Capitulo 34. Real madrid-Villarreal

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Cuando quise llegar a la ciudad deportiva, después de coger un avión justo al terminar el concierto en Gran Canaria, lo único que me apetecía era dormir. Estaba muy cansada, pero teníamos que ensayar una última vez antes de que los jugadores de primera división se enfrentaran al Villarreal jugándose el trofeo de LaLiga en el Bernabéu. Por ese mismo motivo, que es en casa, Florentino ha preparado el espectáculo que normalmente se celebra el día siguiente de cualquier triunfo para así agradecer a los madridistas que hoy hayan venido a apoyar al equipo sin saber si ganarán o no. Los chicos ya estaban concentrados en sus respectivas habitaciones y comieron antes que los demás para que pasaran más tiempo en sus habitaciones.
Eran las 16:48, el partido era a las 21:15, y como no había tenido tiempo para parar a comer porque terminé el concierto y cogí el avión, tenía hambre.
-Carol, ¿quieres que te haga algo? -me dijo Luisa y yo me llevé una mano al pecho, asustada. No había nadie en el comedor y la ciudad deportiva estaba sumida en un silencio concentrado, tal y como estaban los chicos. Yo entré a la cocina sin hacer ningún ruido y abrí la nevera para al menos comerme un sándwich. No vi a nadie, así que cuando Luisa me habló desde la zona del fregadero y el lavavajillas, mi cuerpo entero se asustó.
-Ay Luisa, creía que estaba sola. -contesté yo quitándome ya la mano del pecho, aunque seguía teniendo la respiración agitada. Ella me sonrió y yo negué con la cabeza a la vez que decía- No, no te preocupes. Solo me voy a preparar un sándwich. Creía que no llegaba.
-Tú y todos, cariño. Marco ha sido el primero que ha preguntado si llegarías a tiempo o no y, como no había respuestas, todos nos hemos empezado a impacientar. Veíamos al equipo de baile salir al Bernabéu sin su capitana. -me dijo esto último riendo y yo sonreí.
-Por suerte me ha dado tiempo. Ahora, si no te molesta, voy a ir a mi habitación a descansar un poco. Estoy agotada. -le dije y ella asintió con la cabeza sin dejar de sonreír. Cogí mi sándwich y opté por llamar al ascensor. De normal subo las escaleras, pero hoy no tengo fuerzas para tanto esfuerzo.

Nuestro templo, el Santiago Bernabéu, estaba lleno y derrochaba alegría por lo que podría pasar dentro de 90 minutos. La gente gritaba dejándose las gargantas y vibraba como pocas veces he tenido la oportunidad de verlo. Los bailarines, al igual que las familias, nos colocamos en los distintos palcos para no correr riesgo de ningún tipo en la grada.
A los cuatro minutos de partido ya se pudieron ver jugadas de peligro, todas a favor del equipo merengue, pero no fue hasta poco antes del descanso cuando Benzema remató metiendo gol en la portería de Asenjo (portero del Villarreal), haciéndonos a todos los espectadores saltar de nuestros asientos gritando de auténtico furor. Después del descanso, en el minuto 77, un penalti sobre Ramos nos dio el 2-0, aunque tuvo que ser repetido y fue Karin de nuevo el que marcó. El Villarreal cabeceó en el 83' sin que Courtois pudiera hacer nada y a pocos minutos del final, tuvieron la oportunidad de empatar en tres ocasiones de la misma jugada, pero la intervención de Thibaut fue decisiva, dándonos el título de LaLiga. ¡Nuestra 34 Liga!
El Villarreal dejó el campo tras felicitar a nuestro equipo, al que daban ya la copa. Todos se colocaron en el centro del campo y, como ya suele ser costumbre, alzaron la copa después de unos segundos de suspense haciendo estallar al estadio entero en gritos.
Los jugadores corrieron hacia su vestuario y apagaron las luces del estadio. Como ya os anticipé, esta celebración va a ser un tanto distinta, así que mientras que en el centro del campo se monta a una velocidad envidiable el escenario en el que más tarde estarán mis amigos, el equipo de baile entretendremos de la mejor manera que sabemos, bailando. Todos íbamos "uniformados"; pantalón vaquero largo de color claro y un body (camiseta en chicos) de tirantes negro. Nos pusimos de acuerdo en llevar todos zapatillas blancas. En la oscuridad y entre los cuchicheos de los seguidores que no entendían nada, nos colocamos en nuestras respectivas posiciones, yo (y tres compañeros más) en una de las porterías. Serían alrededor de unos 10 minutos para que los trabajadores del equipo pudieran montar ese escenario. En cada lado del estadio, nos colocamos cuatro de nosotros listos para empezar a bailar.
Primero comenzó a sonar Starships (Nicky Minaj), dejando paso a Uptown Funk, de Bruno Mars. Cambiamos de posición pasando al lado derecho correspondiente del estadio. Con esta canción conseguimos poner a todo el estadio como, perdón por la expresión, una moto. Para finalizar nuestra actuación, Timber (Pitbull) resonó por los altavoces del estadio cambiándonos otra vez de lado y, cuando terminamos de bailar las coreografías que habíamos preparado, nos metimos rápidamente en el túnel de vestuarios, pues se suponía que los jugadores tenían que salir ya.
-No, no. No está montado del todo. No han terminado. -dijo Butragueño, que estaba junto a todos los jugadores, familias, cuerpo técnico y, ahora, nosotros.
-¿Todos vosotros estáis duchados y preparados? -preguntó Florentino a los jugadores y estos asintieron. Al ver que no teníamos nada que hacer para entretener al público mientras los trabajadores terminaban de montar el escenario, cogí una de las camisetas que había para nosotros, los bailarines, con "LIGA 34".
-¿5 minutos? -pregunté mirando fijamente a Florentino y el asintió con la cabeza.
-Sí, yo creo que terminarán en cinco minutos. -me dijo él.
-5 minutos. -sentencié yo poniéndome rápidamente la camiseta de celebración y me puse un micrófono pegado a la cara.- Pista 3. -le dije a la chica que controlaba el sonido del estadio.- Solo 5 minutos. -terminé de decir mirando a todos mis compañeros de equipo, que me miraban sin saber qué decía. Me quité la coleta que llevaba, me ahuequé la melena y me giré dispuesta a salir de nuevo al césped del Santiago Bernabéu, aunque esta vez sola.

Narra Marco
De no saber si Carol llegaría al partido a que nos vuelva a salvar el culo una vez más. Incluso antes de que los bailarines terminaran su actuación, Florentino ya preveía que los trabajadores del equipo no podrían terminar el escenario. Pensaréis que era una auténtica locura, pero ya se probó más de dos veces y en más de una ocasión consiguieron acabarlo perfectamente en ese tiempo, por lo que Carolina y los chicos prepararon un baile de unos diez minutos. Nosotros nunca antes habíamos tardado tan poco en ducharnos y arreglarnos que aquel día, también teníamos diez minutos.
-Solo 5 minutos. -dijo la rubia, se quitó la coleta y salió al campo.
-¿Pero qué hace? -exclamó Isco. Ninguno entendíamos nada.
-Darnos los 5 minutos que necesitamos. -dijo Florentino mirando sonriente la puerta del túnel de vestuarios por donde se había ido la capitana del equipo de baile.
La música comenzó a sonar a ritmo de Instruction, como la primera vez que vi a Carol bailar. Sinceramente, y aunque la rubia nos inspirara mucha confianza, no sabíamos cómo iba a salir esto. Carol bailó en el único sitio en el que no lo hizo en los diez minutos de baile, mirando a la grada de la zona de banquillos. Después de los 3 minutos de canción en los que la madrileña se dejó la piel en el campo una vez más, comenzó a sonar otra canción.
-Ahora no quiero ver ni a uno de vosotros sin moveros. ¡Estamos de celebración! ¡Hay que darlo todo, Bernabéu! -dijo en el tiempo que tuvo entre las dos canciones por el micrófono que llevaba en la cara con una notable respiración agitada.- Si estás solita llorando, faltará morir. Tranquila que yo sé de algo que alivia corazones. Todo se olvida bailando, así que sonríe y no llores. -cantó Carol haciendo vibrar al estadio entero.
-Vamos. -dijo Dani y todos le miramos. Se puso la camiseta tan rápido como lo había hecho Carol.
-¿Qué? -preguntó Raúl.
-Que vamos, joder. Carol nos preparó para esto, por si faltaba tiempo. Nos toca salir. YA. -dijo el rubio y todos le hicieron caso siguiendo sus pasos. Después del "¡Todos juntos!" que gritó Carolina antes de cantar el estribillo de la canción, los bailarines salieron para acompañar a su capitana.
-Carol es puro madridismo. -comentó Butragueño.
-No. Carol es un diamante en bruto, de los que no hay. No tiene más que corazón. -dijo Nacho sonriendo.
-Sin duda uno de los grandes fichajes de este equipo. -dijo Florentino y todos asentimos.
-Ay hermanito, supiste elegir bien aunque luego la cagaste. -dijo Igor pasando un brazo por mis hombros y yo le bufé molesto por su comentario.

