Capítulo 2

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Nuevo día, otro día de instituto, no lo aguanto más. Menos mal que estamos en mayo y en nada se acaba el curso y por fin acabará esta tortura. Me levanto de la cama con pesadez y me dirijo a la cocina. En los taburetes de la isla, están mis tíos sentados desayunando tranquilamente.

—Buenos días. —Les doy un beso a cada uno. Cojo sitio enfrente de mi tía.

—Buenos días cariño. ¿Cómo has dormido hoy?

—Bien, pero a alguien se le olvidó despertarme para cenar y tengo mucha hambre. —Se ríen.

—Lo siento Deni, llegamos muy tarde y ni nosotros cenamos. —Asiento. Mi tía me señala un plato con tostadas y con la mirada me dice que coja una. Cojo una y me echo mermelada de fresa. Me encanta desayunar tostadas, me recuerda a mi infancia.

—Me voy a trabajar. —Mi tía se levanta de la silla para darme un beso en la mejilla. —Dile a Shaina que se levante ya o llegará tarde. —Asiento.

Se va dejándome con mi tío comiendo tranquilamente y me levanto de la silla. Pico a la puerta de la habitación de mi prima y la abre despacio sacando solo la cabeza.

—¿Qué hora es?

—Las siete y media.

—Mierda nos hemos quedado dormidos. Deni. Saca a mis padres de casa por favor.

—Esta bien prima. —Que ingenua es a veces. Cierra la puerta con fuerza. Vuelvo a la cocina y me despido de mi tío con un abrazo. Ya está bien de ser la gilipollas de turno.

Salgo de casa y me junto por el camino con Lore.

—Hola amor. ¿Qué tal tu mañana?

—Horrible.—Levanta una ceja. —Ya te contaré.

Entramos al instituto y me paro en mi casillero para sacar los libros que me tocan hoy. Voy a mi clase de historia, algún día me mataré y encima Lore siempre ha ido a la otra clase, que rabia me da. El profesor habla y habla, y así durante tres horas. Salimos al patio y me junto con Lore que ya está sentada en el banco de siempre.

—Cuéntame ya Deni. Me tienes intrigada —Me río mientras le da un muerdo a su bocata.

—Ayer cuando salí del estudio me paro Iván y hablamos. Lo ignoré tanto como pude. Shaina tuvo una cita con él y follaron en casa de mis tíos. Hoy lo encontré en la cocina de madrugada y esta mañana mi prima me dijo que sacara a mis tíos de ... —No me deja terminar la frase.

—¡Y no lo hiciste! Que zorra eres a veces. —Nos reímos. Tocan el timbre y con rabia volvemos a clase.

Ahora es otra profesora la que da el coñazo dando inglés, que bien. Me quedo dormida como siempre. No sé cuanto ha pasado pero unas manos me dan golpes en la cabeza. Resoplo y giro la cabeza encontrándome a Lore con la ceja levantada y los brazos cruzados.

—¿Qué? —Lore me da un golpe fuerte en la cabeza. Me levanto de mala gana de esa silla tan incómoda.

—Siempre quedándote dormida, lo que me extraña es que todavía no te hayan echado de clase. —Dice mientras vamos a las taquillas a dejar los libros. —Llegamos tarde al estudio. — Mierda.


Una vez cerrada la taquilla, la cojo de la mano para salir corriendo. Al menos está cerca, no me puedo quejar. Abrimos la puerta, saludamos a la recepcionista y nos metemos en el vestuario. Nos vestimos corriendo y entramos al salón.

—Tarde chicas. —Está la profesora mirando fijamente a las compañeras mientras calientan.

—Me he quedado dormida, culpa mía. —Se gira para mirarme y me sonríe delicadamente. Esta mujer es la mejor.

—¿Otra vez Deni?

—Si lo siento. Me aburren mucho las clases. —Asiente vuelve a sonreír negando con la cabeza.

Nos ponemos al final de la fila e Iván me mira de reojo y le levanto la ceja. Va igual vestido que ayer, no sé cómo todavía no le ha dicho nada la profesora de como hay que ir vestidos. Nos agarramos a la barra para empezar a calentar también.

—Plie. Releve. Plie. Releve. —Así durante un cuarto de hora.

—¡Ay joder! Me has pisado. —Miro a Iván quién justamente se había cambiado de sitio para situarse detrás de mí. Lo mataré.

—Ups —Se pone una mano en la boca. —Lo siento. —Se ríe.

—Gilipollas —Susurro volviendo a mirar hacia delante.

Hacemos un par de ejercicios más y la profesora nos manda sentarnos en el suelo enfrente del espejo.

—Chicas e Iván. Ahora saldréis de una en una a bailar un trozo de vuestra coreografía para la batalla. Lo que tengáis, no os preocupéis.

Empiezan a salir de una en una y yo soy una de las últimas. Salgo al centro y pongo la música. "Sonata" es la canción que he elegido, una pieza de Beethoven. Mientras bailo veo como se levanta Iván y sale del salón enfadado. ¿Pero qué le pasa a este chico? Acabo un trozo de mi coreografía y me siento de nuevo. Acaban de bailar las que faltan y salen del salón. Decido quedarme un rato más para acabar de ensayar una parte de mi coreografía. A los veinte minutos aparece Lore por la puerta con su bolsa colgada al hombro y su pelo mojado.

—Deni deberías irte ya. No deberías forzar tanto tu pie ya lo sabes. —Agacho la cabeza y paro la música.

—Lo sé, pero me tengo que preparar bien. No quiero volver a cagarla. Te veo mañana. —Le doy un beso y ella asiente con la cabeza.

Al los diez minutos o así entra otra persona al salón. Me giro para ver quien es. Para mi sorpresa es Iván, pensaba que ya se habría ido. Paro la música y me dirijo a la puerta del salón para irme pero él que estaba justo al lado me obstaculiza la salida. Levanto bien alta la cabeza.

—¿Puedo pasar? —Me acorrala contra la pared dejándome muy poco margen para respirar. Estoy muy asustada.

—No. ¡¿Me vas a decir por que coño no sacaste a tu tío esta mañana de su casa?! —Me grita. Me atrevo a mirarle a los ojos. Escalofríos recorren mi cuerpo del miedo que tengo. Cojo fuerza y contesto.

—No me daba la gana ser la chica buena otra vez. Estoy cansada de sus juegos.

—Hija de puta. ¡¿Tú sabes en el lío que me has metido?! —Me vuelve a chillar pero esta vez se aleja de mi para revolverse el pelo. Se me cae una lágrima del miedo, no esperaba que fuese tan violento. Cada palabra que dice es un golpe duro para mí. Se acerca con rabia mirándome desafiante.

—¡No es mi culpa que tú te vayas follando a todas! —Me da una hostia en la cara. Pongo mi mano en la cara y lo miro directamente a los ojos. Abro un poco la boca y no aparto mi mirada de la suya, solo retrocedo unos pasos. Estoy a punto de estallar a llorar pero no lo haré, no le daré esa satisfacción aunque su cara parece realmente arrepentido ya que abre sus ojos y pone sus manos en su cara. Es un maldito cabrón. Intenta acercase a mi pero retrocedo bastante más.

—Lo siento Deni, lo siento. —Susurra. Quiere tocarme la cara pero me aparto aún más.

Corro hacia el vestidor, me cambio rápidamente y corro hacia mi casa. Maldito capullo. Como se atreve a ponerme una mano encima. Y lo más estúpido es que no he hecho nada, estaba quieta.  He salido corriendo como una débil sin ser capaz de decirle nada. Empiezan a caer lágrimas de mis ojos. Maldito imbécil. Llego a mi casa  y doy un portazo por toda la rabia que tengo acumulada. Corro escaleras arriba y al entrar por mi puerta tiro la bolsa al suelo y me lanzo a la cama. Cojo un cojín y empiezo a gritar. Cada vez más fuerte. Las lágrimas no cesaban. Lo odio. Me odio.  Al rato, me quedo dormida.  

...

Me despiertan unos golpes en la puerta. Miro la hora en el reloj que hay en mi mesita. Las nueve y media.

—¡Deni a cenar! —Me pongo el pijama y salgo de mi habitación. Entro antes de bajar al lavabo para lavarme la cara. Me miro al espejo y no hay ninguna marca en mi cara, menos mal. Salgo decidida intentando poner la mejor cara.

—Hola. ¿Qué hay para cenar? —Me siento en un taburete.

—Pescado y ensalada. —Dice mi tía mientras lo sirve en mi plato. Asiento con la cabeza.

Shaina no está, mejor para mi pero es bastante raro ya que normalmente cenamos siempre juntos. Comemos en silencio mientras vemos la televisión que hay encima de un pequeño mueble cuando de repente la puerta de casa se abre dejando ver a Shaina y a... Joder no, Iván. Me mira fijamente pidiéndome perdón con su mirada a lo que yo respondo mirando mi planto. Sigo comiendo lentamente pero Shaina interrumpe el cómodo silencio para hablar.

—Mamá, papá. Lo siento. Os lo quería decir en una situación un poco formal pero dadas las circunstancias de como lo has visto tú papá, os lo presento. Este es Iván mi novio.—Abro los ojos como platos. ¿Cómo? ¿Enserio están estos dos juntos? Mientras Iván saluda a mis tíos, Shaina se coloca a mi lado, justamente al lado de mi oreja.

—Tú y yo tenemos que hablar. —La ignoro mientras sigo comiendo con tranquilidad. Iván se pone delante de mí de la isla, justo al lado de Shaina, que esta está enfrente de su padre.

—Deni que no te he preguntado lo siento. ¿Qué tal tu día de hoy en el estudio? —Dirijo mi mirada a mi tía que es la que ha formulado la pregunta.

—Muy bien, estoy seleccionada para las batallas. —Vuelvo poner la mirada en mi plato.

—¡Eso es genial cariño! —Sonrío tímidamente.

—Lo sé pero tal vez no lo consiga, tú ya sabes el porqué. —Miro a Iván fijamente quien este ya me estaba mirando desde hace un rato.

—Estará todo bien cielo. —Iván ríe casi desapercibido. Únicamente le escuché yo.

—No se te da muy bien, será mejor que te retires antes de hacer el ridículo. —No aguanto más sus tonterías.

—Eres un maldito cabrón. ¿Después de lo que me has hecho vienes con esas?—Tiro de mi pelo antes de levantarme para salir corriendo a mi habitación. Me visto con un pantalón largo ceñido a mi cintura pero bastante ancho de pierna y una camiseta básica de manga corta roja. Cojo una chaqueta porque por las noches hace un poco de frío, al menos yo lo tengo, y salgo de mi habitación. Paso por delante de ellos ignorando sus miradas aunque noto una bastante fija en mí. —Llegaré tarde. —Dicho eso doy un portazo.

No tengo ni puñetera idea de donde ir. Opto por caminar sin rumbo fijo. Camino unas calles y paro en un parque que está encima de una colina. Me siento en un columpio y me balanceo lentamente. Como ha tenido el valor de hablarme así después de todo. No lo soporto y lo acabo de conocer realmente. Antes ni siquiera nos dirigíamos muchas palabras. Me duele llorar por imbéciles como él, no debería. Me ha hecho sentir una mierda. Esta tarde con la hostia y luego con sus gilipolleces. No sé como puede soportar ser quien es. Se deslizan lágrimas por mi cara.

Miro mi móvil y ya es la una de la madrugada. Tengo un mensaje de mi tía.

Vuelve a casa Denise. Es tarde. -Enviado a las 00:21

Me levanto del columpio y voy sin prisa a casa. Abro la puerta y noto que están todos esperándome con cara de preocupación incluso mi prima e Iván. Estás tú que los creo. ¡Ja! Se levantan mis tíos del sofá y mi tía se abalanza a abrazarme. Mi tío me toca el hombro y me mira preocupado.

—Denise estábamos muy preocupados. Pensábamos que te habían secuestrado o algo. —Siempre piensa lo mismo, lo único que hace es crearme miedo. Solo han pasado cuatro horas desde que me fui que exagerados.

—Estoy bien.

—Deni tienes los ojos hinchados, no estás bien. Necesitamos hablar y que me cuentes lo que sucede. —Me zafo del agarre de mi tía y me dirijo a la entrada de la sala de estar. Sonriendo tímidamente a mi tía me atrevo a mentirle.

—Estoy bien tía. No pasa nada enserio. —Antes de irme miro a Shaina y a Iván debido a que no paran de observarme y él parece nervioso, podría decirse que bastante preocupado. Ignoro su mirada y niego con la cabeza. Voy directa a mi habitación y no dudo en tumbarme en la cama para poder dormir, si es que puedo.

Mañana será un nuevo día.

(Lore en multimedia)

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora