Es normal que la vida de un personaje público cause revuelo en todas las plataformas existentes; televisión o redes sociales. Que no os extrañe si os digo que he leído más de una vez historias acerca de mi ruptura con Miguel. Pero nada más lejos que la realidad, a veces es mejor saber cortar de raíz a tiempo. Nosotros lo supimos hacer y por ese preciso motivo ahora podemos mirarnos a la cara y no recordar nada malo, sino todo lo contrario y, aunque muchos no se lo crean y solo piensen que es algo que hemos acordado decir ambos frente a los medios para quedar bien, ser amigos.
-¡Carol! ¿Dónde vas? -me preguntó Sergio correteando hasta llegar a mí.
-A ver, amiguito, ¿adonde crees que voy? Pues a trabajar. -dije yo señalando mi camino por la ciudad deportiva riendo cuando llegó a ponerse a mi lado. Él rió conmigo y continué mi camino junto a él.
-Oye. -me dijo él.
-Oigo. -contesté yo y el rodó los ojos haciéndome reír.
-¿Como estás? Por lo de Miguel, digo. -dijo él con cuidado, como si no quisiera tener que preguntarlo por si me hacía daño. Yo sonreí lo más dulcemente que pude.
-Pues bien, la verdad es que bien. -le dije yo y pude notar como él suspiraba aliviado.- Me sigo llevando muy pero que muy bien con él. De hecho, hemos quedado dentro de un rato.
-¿Habéis quedado? Lo de un ex no es amigo no lo llevas al pie de la letra eh.
-Qué tonto eres. -contesté yo y ambos reímos.- Todos mis exnovios han sido amigos míos. -añadí y subió una ceja.- Sabes perfectamente como fue y como es mi relación con Marco, Sergio. Lo pasé muy muy mal. Pero al fin y al cabo, y aunque sé que no estáis totalmente de acuerdo ni tú ni Nacho, Marco ha sido una persona importante en mi vida. Y lo sigue siendo.
-Mira, hablando del rey de Roma... -dijo Sergio señalando con la cabeza el camino por el que subíamos todos cada vez que dejábamos el coche en el parking interior. En efecto, Marco subía riéndose junto a Lucas.
-Sergio, no te piques ahora. Ha pasado mucho tiempo. -le dije yo a él revolviéndole el pelo y el me contestó mientras se lo colocaba de nuevo.
-Ha pasado tiempo, ¿y que? Fue un cabrón.
-¿Quien fue un cabrón? -dijo Lucas cuando los dos amigos se pusieron a nuestro lado.
-Nadie, Luqui, nadie. -contesté al gallego aunque mi mirada no se desvió de Sergio, que finalmente asintió, relajó la expresión de su cara y abrazó a Marco pasándole un brazo por la espalda.
-Ala, hasta luego, que os vaya bien eh. -grité yo cuando los tres se marcharon andando hacia el gimnasio sin siquiera decir adiós. Los tres se giraron y me dijeron adiós con una risa como acompañante.-Hombre, pero si sigues aquí. -me dijo Marco cuando entraron al comedor, donde estaba prácticamente sola con la mirada fija en la pantalla de mi móvil con un auricular puesto y otro no.
-Sí, esto es lo que conlleva ser capitana; muchas horas. ¿Y tú? ¿Como es que sigues aquí y no te has ido? -le dije yo dejando el móvil completamente apoyado en la mesa apagando tras quitarme el auricular.
-He hecho sesión doble de gym. Hoy apetecía. -dijo sentándose a la silla que tenía al lado. Durante un segundo, ambos nos quedamos en silencio, hasta que él lo rompió.- ¿Y que ves?
-Pues el Campeonato de baile de España del año pasado. Así puedo ver los equipos, qué estilos ganaron más, bailarines y eso. -contesté sin mirarle a los ojos. Es más que claro que nuestra relación había cambiado muchísimo y todavía hay cosas que no he sido capaz de retomar, como fijar mi mirada en la suya.
Y de nuevo se hizo el silencio. Sí que es verdad que cuando llegué a Madrid de nuevo nuestra relación no era mala, que ahora tampoco, pero en estos meses no hemos tenido mucha información el uno del otro. Más bien ninguna. Un hola-adiós por los pasillos y cuando hemos quedado, todos juntos, él y Sandra en un lado y Miguel y yo, siendo sincera, en otro.
-¿Que pasa chavales? -medio gritó Lucas entrando, me atrevería a decir, eufórico en el comedor. Ahora fue el gallego el que rompió el silencio.
-¿Pero que coño te has tomado tío? -le dijo Marco entre risas por las ganas que le había echado nuestro amigo a su entrada.
-¿Yo? -preguntó Lucas sentándose ofendido.- Nada, no me he tomado nada. Ni contento se puede estar ya oye. ¿Y vosotros qué? ¿Aquí de charleta?
-Sí bueno, podríamos decir que si. -contesté yo mirando a Marco, que también me miraba a mí. Lucas hizo una mueca casi imperceptible y se preparó para volver a hablar.
-Bueno, que yo os iba buscando para informaros de que esta noche hay cena en casa de Marcelito, barbacoa para ser más exactos. Os ha tocado comprar la comida por ser los últimos. A las nueve en su casa, ¿entendido? -nos soltó el 17 del madrid.
-A sus órdenes, jefe. -dijo Marco y los tres reímos.
Lucas se despidió de nosotros y volvió a dejarnos solos en el comedor.
-Bueno, ¿qué? ¿Vamos a comprar? Que ya son las siete y media, poco más y nos avisan a las nueve menos diez. -me dijo el mallorquín gracioso tras mirar su reloj de pulsera. Yo asentí y me puse de pie.
-Será un placer ir con usted al Mercadona, señor Asensio. -dije yo haciendo una media reverencia y riendo, como él.
-¿Como que señor? Señorito, por favor. -me contestó él entre risas levantándose de la silla y comenzó a andar hacia la salida conmigo a su lado.
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2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio
Hayran KurguLa historia de Marco y Carol continúa!⚡️