-Os los he dejado calentitos. -dijo Carol riendo después de entrar una vez finalizada la actuación improvisada y con el escenario preparado. Se sentó a descansar mientras los focos de colores eran lo único que alumbraban el estadio.
Fuimos saliendo hasta que la plantilla completa estuvo encima del escenario con la copa de LaLiga. Después de eso, las familias y compañeros salieron al terreno de juego para festejar con nosotros. A algunos nos tocó comparecer ante los medios, que hacían preguntas de todo tipo, desde profesionales hasta personales. Estaba hablando con un periodista y frente a la cámara cuando sentí un peso sobre mi espalda de repente. Justo después de la llegada de ese peso a mi cuerpo, escuché una risa que distinguiría en cualquier lugar del universo.
-Lo siento eh, de verdad. Ya sé que tengo un amigo precioso, pero dejármelo un poco porfi. -dijo Carol riendo, haciendo que los periodistas (a los que conocíamos de anteriores veces) rieran en bajo, sin que se pudiera escuchar en directo. La rubia me sacó de allí, pues hubo una última pregunta y volví al centro de campo con mis amigos de Mallorca, que habían venido, mi familia y mis compañeros de equipo.
Durante la celebración se bailó y se cantó mucho.
-VOY PA LEYENDA ASI QUE DALE ZUMBA, LOS DEJO CIEGOS CON LA VIBRA QUE ME ALUMBRA, LOS HATERS PA LA TUMBA NOSOTROS PA LA RUMBA. -cantó Carolina a todo pulmón acompañada por los aficionados. Sergio se le acercó al oído y le dijo algo. Ambos rieron y la rubia asintió, cogió un micrófono y los dos subieron al escenario.
-Verás. -dijo Igor sonriendo mirando en mi misma dirección.
-Un momento, un momento. -dijo Carolina llamando la atención de todos.- En un día tan importante como hoy, me parece una falta de respeto -empezó a decir y vi a Sergio partiéndose de risa a su lado. Marcelo, que se imaginó de que iba la historia, subió corriendo entre risas hasta dónde el sevillano y la madrileña estaban para sumarse a ellos.- no acordarnos de nuestros vecinos. Así que, Bernabéu, por favor, una vez más. LOS AÑOS VAN PASANDO, Y TODO SIGUE IGUAAAAL. -empezó a cantar uniendo a todo el estadio otra vez.
-Te juro que me encantaría ver a Carol borracha. Si ya es así de normal, con unas copas de más tiene que ser la reostia. -comentó Poblete y Bertto e Igor rieron más que los demás.
-Yo ya la vi. Me confesó su amor por mí. Sé que siempre me vio con buenos ojos. No sé por qué se fijó en este. -dijo Bertto recordando una de las pocas, por no decir la única, veces que la rubia se emborrachó, al menos con nosotros. Yo rodé los ojos y le di un codazo en el costado del que se quejó riéndose. Sabía perfectamente que me jodía infinitamente.

2a temporada {El mejor error de mi vida} Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora