Capitulo 22. París

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Vuelvo a estar bien con Marco. No he estado mal con él, de hecho. Simplemente me molestó que se olvidara después de jurarme y perjurarme que iría a por mí, pero seguir enfadada me haría sentir como una niña pequeña que tiene una rabieta por una tontería.
Hoy nos vamos a París. Sinceramente, tengo muchas ganas ya que desde que fui con mis padres no he vuelto y necesito este descanso tanto a nivel mental como a nivel físico. Me encanta mi trabajo pero a veces resulta agotador, sobre todo después de salir de una especie de constipado como el que tuve hace unos días. Marco y yo quedamos en encontrarnos aquí ya que yo tenía que pasarme antes por Valdebebas para comunicarle a Florentino mi decisión. Podría haberle llamado, pero con las cosas importantes prefiero hacer todo bien y hablar en persona me pareció lo más correcto. Cuando llegué al aeropuerto llamé a Marco y en pocos minutos ya estábamos juntos esperando a embarcar.
-Estoy nerviosa. -le dije yo con una risilla tonta y el rio a carcajada limpia.
-¿Por qué?
-No lo sé. Quiero llegar ya. -dije y tapé mi cara con mis manos como una niña pequeña soltando durante un segundo mi maleta. Marco rio aún más y yo sonreí para más tarde añadirme a su risa. Fuimos a un Cien montaditos para tomar algo y así hacer tiempo. Yo me pedí un zumo de naranja natural y un croissant y Marco una café con leche y una tostada de aceite y tomate. Cuando terminamos de desayunar, que nos llevó bastante tiempo ya que no corrimos ni nos metimos prisa, nos fuimos para prepararnos y nos encontramos de bruces con decenas de periodistas y cámaras que nos grababan, nos fotografiaban y nos preguntaron decenas de cuestiones. Nosotros nos limitamos a seguir andando como estábamos haciendo antes de encontrarnos con ellos y no respondimos a ninguna de sus preguntas. No tardaron mucho en publicar el "notición", como ellos lo denominaron, y las redes ardieron con nosotros. Hace unas semanas, cuando Marco y yo volvimos a subir fotos juntos a redes sociales o, directamente, cuando yo volví al Real Madrid, las cuentas de apoyo a "nuestra relación" volvieron a la carga.

MARCO ASENSIO Y CAROLINA DÍAZ SE DEJAN VER EN MADRID-BARAJAS PARA COGER UN VUELO A PARÍS ¡JUNTOS!

MARCO ASENSIO Y CAROLINA DÍAZ SE DEJAN VER EN MADRID-BARAJAS PARA COGER UN VUELO A PARÍS ¡JUNTOS!

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Nos subimos al avión y Marco me dejó su sitio en la ventana porque sabe que me encanta. Yo le sonreí y después me acomodé en el asiento para prepararme para dormir o ver una película. Decidimos dormir para así poder estar más descansados y no morir en el intento de patearnos la capital francesa. Yo me acomodé de nuevo en el asiento porque no encontraba la posición que quería y terminé poniendo mi cabeza en el cuello de Marco. Él me agarró de la cintura con su brazo izquierdo (el que estaba más próximo a mí) como solía hacer antes para así evitar que me cayera mientras los dos dormíamos.
-Carol, ya tienes que despertarte. -me dijo Marco para despertarme. Íbamos a aterrizar dentro de poco y tenía que colocarme correctamente. Yo le sonreí medio atontada aún por el sueño y asentí moviendo mi cuello.
-Qué rápido se me ha pasado. -dije yo riendo y Marco me contestó con una carcajada.
-Normal, has dormido como un tronco.
-Ni te lo imaginas. -le dije yo riendo todavía.
Cuando aterrizamos, cogimos un taxi y fuimos al hotel para dejar las maletas. Hablé yo porque Marco no habla francés. Nuestra habitación era una habitación doble pero ninguno de los dos teníamos ningún problema. Dejamos las maletas y salimos para desayunar a una cafetería que encontramos cerca del hotel.
-Tengo un hambre... -le dije yo mientras andamos apoyando mi cabeza en su hombro como si me estuviera muriendo por falta de alimento.
-Eres una exagerada.
-No lo soy. Tengo el croissant en el dedo meñique del pie izquierdo. -añadí yo indignada por su trato como si yo exagerara (puede que un poco sí, pero no se lo diré) y él me estrechó con el brazo derecho, que pasó por mi espalda riendo. Nos sentamos y cuando el camarero vino, volví a hablar yo.
-Te admiro mucho. -me dijo Marco y yo subí la ceja con una sonrisa tonta en la cara por no entender el por qué de esa confesión.
-¿A mí? ¿Por qué?
-Bueno, te admiro por muchas cosas, pero ahora me refería a tu capacidad de hablar tantos idiomas. Me parece taaaaaan difícil...
-Jo, creía que me admirabas. -dije haciéndome la dramática y llevándome una mano al ojo como si una lágrima estuviera a punto de salir.
-Ya sabes que te admiro mucho, rubia. -me dijo guiñándome un ojo y yo sonreí de nuevo.

-Estoy medio sorprendida medio no. -dije mientras caminábamos por las escondidas calles de la capital francesa.
-¿A ver cómo es eso?
-Recordaba a París así de bonita pero a la vez me quedaba corta. Me encanta. -dije esto último suspirando cual enamorada.
-Mejora porque estoy yo, claramente. -me dijo Marco con aires altivos y sonreí.
-Creía que era tan obvio que no era falta decirlo. -añadí yo cuando una pareja de chicas nos paró para hacernos una foto. Nosotros, sonrientes, les atendimos y nos hicimos las fotos; una de ellas dos y nosotros, Marco con ellas y yo con ellas.

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2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora