarse en sus dedos para levantarse lo suficiente como para llegar a mis labios. Yo, a la mitad del beso, ya no pude contener la sonrisa.
-Ahora sí son buenos días, rubia.
-¿Has dormido bien? -me dijo ella aun sin separarse de mí.
-No, he dormido genial. Hacía tiempo que no dormía tan bien como hoy. -contesté y pude ver cómo su sonrisa se hizo más grande. Me dio un pico y se alejó para sentarse sobre la isla que había en la mitad de la cocina.
-¿Pues sabes que me gusta más que dormir contigo? Que te levantes tan servicial. Así que, ¿qué voy a tener el placer de degustar, chef Asensio? Solo le recuerdo que el desayuno es la comida más importante del día, tiene que currárselo. -me dijo ella vacilándome.
-Tú solo observa y disfruta. -le dije yo siguiéndole el juego. Le guiñé un ojo y ella soltó una carcajada.

Cuando terminamos de desayunar y de prepararnos, nos fuimos ambos en su coche hacia Valdebebas, pues vinimos anoche y mi coche se lo dejé a los chicos. Mi entrenamiento empezaba antes que el suyo, pero como dentro de poco tienen una competición pre-campeonato de España aprovechará ese tiempo en pensar coreografías o retocarlas. En el aparcamiento de la ciudad deportiva nos encontramos con Sergio y Lucas que, nada más vernos, empezaron a reírse.
-Está claro que no sois más tontos porque la naturaleza no lo permite. -dijo la rubia riendo con ellos y colándose entre los brazos de Sergio. Al final, los cuatro acabamos riendo.
-Pero bueno, ¿qué es esto? Felices dos vale, ¿pero los cuatro? -comentó Isco al vernos. Luego, antes de que a Lucas le diera tiempo a contestar y entre risas, siguió hablando él.- Pensándolo mejor, no me contéis nada, no quiero saberlo.
-De verdad que sois tontos. Ala, hasta luego bellezas, que hay alguien que tiene que levantar el país. -dijo Carol como despedida antes de marcharse hacia los ascensores para, supongo, subir a la sala de baile. No hubo ninguna despedida más que eso y, aunque yo tampoco tomé iniciativa de que la despedida fuera otra, me quedé un poco colgado.

-Marco, estás dormido, ¿es que no has descansado esta noche? -me dijo Nacho en el rondo del entrenamiento provocando las risas de todos los presentes. Llevan con bromitas de este estilo todo el día, así que lo único que me queda es reírme.
-Qué graciosos sois, ¿no? Pues me juego lo que queráis a que he pasado mejor noche que todos vosotros juntos. -les contesté yo cuando termine de reír. Sergio me señaló y defendió mi argumento.
-Mira, en eso llevas razón. Y no te juegues tanto que luego ya sabemos lo que pasa. -me dijo Lucas cuando él estaba en el centro del rondo.
Antes incluso de terminar nuestro entrenamiento, los altavoces del campo de baile ya empezaron a escucharse, así que cuando terminamos, subimos a las gradas con los familiares y amigos que habían venido para ver así un trozo del entrenamiento de los bailarines. Según me contó Carol durante el desayuno, hoy es el último "entrenamiento" de voz hasta después de la competición de la que antes os he hablado, ya que tienen que centrarse y dedicarse a fondo a esa competición.
Cada uno subían a cantar al escenario tres canciones que debían de ser de estilos distintos. La elección de hoy de Carol han sido tres bastante distintas. Esta soy yo de Sueño de Morfeo, la primera y dónde ha vestido una seguridad increíble y su típica sonrisa llena de alegría. La segunda, ¡Corre! de Jesse&Joy, una canción más lenta y ir ha cantado con más sentimiento. Y, por último, mi actuación favorita de hoy. Probablemente no ha sido la más complicada en cuanto a voz se refiere, tampoco la más sentimental, pero me la ha cantado a mí (o así lo hemos interpretado todos los que estábamos en las gradas) y eso supera todo.
-A ti te gusta la bachata, a mí me gusta el rock. A mí me gusta bajo cero, a ti te gusta el sol. A ti te gusta caminar, yo solo quiero que sea viernes para salir a bailar. Y no me importa en fútbol quién ganó... -cantó la madrileña con una sonrisa de oreja a oreja en la cara y haciendo algunos pequeños cambios que encajan en nosotros. La canción es Por ti, de Nicolás Mayorca, y con este gesto ella me ha demostrado que lo de anoche no solo fue eso, una noche.- Todo lo que canto, lo canto por ti. Ya nada es difícil si te tengo aquí, y no me importa lo que quieras, voy a hacerlo por ti.
-¡Pssst! Marco, que me inundas esto, hombre. -me dijo Sergio sacándome de mi trance en el que estaba sonriendo y sin mover los ojos de la rubia. Yo rodé los ojos y Brandon me pasó su brazo por los hombros. Siempre que están en Madrid vienen a ver los entrenamientos y hoy con más razón, puesto que tienen mi coche.
-Y yo que pretendía llevaros churros para desayunar, para que repusierais fuerzas... -dijo Poblete y nos hizo reír. Ellos saben de Carol pero no dónde está su casa. Saben que antes vivía en Valdebebas y después, antes de irse a Los Angeles, vivió en mi casa.
-Tranquilo Poblet, si hambre no han pasado. -le contestó Bertto y Lucas se unió a la conversación.
-Y menos de porras... -dijo el gallego y yo le solté una buena colleja. Además me pillaba perfecto porque estaba una grada más abajo que yo.
-Pero mira que sois burros. Queréis callaros ya, pesados. -dijo María, mujer de Nacho, y todos asentimos.
-Es verdad, sois unos guarros. - dije yo , después de mi intervención, todos atendimos a lo que pasaba en el campo.

2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora