2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio

Capitulo 30. 23

Hace 23 años que yo, Carolina Díaz, llegó al mundo. Hoy, 2 de mayo de 2020, es mi cumpleaños y, aunque me habría gustado hacer algo porque para mí mi cumpleaños es muy especial y me hace mucha ilusión, no creo que pueda hacer nada ya que hoy es jueves y mañana trabajo yo y todos mis amigos. El único plan que tengo para hoy es, aparte de trabajar, ir a cenar con mis primos, los únicos que tengo. Probablemente, después vayamos a tomar algo a alguna discoteca, pero no tardaré mucho en irme a dormir.
Mi móvil ha estallado de notificaciones en todo lo que llevamos de día 2 y eso que tan solo son las 10 y media de la mañana. Todas las historias y publicaciones que han subido felicitándome tanto amigos, familiares, compañeros, conocidos o las cuentas de fans que he podido ver entre tanto mensaje, ya están luciendo en mi historia. La felicitación más especial y más bonita para mí, sin duda, es la de Nacho. Ha subido un vídeo de varios minutos a instagram como publicación. Fotos y vídeos con sus hijos, María, en Navidad, en partidos, entrenando o vídeos chorra haciendo el tonto que nos hemos mandado por instagram cuando yo estaba fuera o alguno tenía algo que contar al otro formaban un vídeo precioso con el que, sin evitarlo, más de dos lágrimas han rodado por mis mejillas. "Gracias por enseñarme que no es necesario tener la misma sangre para ser hermanos. La vida me puso a la mejor persona por delante y estoy muy agradecido de que me hayas cogido la mano para caminar juntos, disfrutando del precioso viaje y apoyándonos mutuamente en cada bache, para toda la vida. Te quiero Carol, no te imaginas cuánto. Feliz cumpleaños💛" -escribió mi mejor amigo para terminar de hacer ese vídeo el mejor de la historia.
Cuando llegué a Valdebebas, de la misma manera que todos me habían felicitado por las redes, aquí parecía que nadie se acordaba de que hoy es mi cumpleaños. Os mentiría si no os digo que no me esperaba esta reacción, o mejor dicho no reacción, y que sí creía que un "felicidades" llegaría a mis oídos, pero no lo hizo. Pasé por delante de los jugadores españoles de baloncesto, que no se movieron ante mi presencia. Lo mismo pasó cuando tuve que cruzar el campo de fútbol para llegar al de baile después de hablar con Zidane, quien tampoco me dijo nada fuera de lo estrictamente laboral.
-Carol, pensábamos que no llegabas a tiempo para entrenar. -me dijo Dani cuando me reuní con ellos en nuestro campo. Hoy hacía un día de mayo increíble. Sol a montones y una temperatura que te permitía estar en manga corta sin frío en el cuerpo. Conté hasta 10 mentalmente antes de llegar a su altura y, cundo lo hice, me olvidé de que hoy era mi cumpleaños para simplemente entrenar, que era mi trabajo. En unas dos semanas, el equipo de fútbol podría alzarse con el título de Liga si siguen así. Han mejorado mucho el nivel en la segunda recta, después del parón por Navidad y son los claros candidatos a llevarse la copa. Con motivo de la posible celebración de LaLiga y del título ya ganado por los de baloncesto, la Supercopa de España, Florentino ha hablado con nosotros para que preparemos unas cuantas coreografías para una posibilidad que ya nos comunicará llegado el momento, palabras textuales.
Mi mal humor hoy era palpable. Claro que no es obligatorio que todos se acuerden de mi cumpleaños ni que me feliciten, pero al menos más de dos felicitaciones por parte de mis amigos sí me esperaba, más aún después de ver la cantidad de felicitaciones que he tenido en redes sociales, de cara al público. Me situé frente a mis compañeros para observarles, saber si hacían bien la coreografía y si respetaban los espacios de tal manera que se viera bonito desde fuera. Con mi voz marcaba el tempo y hacía indicaciones sobre cosas que había que corregir, algún error o algún final de paso sin marcar correctamente. Detuve la música con el mando de los altavoces cuando me di cuenta de que Raúl y Dani no paraban de reír. Subí una ceja esperando una explicación y ellos rieron aún más fuerte.
-¿Se puede saber de que os reís? Porque estamos intentado ensayar, creo que nadie ha contado un chiste. -dije al ver que ellos no iban a empezar a hablar. Me crucé de brazos con el mando aún en mis manos y les hice un pequeño gesto con la cabeza para que hablasen.
-Joer Carol, pareces una profesora enfadada. -respondió Dani, al cual miré fatal, y todos los demás rieron.
-Sabes cómo trabajo. Esto no me gusta. Sabéis que tenemos una posible intervención si los chicos ganan LaLiga, tenemos una competición a la vuelta de la esquina y después de eso vendrá el Campeonato de España. Quiero volver a levantar un título, no estamos aquí para jugar. Soy la primera en reírse, pero cuando hay que hacerlo. Ahora no es el momento, así que vamos. -dije más seria de lo que esperaba. Otro día cualquiera no habría respondido así, simplemente les habría chistado por no concentrarse y habría seguido con el ensayo. Tal y como ellos han dicho, no me habría puesto en plan "profesora a la que no le apetece dar una clase un día y mucho menos aguantar gilipolleces, aunque solo levantes la mano para pedir ir al baño".
Las pocas esperanzas porque alguien se acordara y me lo demostrara en forma de felicitación que me quedaban desaparecieron en el momento en el que entré en el comedor y vi que todos estaban comiendo tranquilamente y charlando animadamente como cualquier otro día. Nacho se acercó a mí cuando estaba por coger mi bandeja de comida y esperé callada a que fuera él el que hablara.
-¿Qué tal el día? ¿Estáis entrenando mucho? -me dijo justo después de besarme la mejilla. Yo me giré con la bandeja entre manos.
-Sí, lo normal. ¿Y tú qué te cuentas? ¿Algo que decirme? -contesté yo. Nacho es mi hermano, de verdad, y me molesta entre mucho y bastante que ni siquiera haya dicho nada en un día tan especial para mí como es el día de mi cumpleaños.
-Pues poco, estamos trabajando mucho también. Ay sí, María me ha dicho que mañana te pases por casa para cenar si quieres.
-Más tarde hablaré con ella, voy a comer. -dije zanjando la conversación. Me giré y me dirigí a mi sitio.