Escucho gritos y golpes que provienen de la sala de estar y me entran escalofríos. Bajo corriendo las escaleras donde está Shaina destrozando media sala. Los cojines por los suelos, más de un jarrón roto, fotos rotas y medio quemadas. Esta chica está un poco loca.
—¡Shaina para! ¿¡Qué te pasa!?— Sus ojos están llenos de ira y lágrimas.
—¡El hijo de puta me está engañando! — Muerdo mi labio y aclaro mi garganta. Espero que no hable de mí.
—¿Y cómo sabes tú eso?
—Una amiga ha visto a una guarra salir de su casa.— Madre mía que si habla de mí. ¿Se lo digo? No, no que esta es capaz de matarme. ¿Y qué hago? Me he metido en una buena...
—A lo mejor no estarían haciendo nada, no debes de ser tan negativa y pensar eso de tu novio. Confía un poco en él y que te explique, será lo mejor.
—Si, Deni, no me quiere. Nunca me llegará a querer eso lo sé pero me podría tener un poco de respeto. —Se pone a llorar mientras se sienta en el sofá. Tomo sitio a su lado y le paso un brazo por la espalda.
—¿Y desde cuándo te importa si alguien te quiere? Quiero decir, es Iván...
—Desde que salgo con él Deni, me siento bien pero lleva dos días bastante raro. Me puedo hacer una idea pero no puede ser. —Frunce el ceño mirándome fijamente. Mis manos están sudando en este instante, sospecha algo seguro.
—Seguro que es porqué te está haciendo una sorpresa o algo, ya verás. —Intento animarla. En realidad no sé que coño estoy haciendo, soy yo la culpable de que esté llorando y enfadada. Ahora mismo me siento muy culpable y realmente no he hecho nada.
—Es verdad, ahora lo llamo y lo arreglo con él. —Se va del salón sonriendo por mis palabras aunque estoy realmente segura de que se lo haya creído.
Recojo un poco el destrozo que ha hecho mi prima para que mis tíos no la maten. Soy igual de buena que tonta. Suena mi móvil.
—Nena ¿cómo estás?
—Muy bien Lore, cansada. Shaina está destrozada por Iván, y yo estoy metida en todo el follón. Mañana te lo explico mejor. ¿Tú como estás?
—De eso te quería hablar, estoy un poco triste. No me ha llamado Tomás... —Frunzo el ceño mientras me paso una mano por la cara.
—Ya te llamará tu tranquila o si no, llámalo tú, ten iniciativa ya sabes. — Pican al timbre. —A lo mejor solo está esperando el momento adecuado hablarte. —Abro la puerta mientras la intento tranquilizar.
—Es verdad Deni, debería de tranquilizarme y llamarle yo o esperarme. Da igual, luego te llamo, te quiero. —Me cuelga antes de poderme despedir, creo que le llamará ella con lo impaciente que es. Río internamente mientras observo a Iván parado en el umbral de la puerta.
—¿Qué haces aquí? —Contesto borde, no tengo tiempo para sus jueguecitos.
—Vengo a buscar a mi novia, por si no lo sabías, vive aquí.
Me doy una hostia mentalmente. No se porque pensaba que vendría a disculparse o algo. Desinteresada le miro a los ojos mientras me echo a un lado para dejarle pasar. Tengo que pensar en algo realmente bueno para que quiera dejar de jugar.
—Está en su habitación, pero yo de ti, inventaría algo. — No quiero que Shaina se entere que estuvo conmigo, no me lo perdonará....
El instituto cada día me pasa más lento. Historia a última hora es insufrible.
Me levanto casi corriendo de mi silla cuando suena el timbre. Coloco los libros en la taquilla y al cerrarla veo parado a Iván a mi lado sonriendo de oreja a oreja. He estado pensando en que podría hacerle y creo que lo que más le puede joder en esta vida es que lo rechacen. Quiero hacerle daño. Que empiece el juego.
—Hombre Iván, cómo tú por aquí. —No dudo en acercarme a él con aire seductora. Me mira extrañado pero se acerca mucho más a mí hasta quedar cara a cara. Madre mía como alguien conocido nos vea.
—Hola preciosa, pues tenemos que ir al estudio, pero si quieres podemos quedarnos por aquí y ya sabes... —Esto no va a salir bien, se me da fatal jugar a su juego. Carraspeo un poco y le doy un empujón.
—Vayámonos mejor, me duele la cabeza solo de hablar contigo.
—Bipolar. —Susurra. Lo dejo pasar.
Entramos al estudio y cada uno se va a su vestuario correspondiente. Es mi hora de actuar. Me visto con mi vestuario correspondiente y sin que nadie me vea me meto en del otro lado. No es que sea de chicos pero va por niveles. Le veo sentado poniéndose los zapatos y me acerco por detrás sin que me vea. Le muerdo la oreja con suavidad y le doy besos por el cuello. Noto que se estremece ante mi tacto, quiere girarse pero no le dejo. Le acaricio su espalda denuda bajando lentamente hacia sus partes. No le pienso tocar obviamente, solo dejarlo con las ganas. Sigo besándole el cuello mientras mis manos se adentran poco a poco por dentro del pantalón pero sin llegar a tocar nada, solo rozo su bóxer. Puedo ver su erección a kilómetros, no puedo parar de reírme mentalmente. Estúpido. Me levanto para mirarle a la cara y tiene esa mirada que no indica que no quiere que pares. Me río en su cara a lo que él entrecierra los ojos.
—¿Te lo has pasado bien? A ver si así te queda claro que conmigo no se juega.
—Bennet...
Que zorra soy, pero se lo merece por todo lo que me ha hecho desde que llegó.
Entro al salón y allí están todas colocadas en sus posiciones. A los diez minutos entra Iván por la puerta enfadado, me siento mal en verdad.
—Ahora que Iván por fin ha llegado, os colocaréis con las parejas del otro día e improvisaréis un poco.
La he cagado pero bien... Se vengará de mí. Iván se ofrece a que seamos los primeros así que nos ponemos uno enfrente del otro. Acto seguido mi profesora le da al play y la música comienza a sonar. Se me ocurre ponle mi pierna encima de su hombro a lo que él me sonríe pícaro y me da una vuelta y se tira para atrás. A continuación hace que dé otro giro, pero este se sale totalmente de lo que he bailado por lo que me resbalo. No duda en cogerme por la cintura para que no me caiga por lo que quedamos él arriba y yo abajo, cara a cara. Nos miramos a los ojos. Baja la mirada a mis labios y no duda en besarme. Lo aparto de un empujón y salgo corriendo del salón donde todas se nos habían quedado mirando. Esto se nos ha ido de las manos. No puedo dejar que vuelva a besarme, es tan parecido a Hugo que me da miedo que se le vaya de las manos. Él solo me traerá problemas.
Me siento en el banco y me quito las zapatillas, el pie me duele muchísimo por lo que acaricio con suavidad el bulto. Tendré que ir al médico si esto sigue así.
Se abre la puerta dejándose ver a la profesora. Se sienta a mi lado y sin decir nada me abraza, al momento me pregunta.
—¿Qué te pasa Deni? Te noto bastante rara y no me refiero con Iván, eso no es de mi incumbencia.
—Hace unos días me di cuenta de que me ha salido un bulto en el pie. Es muy parecido al de la última vez. —Coge mi pie para observar el bulto con una cara que expresa pena.
—Tienes que ir al médico Denise. Esto se podría complicar y podría causarte muchos problemas.
—Tengo mucho miedo. Tengo miedo de que me vuelvan a escayolar el pie, tengo miedo de no poder bailar más. Las competiciones están a la vuelta de la esquina y tengo que seguir ensayando. —Empiezo a llorar.
—Deni, déjame que te diga una cosa. El estilo que tú tienes, el esfuerzo que tú has hecho y todas las virtudes que tú tienes no se encuentran en ningún lado. Bailarás. No te van a escayolar el pie, ni vas a dejar de bailar. Deberás de ir ahora mismo, yo tengo que seguir aquí si no te acompañaría pero pídele a Lore o Iván que vayan contigo pero no lo hagas sola. —Niego con la cabeza al escuchar su nombre.
—No Iván no. Nunca me tendrías que haber puesto con él, si me junto con Iván, me pasará lo mismo que. —Lloro aún más. —Solo me traerá problemas y usted lo sabe.
—Deni, mírame.—Hago lo que me pide. —Te puse con él porque creí que dejarías de lado los pensamientos que aún sigues teniendo con Hugo. Lo que pasó con él, es pasado. Iván es diferente, te ve con otros ojos Deni y más con lo que ha pasado hace nada en el salón. —Niego con la cabeza. Eso solo ha sido un estúpido juego. —Si, Iván no te va a hacer lo que te hizo Hugo, solo tienes que darle una oportunidad. —La abrazo y noto como la puerta se abre despacio. La profesora se levanta y le da unas palmadas en la espalda a Iván.
Entra y se sienta a mi lado mientras me seco las lágrimas. Me mira y acto seguido mirar al suelo.
—Lo siento Denise, esto se nos ha ido de las manos y no quiero que pienses que eres solo un juego. Solo dime, ¿Qué pasó con Hugo?
—Iván yo... Lo siento, no puedo. — Me levanto para irme pero me coge de la mano. Se sitúa delante de mí y me mira a los ojos.
—Deni, ¿qué pasó con Hugo? Dímelo por favor, es importante para mí. —Hugo era uno de sus mejores amigos en el pasado hasta que se fue de la ciudad y ya no se supo más de él. Me siento a su lado y suspiro. Iván aprieta más nuestras manos.
—Primero de todo Iván, solo nos conocemos realmente desde hace qué, ¿dos, tres días? No soy así y no sé por qué he querido jugar a lo que sea que estábamos haciendo.—Me interrumpe.
—Nos conocemos desde hace mucho más pero nunca has querido hablar conmigo.
—Ese no es el caso, quiero explicarte por qué no me gusta juntarme con los de vuestro tipo. Hace un año o un poco más, tu amigo se apuntó a clases de ballet. —Miro al suelo.—Él era el más de todo y yo en esa época estaba completamente enamorada de él, salimos bastante tiempo eso ya lo sabes y era un milagro que estuviera aquí. Me empecé a juntar con los de vuestro tipo, no rendía bien en ballet y llegaron las batallas e hizo todo lo posible por bailar conmigo cuando no se podía pero hicieron una excepción. Yo no sabía por qué lo hacía. Delante de los jueces, delante de un montón de personas, Hugo me tenía que coger al aire y no lo hizo, me caí. Me torcí el pie. Lo más duro no fue eso, se empezó a reír de mí y a decirme que era una basura que todo este tiempo estaba conmigo porque intentaba ganar una apuesta con unos amigos que tiene en Madrid, de que haría todo lo posible para que yo no ganara la batalla y así que ganara su otra novia por así decirlo. Tal vez esa historia te suene, los rumores vuelan... Luego me tuvieron que operar el pie más de cinco veces en dos meses. Me dijeron que se curaría y así ha sido pero dentro de un mes serán de nuevo las batallas, y me da miedo. Mi pie ya no es el que era antes y me vuelve a fallar por este maldito bulto. — Le miro fijamente a los ojos. —Tengo miedo. —Susurro lo más sincera posible.
Quien lo iba a decir que hace menos de una hora le estaba provocando y ahora sincerando.
Toca su pelo con la mano que tiene libre y seguidamente me acaricia mi mano.
—¿Crees que yo podría hacerte lo mismo que lo que te hizo Hugo? —Sus ojos desprenden tristeza y rabia.
—No lo sé, no sé si tú eres igual pero entiende que me de miedo volver a juntarme con otra persona del mismo grupo de Hugo.
—¿Crees que soy como Hugo? ¡Deni date cuenta que no soy como él! —Grita. No llores Deni, aguanta. Le miro con decepción y rabia. —Él es un cabrón que no supo valorarte, Deni yo... — Me levanto de golpe.
—Yo no se si eres como él. ¡No te conozco Iván! Me pegaste y no sé por donde pillarte. Eso da a pensar cosas ¿No crees? —Hago una mini pausa. —No se si eres un gilipollas o una buena persona. Tal vez me equivoque pero no debo juntarme contigo, alejate de mí por favor. —Medio suplicoCojo mis cosas y salgo de ahí. Ahora si las lágrimas caen con fuerza. Vuelven las lágrimas. Decido ir a casa de Lore pero no hay nadie. La llamo al móvil y nada, no contesta. Pienso rápido y pongo rumbo al banco del otro día, es muy solitario y muy tranquilo.
Llego después de un cuarto de hora andando. Me siento en el banco mientras respiro profundamente. Me quito las bambas y la chaqueta. ¿A dónde quiere llegar Iván? Estos días ha puesto mi vida patas arriba, y no en el buen sentido. ¿Y qué pasa con Lore? Dónde se ha metido cuando más la necesito...
Tengo que ir a un sitio. Allí obtendré respuestas.
Editado el 28/03/2020

ESTÁS LEYENDO
Yo ballet y tú hip hop
Teen FictionElla una profesional del ballet. Él un aficionado al hip hop. Ballet y hip hop, dos tipos de bailes muy diferentes pero a la vez muy iguales. ¿Qué pasaría si su prima estuviera metida en el asunto? ¿Qué pasaría si su ex volviese con ganas de acabar...