Capitulo 5. Tía Carol

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Ya he terminado todos los asuntos que me llamaban desde la capital española y mañana tenía que volver a América porque el trabajo es el trabajo. Sé que si me iba sin hacer esto, me costaría mucho más coger el avión y me costaría mucho más estar en Los Angeles sabiendo que estuve en Madrid y no fui a visitar a mis amigos, por lo que no me lo pienso más y llamo al timbre de la casa de María. He escrito a Sara para saber si estaban haciendo algo o si cada uno estaba en su casa, y al final la primera opción ha sido la ganadora; tarde en casa de Nacho y María. No os imagináis lo mucho de menos que echo estos planes. Cuando estaba aquí, aunque entendía el por qué se hacían, por qué quedaban cada vez en una casa distinta y por qué no hacían muchos planes en sitios públicos, había veces que necesitaba salir y salir con ellos. Ahora, que no paro ni un momento y que mis amigos de allí, aunque les quiero mucho, prefieren quedar fuera, lo extraño muchísimo; ver Netflix o una película de Disney con los niños, jugar a juegos de mesa, fiestas en la piscina, pedir comida o hacerla nosotros (era un desastre, os informo)... echo tanto de menos vivir aquí y estar con ellos...
María es la que abre la puerta de su casa y nada más verme se lleva las manos a la boca sorprendida. Ya les dije que, aunque iba a estar en España, no podría verles porque no tenía tiempo.
-¡Carol! -exclamó haciendo que todos los presentes en su casa se centraran en lo que estaba ocurriendo en la entrada. Enseguida abrió sus brazos y me arropó en ellos como siempre había hecho, como si fuera la hermana mayor que nunca tuve.
-¡Tía Carol! -gritó Alejandra corriendo hasta mis brazos. Yo le cogí en los aires dándole millones de besos y pasando a su casa. Había visto la reacción de Alejandra como en cámara lenta. Estaba en el jardín con la mayoría de chicos y niños jugando a, cómo no, fútbol. Al oír mi nombre en la voz de su madre, ha mirado hacia aquí como todos (incluso las chicas, que estaban hablando en el sofá y ya están todas levantadas esperando mi abrazo) y ha salido escopetada, levantándose como si le hubieran puesto una chincheta en el culo y gritando como la situación lo requería, sin verme un año. Después de Ale fueron viniendo todos mis niños; Isquito, Nacho Jr, Marco y Sergio Jr, Enzo... y después, sus padres.
Me fundí en un abrazo eterno pero que para mí pareció un segundo con mi hermanito; con Nacho.
-Te he echado mucho de menos. -le dije en sus brazos.
-Pues anda que yo a ti enana. -dijo abrazándome un poquito más fuerte, como si me fuera a ir si dejaba de hacerlo.
-¿Ves como iba a venir prontito? El Coachella no es nada comparado a esto. -le dije a Lucas en alto mientras me abrazaba haciendo referencia a mi foto en Coachella donde él comentó que viniera pronto.
-Aún así has tardado mucho. -dijo Isco siendo el siguiente en abrazarme. Uno a uno fui abrazando a todos.
-Soy Marta Díaz, novia de Sergio Reguilón, encantada. -me dijo la influencer muy formalmente y yo sonreí dándole dos besos.
-Encantada, Marta. Me flipa tu nombre. -le dije sonriendo y guiñándole un ojo para quitarle tensión al momento de la primera presentación y ella me contestó con una carcajada. Acto seguido saludé a Sergio, su pareja y cada vez iban faltando menos.- Hola, Sandra. -le dije a la novia de Marco sonriendo antes de darle dos besos. A mis amigos les saludé con un abrazo porque les había echado mucho de menos, pero está claro que no existe anhelo o cariño hacia los que acababa de conocer. Y eso no significa que me caigan mal, porque todo lo contrario.
-Hola. -me contestó ella con una sonrisa que yo le devolví.
En un momento se hizo el silencio y la tensión entre mis amigos se podía cortar con un cuchillo. Ya había terminado de saludar a todos. Bueno, a todos menos a uno, a Marco. De ahí el silencio. Todos saben y sabéis cómo acabó nuestra historia y no fue de la mejor manera precisamente.
-Dua Lipa no me comentó nada sobre ti, pero supongo que te enviará recuerdos. -dije sonriendo entre el silencio haciendo referencia a la "relación" que se supone (no sé si es verdad o no, de eso Marco nunca me habló) que el mallorquín mantuvo con la cantante.- Bueno, ¿qué pasa? ¿No me vas a dar un abrazo o qué? -le dije sin dejar de sonreír y él no tardó ni un segundo en estrecharme entre sus brazos en uno de esos abrazos que tanto me gustaban. En las caras de mis amigos pude ver alguna que otra sonrisa al ver nuestro reencuentro y yo solo me limité a vivir el momento.
Al terminar con la ronda de saludos, nos sentamos alrededor de la mesa y estuvimos hablando para ponernos un poco más al día. Como hacíamos antes y supongo que ellos seguirán haciendo, pedimos comida a domicilio y mientras charlamos tranquilamente.
-¿Y hasta cuándo te quedas, Carol? -me preguntó Lucas.
-Pues mañana cojo el vue... -estaba diciendo pero mi tono de llamada hizo que parara de hablar.- Es importante, lo tengo que coger. No os importa, ¿verdad? -pregunté y ellos negaron. Yo les sonreí y cogí la llamada.- Josh? What are you doing calling me now? Is it all right? -contesté a uno de mis "representantes" por así decirlo.- Tomorrow I will arrive in LA again, doesn't matter. No, you mustn't be nervous, it's all on time. Ok, please, keep calm and good night. Yeah, byeee. -dije esto último riendo por la preocupación de Josh porque no pudiera llegar a tiempo a grabar una cosa de una canción.-Ya está, como decía, mañana vuelvo.
-¿Mañana? ¿Tan pronto? -me preguntó Pilar y yo asentí.
-El deber me llama. -dije y paré de hablar por un segundo.- Y Josh también. -añadí riendo y ellos repitieron mi acción.
-Oye, ¿y dónde te mudas? -me preguntó Nacho y yo negué con la cabeza.
-Sorry, Nachete. Todavía no lo puedo decir. -dije y él rodó los ojos.- Todavía tengo cosas que hacer en Los Angeles y que mirar casas nuevas.
-Eso es fácil. -dijo Sergio quitándole importancia y yo abrí los ojos como platos negando con la cabeza.
-No, no lo es.
-¿Tienes alguna idea? -me preguntó Marta y yo negué con la cabeza.
-Algo parecido a la casa de Sergio y Pilar, creo. Aunque se me hará raro vivir en una casa tan grande. Mi ático en Los Angeles es grande pero comparado con la casa... un hormiguero. -dije y ellos rieron.- Nunca he vivido en una casa tan grande. O al menos no por mucho tiempo. -dije recordando mi corta estancia en casa de Marco y los chicos rieron.
-A mí me pasa con la casa de Marco. ¡Es enorme! ¿La conoces? Porque sino un día que vuelvas te la enseño y así puedes coger ideas.
-Tranquila, Sandra. Carol se conoce la casa de Marco, se la conoce... -dijo Isco riendo haciendo que todos los demás menos Sandra, que no entendía nada, y Marco rieran. Yo le di un codazo ya que le tenía al lado y se me escapó la carcajada que estaba intentando contener.
-Sí, bueno, de las veces que hemos quedado allí y eso. -aclaré yo porque tenía pinta de que Marco no le había hablado de nuestra relación a su novia y no lo iba a hacer yo.
-Claro, claro. -añadió Isco sin poder parar de reír y le volví a dar un codazo.
-Isco ya, tío. -le dije riendo.

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2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora