Capitulo 41. Mi amor

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Dos semanas intensas de trabajo y un año entero detrás para este momento. Mañana nos marchamos a Bilbao para competir en el pre-campeonato de España. Básicamente esta es una competición, como su propio nombre indica, de presentación de todos los equipos que bailaremos en el Campeonato de España. Si hacemos una comparación con fútbol, sería algo parecido a los primeros partidos amistosos de pretemporada, en los que ganar no es decisivo, pero sí conveniente, sobre todo para dejar al equipo en una buena posición con miras a la competición nacional.
Estoy nerviosa, para qué engañarnos. Después de mi primera participación como capitana tras mi vuelta, perdimos en una competición a un nivel bastante bajo en comparación a lo que nosotros llegamos y tenemos que llegar. Ahora tengo claro que tengo que coger de verdad las riendas del equipo y por ese motivo, esta vez he preparado yo las coreografías (obviamente siempre teniendo en cuenta las opiniones y sugerencias de mis compañeros), los grupos y la distribución del equipo. Este formato de precompetición es la primera vez que tiene vida en nuestro país, así que estaría bien, mejor dicho, tenemos que llegar a un buen nivel. La distribución de la competición es muy sencilla. Cada equipo participará tres veces; la primera vez con un solo (que en nuestro caso interpretaré yo), la segunda coreografía deberá estar formada por el resto de bailarines del grupo sin contar con el bailarín solista (es decir, todo el equipo menos yo) y, por último, una coreografía final en la que bailemos todos. Iremos sumando puntos durante los tres bailes y, al final, "ganará" aquel equipo que haya obtenido más.

Ahora mismo, con las maletas ya hechas y sin nada mejor que hacer, estoy en casa de Marco viendo una película con él. Nuestra relación avanza despacio pero bien, así que ambos estamos contentos. Desde el primer momento, aunque oficialmente no somos nada, partimos con cero secretos y eso nos ha devuelto aún más la confianza del uno en el otro. Estoy disfrutando mucho de este momento, pues él está tocando mi pelo mientras yo apoyo mi cabeza en sus piernas para usarle como almohada. Marco me da una sensación de seguridad y hogar que nadie la iguala. De hecho, no ha tardado ni un momento en invitarme a venir cuando le he dicho mi intranquilidad y nerviosismo por el campeonato. He de decir que he dudado porque soy muy perfeccionista y me gusta asegurarme en todo momento de que todo esté perfecto, pero venir aquí ha sido lo mejor que he podido hacer.
-Carol, estás quedándote dormida, ¿quieres quedarte aquí a dormir? -me dijo Marco suavemente sin parar de tocar mi pelo.
-No, mañana tengo que ir muy pronto a Valdebebas. A las 8 nos vamos y la maleta está en mi casa. -contesté yo espabilándome dispuesta a irme a mi casa.
-Rubia, trabajamos en el mismo sitio y nuestro entrenamiento mañana empieza a las 8 y media, así que me da igual media hora más que menos. Antes de ir para allá paramos en tu casa, que tampoco está tan lejos. -me dijo él y yo asentí con la cabeza. Marco sonrió y me cogió como una princesa para llevarme a hasta su habitación. Me dejó, tal y como antes hacía, una camiseta suya y me metí a la cama. Él no tardó mucho en copiar mi acción, pero yo ya estaba medio dormida.

-Carol. Caroool, venga. Tienes que despertarte ya. -me dijo Marco intentando despertarme. Yo me libré de sus sacudidas, me giré en su enorme cama y me tapé toda la cara con la almohada.
-Qué poco romántico eres, de verdad. -le dije yo. Él consiguió coger la almohada y, al final, abrí los ojos.
-¿Poco romántico? Llevo quince minutos intentando despertarte. Si moverte no funcionaba solo me quedaba echarte agua. Y de nada por haberlo dejado como última opción. -me dijo él sentándose en la cama y yo, cogiendo impulso, me senté cual indio a su lado.
-Oy, ¿qué haría yo sin ti? Pues todo menos despertarme. -dije y Marco abrió la puerta indignado.- Muchas gracias por todo mi amor. -dije sin pensar. Acabo de decirle "mi amor". Hace, literalmente, años que no le llamo así y, aunque me ha salido solo, sin pretenderlo, no es mentira. Sin embargo, no duró ni un instante más en la cama y me levanto corriendo. Marco, que se ha quedado medio boquiabierto, hace acto de sus reflejos y se estira para coger mi brazo y conseguir girarme.
-¿Me has llamado "mi amor"? -me preguntó él con una mezcla de sorpresa y felicidad, demostrándolo en la sonrisa que adorna su cara ya que sabe que sí lo he dicho.
-¿Yo? ¿Mi amor? ¿A ti? Ni que fueras Ale. -dije yo refiriéndome a la hija de Nacho para intentar salir del trance, aunque es imposible porque no es tonto ni está sordo.
-No soy Ale pero soy tu amor igual. -dije y yo negué con la cabeza.- Claro, claro. Intenta negarlo, yo te escucho, pero que sepas que no me vas a convencer.
-Marco, ¿estás seguro de que estoy yo más dormida que tú? Porque yo creo que no. -le dije yo y salí de su habitación después de escuchar una carcajada.

Al final Marco dejó correr el tema del "mi amor" y, tras desayunar, me llevó a Valdebebas tal y como ayer me dijo. Cuando yo llegué el autobús ya estaba preparado, pero aún faltaban muchos de mis compañeros.
-Buenos días, chicos. -nos dijo Florentino a todos cuando llegó. Él no va a viajar con nosotros para este campeonato que no tiene ninguna trascendencia y que, además, solo dura un día. El presidente se fijó en la presencia de Marco y se acercó a él.-Hombre Marco, ¿que haces por aquí tan pronto? -dijo y miró su reloj para asegurarse de la hora.- Todavía queda tiempo para vuestro entrenamiento.
-Sí, bueno, he acercado a Carol. -contestó Marco y Florentino nos miró sonriendo.
-Me alegra que ya estéis bien y juntos, pero no más dramas, por favor, que nos ha costado casi tres años arreglarlo. -contestó el presidente. Marco y yo nos miramos. Ambos íbamos a decirle un "no, no estamos juntos" pero al final ninguno habló.

De que no hubiera casi ningún compañero pasamos a estar todos en unos quince minutos, pues casi todos vinieron a la misma hora. Empezamos a guardar nuestras pequeñas maletas en el maletero del autobús y empezamos a montarnos. Antes de irme, Marco y yo nos despedimos con un abrazo.
-Puedes estar tranquila, todo va a salir bien, ¿vale? -me dijo en mitad del brazo y yo sonreí por sus palabras.
-Gracias, Marco. -dije y nuestro abrazo duró un par de segundos más porque nos teníamos que ir ya.
-Por cierto, yo estoy muy despierto. -me dijo recordándome lo de esta mañana cuando ya me iba. Yo me giré sonriendo y vi la gracia que le hacía en su cara.
-Entonces la que estaría dormida sería yo.

Casi de la noche a la mañana pero con años y muchas cosas entre medias, Marco y yo hemos vuelto a ser. En verdad, a no ser nada, pero justo es eso, hemos conseguido ser algo, sin saber muy bien el qué. Al fin y al cabo, los dos sabemos que el "mi amor" lo he dicho yo pero ha salido de la boca de los dos desde hace mucho tiempo, porque eso es lo bueno del tiempo, que al final olvidas. Y yo he olvidado.

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21/01✨
Hoy es un día muy especial porque es el cumple de Marco! Siento no haber podido subir antes pero se me ha hecho muy difícil.

Y con respecto a eso: sabéis que he estado mucho tiempo inactiva porque compaginar estudios y trabajo no es sencillo, pero como propósito de año quiero volver a tener actividad por aquí, en un principio un capítulo cada dos días. Pero, antes de empezar a organizarme para ello quiero preguntaros si os está gustando la novela, porque si no es así, prefiero que me lo digáis, de verdad. Me está costando sacar tiempo para escribir y encima estoy trabajando en una nueva novela para cuando esta termine, siempre y cuando os guste. Decidme en comentarios si os gusta, por favor. Si es que no, puedo borrar esta segunda temporada y que se quede el final de la primera temporada y empezar con mi siguiente novela.
Hacedme saber vuestra opinión, porfi🙏🏼
Muchas gracias y muy buenas noches💕

2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora