Capitulo 10. Trabajo, trabajo y trabajo

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Narra Marco
Cuando llegamos al gimnasio de Valdebebas a las diez y media de la mañana, ya había música y Carol ya está entrenando. Por los ejercicios que está haciendo, creo que está entrenando piernas y glúteos. La verdad, me sorprende. Ya nos había dicho que estaba en "modo deportista" como ella dice, pero siempre ha sido muy perezosa y levantarse de la cama se convertía en su pesadilla. Las diez de la mañana no es mala hora, pero se nota que lleva aquí al menos tres cuartos de hora.
-Buenos días. -nos dijo con una sonrisa cuando se estiró a coger una pesa para poner en su ingle y hacer levantamientos con pesas.
-Buenos días, ¿que haces aquí tan pronto? -le dijo Sergio acercándose a ella para agacharse y dejarle un beso en la frente, gesto que hizo a la rubia sonreír más.
-Me he desvelado y ya se filtraba luz por la ventana, así que me he bajado a entrenar un poco antes de ponerme al lío con el baile. -nos explicaba mientras subía y bajaba el glúteo con la pesa en el vientre.
-Qué mal lo has tenido que pasar en Los Angeles. -dijo Lucas poniendo cara de compasión y Carol asintió repetidas veces.
-No te lo imaginas Luqui, era muy duro. -le contestó ella haciendo que los demás riéramos. Bajó el glúteo una última vez, dejó la pesa donde la había cogido y se levantó para acercarse a nosotros parando por un tiempo su reloj para ver como de intenso había sido únicamente su entrenamiento. Su ropa era muy deportiva; unas mallas negras con unas bandas grises, una camiseta de tirantes azul marino y, creo, un sujetador deportivo blanco con tiras cruzadas en la espalda. Para terminar el look tan deportivo, obviamente, unas zapatillas cómodas para matarte en el gym y una coleta alta. Estuvimos hablando un tiempo y el cuerpo técnico hizo acto de presencia en el gimnasio, hoy nos tocaba entrenar dentro para aprovechar que estaba lloviendo en Madrid con los días que nos tocan entrenar la forma física.
-Uy Carol, si estas por aquí. Si quieres puedes unirte a nuestro entrenamiento. -le dijo Luis, el principal entrenador (de cuerpo técnico para la forma física) de la ciudad deportiva. Ella subió una ceja asintiendo una vez para ver si Luis iba en serio y el asintió.
-Está bien, pero sin tocar balón porque destrozo la ciudad deportiva eh. Vosotros id calentando, yo termino un par de ejercicios que me quedan y vengo. -dijo y así hizo. No habíamos completado todo el calentamiento cuando la rubia ya estaba preparada. Primero, nos pusieron a entrenar brazos y ahí estaba ella, entrenando como si fuera un miembro del equipo de fútbol. ¿Fuerza en piernas? Seguía la rutina perfectamente. Así, de la misma forma, fue con todo el entrenamiento que la rubia acabó sin ningún problema.
-Joder tía, ¿pero que te han hecho en Los Angeles? -dijo Dani Carvajal y todos reímos.
-Estás mamadisima eh. -añadió Isco y ella rió sacando "bola" (no tenía) del bíceps.
-Bueno, me voy que tengo que trabajar. -dijo.
-¿Ahora? ¿Sin ni siquiera desayunar? -dije yo y Nacho asintió dándome razón. Ella miró su reloj.
-Diez minutos tengo. -dijo dispuesta a empezar a andar.
-Perdón, Carolina, ¿podemos hacernos una foto? -le dijo Vinicius con su acento brasileño a la rubia antes de que saliéramos del gimnasio. Ella dejó de andar hacia esa dirección y volvió a entrar en el gimnasio con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Claro que sí! Y puedes llamarme Carol. -le dijo ella, esto último riendo. Cogió el iPhone 11 Pro de Vinicius cuando él mismo se lo tendió y posaron juntos frente al espejo. Carol se despidió de nuestro compañero con una sonrisa después de hacerse varias fotos, le dio dos besos y vino junto a nosotros al comedor para desayunar. Sus compañeros de baile no estaban, de hecho, en el comedor solo estamos nosotros, así que cogió una silla de su mesa y se sentó al lado de, como no, Nacho. Ella cogió una tostada de tomate natural y su inseparable amigo; el Cola-Cao. Diez minutos justos estuvo con nosotros ya que se tenía que ir a bailar. Nosotros nos fuimos a nuestras casas ya que el siguiente entrenamiento era por la tarde, así que quedarse aquí era una tontería.

Oigo ruido antes de terminar de recoger para irme definitivamente a casa. Subo para ver de qué se trata, soy un cotilla nato. Es, como no podía ser de otra manera, Carolina bailando en una de las salas de la planta de baile de la ciudad deportiva. Solo está ella.

2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora