Capítulo 32

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Abro los ojos y esto no es lo que me esperaba. Está arrodillado delante mío con una cajita pequeña en sus manos. La abre dejando ver un anillo de oro con un diamante ovalado en el centro y como unas hojas de diamante alrededor de este. Su sonrisa se hace más grande al verme confundida.

—Denise Bennet, ya sé que estos últimos meses no han sido los mejores de nuestra vida, no creo que podamos olvidar todo lo que ha pasado en este tiempo pero sé que podemos superarlo juntos. Por eso te pido que volvamos a ser los que éramos, ¿aceptas? —Sonrío como una tonta mientras asiento con la cabeza.

—¿Y el anillo? —Me hago la tonta. Se pone de pie para quedar cara a cara mientras sonríe pícaro.

—¿Quieres casarte conmigo? —Mi boca en estos momentos llega hasta el suelo. Pensé que me diría de salir de nuevo como novios, ¡no esto! —No digo que nos casemos ahora, pero en unos años podríamos si tú quieres claro.

—Claro que quiero Iván. —Salto encima suyo rodeando con mis piernas su cintura. —Te amo. —Nos besamos lentamente. Al separarnos introduce el anillo con delicadeza en el dedo anular como símbolo de nuestro compromiso. Nos miramos a los ojos mostrándonos todo lo que sentimos el uno por el otro.

Estoy loca. Bueno, lo estamos los dos.

¿Nos estaremos precipitando? Puede ser, pero por qué negarlo si nos queremos.

—Te amo Deni.

Coloca sus manos con delicadeza en mi culo y me apoya en la pared. Los besos son necesitados, llenos de amor, reales esa es la palabra. Con cuidado me deja en el suelo y empieza a quitarse la camisa y los pantalones. Aprovecho para tumbarme en la cama y así poder observarle. Lo hace tan lentamente sin quitar sus ojos de los míos. Se puede respirar amor y deseo en la habitación. Cuando acaba de desnudarse me obliga a ponerme de pie para ayudarme a quitarme el vestido y así quedar los dos plenamente desnudos.

No dejamos de mirarnos y de recorrer cada rincón de nuestro cuerpo. Lo anhelaba y muchísimo. Nos tumbamos en la cama y procede a repartir besos por todo mi cuerpo desnudo. Desliza su lengua por mis pezones haciéndome gemir de placer. Procedemos a hacer sexo oral para luego introducirse dentro de mi con cuidado. Llevábamos tanto tiempo sin hacer el amor que parece que esta sea nuestra primera vez juntos. Cada vez nos movemos más rápido hasta acabar rendidos los dos.

Nos quedamos un rato más en la cama observándonos. Es tan perfecto y ha sido como lo recordaba. No quiero estar con nadie más que no sea él.

Coge un mechón de mi despeinado cabello para pasarlo por detrás de la oreja.

—¿Cómo estás? —Me río suavemente.

—De maravilla. —Le doy un corto beso en los labios. —Echaba de menos esto. —Nos señalo.

—Yo también. —Suspira mientras se pasa la mano por su cabello. —Te queda genial el anillo. —No puedo evitarlo y me sonrojo como una tonta. —No sé si es el momento de decirte esto pero quiero que sepas que desde que me dejaste no he podido estar con nadie más. —Hace una pausa. —Ya sabes. —Susurra a lo que yo enarco una ceja.

—¿Y esa chica que estaba contigo en tu casa? No parecía que fueseis amigos.

—Solo intentaba conocerla pero no salió como yo esperaba. —Asiento con la cabeza.

—Yo Iván quiero decirte que estaba necesitada y quería hacerte daño, y sabía que la mejor manera era acostarme con otra persona que no fueras tú. —Asiente con la cabeza.

—Eso ya se acabó. —Hace una pequeña pausa. —Ahora solo estamos tú y yo y espero que sea un para siempre.

Al acabar de decir la última palabra pican a la puerta fuertemente. No me lo puedo creer. Las voces de Abel sonaban detrás de la puerta.

—¡Deni ábreme, sé que estás ahí! —Nos miramos alarmados y empezamos a vestirnos corriendo. Esto no puede estar pasando.

—¡Ahora salgo! —Hago que Iván se esconda en el hueco que queda entre el armario y la pared y le pido disculpas con la mirada.

Peino un poco mi cabello y abro la puerta poco a poco dejando ver la cara confusa de Abel. Me mira entrecerrando los ojos.

—¿Qué haces aquí? —Dice calmado. Eso creo.

—Necesitaba desconectar un poco de la fiesta. —Aprovecha para mirar en interior de la habitación.

—¿Está Iván contigo verdad? —Frunzo el ceño.

—¿Por qué dices eso? —Digo lo más tranquila posible aunque los nervios se me notan a kilómetros.

—Lore y yo lo vimos en la fiesta antes hasta que por arte de magia desapareció y nuestra queridísima amiga también. Que casualidad. —Me muerdo el labio. Realmente no sé que contestar, quería que esto fuera un secreto, al menos por ahora. Respiro hondo y procedo a contestarle.

—Estamos juntos. —Abre los ojos. Se lo podía imaginar pero no quería creérselo. —Aquí y ahora.

—Quiero hablar con él.

—No creo que sea buena idea Abel. —Abre la puerta de golpe introduciéndose en el interior para buscarlo. Iván sin temerle sale de hueco quedando cara a cara con él.

Esto no puede ir peor. De un momento a otro Abel le coge de la camisa para después estamparlo contra la pared. De mi interior sale un grito ahogado.

—¡Abel para! —Intento separarlos como puedo pero Abel se da cuenta de que llevo puesto un anillo de compromiso. Poco a poco se separa y me mira perplejo a los ojos.

—¿Y ese anillo? —Lo único que hago es encogerme de hombros.

—Estamos prometidos. —Dice Iván recomponiendo su camisa y sin dejar de mirarlo a los ojos. Abel no da crédito a lo que está escuchando. Haciendo caso omiso de que estoy justo a su lado vuelve a coger por la camisa a Iván.

—¡Te juro por mi vida que como vuelvas a hacerle daño te mataré! ¡Y me importa una mierda las consecuencias! —Lo suelta de mala manera. Me mira a los ojos y puedo sentir su dolor, esto no se lo esperaba, aunque creo que nadie se lo esperaba. —Esto no me lo esperaba Deni, él no va a cambiar y pensé que no serías tan tonta de volver a creerlo.

Dicho eso, sale de la habitación echo una furia. Miro a Iván con lágrimas en los ojos, si él se lo ha tomado así, no me quiero imaginar a Lore. Hace que me sienta en el borde de la cama para que pueda recostarme en su pecho.

—Lo acabarán entendiendo Deni. Todos tenemos nuestros buenos y malos momentos.

—¿Cómo se lo cuento a Lore Iván? —No sabe que responder. —Ella ha estado en todos los malos momentos que he pasado y no se merece esto. —Escondo mi cabeza en su pecho.

—Ella lo tendrá que entender, es tu mejor amiga y aunque no lo llegue a comprender deberá aceptarlo porqué te quiere. —Lo miro a los ojos y asiento con la cabeza.

Al rato hago que se quede en la habitación para yo bajar de nuevo a la fiesta. Para mi sorpresa la mitad de los invitados ya se habían ido, me siento muy egoísta. Busco a Abel y a Lore y están recogiendo algunas cosas junto a Tomás. Abrazo por la espalda a mi mejor amiga a lo que Abel se aleja de ahí sin decir ni una sola palabra. Entiendo perfectamente su reacción.

—¡Hombre! ¿Se puede saber donde has estado todo este tiempo? —Se ríe. Cuando se lo cuente dejará de reírse ya verás.

—Luego te cuento. Antes deja que te ayude a recoger todo esto.

—Está bien, pero acaba de despedirte de tus tíos y de tus amigos, que ellos no se quedarán a dormir aquí. —Asiento con la cabeza y hago lo que me dice.

Una vez se han ido todos y está todo recogido entramos al interior de la casa en la cual ya están casi todos sentados en el sofá. Se han quedado a dormir los primos de Iván, algunos amigos míos de la infancia, pasa mi sorpresa Shaina, Tomás y obviamente Abel y Lore.

Creo que este es el momento para contarlo y aprovechar que están todos.

—Chicos. —Me miran todos sin decir nada. —Me ha hecho mucha ilusión esta fiesta, en serio os lo debo todo sobre todo a ti Lore y a ti Abel, a mis mejores amigos. Os quiero mucho. —Abel intenta sonreír pero le sale una mueca de dolor a lo que noto que mi corazón se hace añicos.

Este es el momento Deni, no lo alargues.

—Tengo que contaros una cosa y sé que a algunos de vosotros no os va a gustar. Pero quiero por favor que me entendáis o al menos respetar esta decisión.

—Dilo ya Deni. —Deja escapar Lore que se le notan los nervios a flor de piel.

Muestro el anillo y algunos quedan perplejos sin esperárselo. Lore se acerca a mi asombrada y pensativa.

—¿Y ese anillo Deni? —Muerdo mi labio y justo aparece Iván por las escaleras. Todas las miradas van dirigidas a él, a mi anillo y a mi. Se pone a mi lado haciendo retroceder a Lore quién tiene la boca abierta sin poder creérselo.

—Estamos juntos de nuevo. —Me sonríe mirándome a los ojos. —Y estamos prometidos. —Acaba de decir esto último y sus primos se acercan a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡No puedo creérmelo! —Cloe me abraza tan fuerte que no me deja respirar. Luego los chicos proceden también a abrazarme pero yo solo tengo a una persona en mente. Mientras ellos hablan me acerco a Lore teniendo todas las miradas de los presentes en mi.

—¿Lore? Dime algo por favor. —Está decepcionada, lo noto en su mirada.

—¿Qué quieres que te diga Deni? Ya lo has decidido ¿no? —Asiento con la cabeza. —No me lo esperaba para nada después de todo lo que te ha hecho sufrir. En fin, solo espero que está sea la última decisión que tomes acerca de él, no quiero que vuelva a hacerte daño. —Nos abrazamos fuertemente.

—Lo siento mucho Lore, pero es que lo amo y no sé si haya tomado la decisión correcta, lo único que puedo decir es que espero que todo vaya a mejor a partir de hoy.

—Eso espero amiga mía. —Hace una pausa. —Espero que todo salga mejor que estos últimos meses. Yo no entiendo tu decisión pero la respeto y la respetaré.

—Gracias Lore. —Le susurro en el oído mientras nos abrazamos fuertemente. Un carraspeo nos hace separarnos.

—Muy bonita la historia. Pero te olvidas de los cuernos que te metió conmigo. —Se descojona. En ese mismo instante miro a Iván que está a punto de arrancarle la cabeza con la mirada. —Por cierto, muchas gracias por el regalo pero no lo necesitaré. —Dicho eso deja el paquete encima de la mesa y sale por la puerta.

—Menuda zorra. —Susurra Iván sin despegar su mirada de la mía.

—Yo creo que también me voy. —Dice Abel cogiendo a su hermano en brazos, ya que está dormido. —Pasa por mi lado sin ni siquiera mirarme a la cara.

Subimos los demás a las diferentes habitaciones para dormir.

En conclusión, lo que realmente te hace feliz a veces puede traer consecuencias con las personas que más quieres.


Editado el 21/07/2021

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora