Capítulo 24

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Escucho voces alrededor mío de personas que no conozco. Lore está conmigo. Por fin, cuando puedo, abro los ojos y me encuentro algo confusa, mareada. Hay mucha gente mirándome con preocupación. Lore al verme abrirlos sonríe y me ayuda a ponerme de pie. Ya me acuerdo de todo. Las lágrimas vuelven a caer sin parar. Lore me ayuda a sentarme donde minutos antes estaba desmayada.

—Deni ¿cómo te encuentras?

—Un poco mareada. —Tapo mi cara con las manos. Solo quiero que la gente se vaya.

—Gracias a todos los que os habéis preocupado, pero ahora mi amiga quiere estar sola. —Dice a las demás personas. Poco a poco se van yendo. Se sienta a mi lado de nuevo.

—Me tenías muy preocupada. Llevabas 10 minutos sin dar ni una señal de vida. —Me mira con pena. —¿Qué ha pasado Deni? Tú no te desmayas por nada y lo sabes. —Ya no aguanto más. El llano sale junto con una marea de lágrimas.

—Es Iván. —La miro fijamente quién me abrazaba por los hombros.

—¿Cómo?

—Iván estuvo en las batallas pasadas. Él le ayudo. ¡Ayudó a Hugo! —Grito en un llanto. Su cara no puede estar más atónita.

—¡¿Qué?! ¡Maldito hijo de puta! Ya sabía yo que no era de fiar. —Hace una larga pausa. —¿Cómo te has enterado? —Le enseño las fotos que Hugo me envío hace unos minutos.

Una de las fotografías está hecha en el teatro Liceo, donde hicimos también las batallas el año pasado con la ambulancia de fondo y ellos dos sonriendo y la otra, entre bastidores con nosotras de fondo mientras se estrechan la mano. Todas ellas coinciden con la fecha y el día de las batallas. Cierro los ojos, el dolor invade todo mi cuerpo.

Iván colaboró con él. Lo sabía todo desde el principio y no tuvo el valor de explicármelo. Estoy enamorada del tío que casi me mata. Todo este tiempo he estado engañada y no me olía nada. Desde que lo vi por primera vez después de tanto tiempo en el salón de ballet, sabía que no me tenía que fiar de él y caí, como una tonta.

—¿Qué vas a hacer?

—Irme Lore. Quiero ir a Londres y no volverlo a ver en mi vida. —Asiente con tristeza.

—Iremos a por tus cosas a su casa y las dejarás en la mía. —Asiento con la cabeza.

El viaje no duró mucho, el centro comercial está solo a diez minutos en bus. Lore tuvo en cuenta de que Iván no estuviera en casa, no me lo quiero encontrar por nada en el mundo. Corro a su habitación y saco todas las maletas que me traje en su día, con su ayuda metemos toda la ropa en ellas lo más rápido posible. Obviamente no me cabe toda, la hemos metido bastante mal. Cojo la bolsa de deporte y meto objetos personales, los más importantes. Bajamos las maletas al portal y por último, dejo la llave en la mesa de la cocina junto a una carta para él. Nuestro final está escrito. Miro por última vez la casa antes de subirnos al bus y desaparecer entre las calles.

NARRA IVÁN:

Estoy agotado, llevo todo el día buscando trabajo. Quiero irme a vivir con Denise. A parte, no quiero pasarme toda mi vida en casa y menos con mis padres. Llevo semanas pensándolo, el proponerle que nos busquemos un piso en las afueras de alquiler mismo, solos ella y yo. Entro en casa y voy directo a la cocina, estoy sediento. ¿Qué es esto? Cojo la llave de encima de la mesa y miro la carta. "Para Iván" No puede ser. Abro corriendo la carta y empiezo a leer.

Hola Iván.

Creo que nunca tendría que haberte escrito esta carta, simplemente tendría que haber salido corriendo sin mirar atrás, pero tú has sido parte de mi vida y mereces una explicación. O quizás, la explicación la merezca yo, si la hay claro. No me busques, no me llames, no intentes saber de mi porque yo para ti ya no soy nadie. Me has engañado, pero lo que más me duele, es que me haya enterado por otro de lo que hiciste. ¿Sabes? Estoy enamorada de ti. Estoy demasiado enamorada de ti como para olvidar lo que has hecho. He confiado plenamente en ti todo este tiempo y tú solo mientras, me la clavabas por la espalda. Nunca pensé que habrías tenido algo que ver con Hugo, pero entiende que estoy decepcionada, enfadada, dolida. Aquel día me ha atormentado todo este tiempo. Me han operado tantas veces y todas por tu puta culpa. Básicamente, te odio. Y lo que más odio es que te hayas tenido que cruzar en mi camino, porque todo este maldito tiempo he sido un puñetero juego para ti y para tu ¿amigo? Hugo. ¿Creías en serio que nunca me enteraría de lo que pasó el 4 de agosto? Eres un hijo de puta, y que quede bien escrito. Ya entiendo todo sabes. Hugo me violó y tú lo sabías, Hugo me hizo la vida imposible y tú, obviamente lo sabías porque eres su maldito perro. Y lo que también más me duele, es que Shaina lo sabía todo y tú la amenazaste para que no me lo contara. Hablasteis de cómo me sentiría al saberlo y ¿sabes cómo me siento? Como una puta mierda por eso quiero que sufras. Me has roto en mil pedazos y esto acaba aquí. Voy a dejarte esta carta para que me recuerdes y sientas como tu corazón poco a poco, si realmente me quieres, se contrae y se rompe. Ahora, justo ahora, sentirás lo que llevo sintiendo todo el día y lo que sentiré hasta que te olvide. Serás difícil de olvidar, pero lo haré. Pero necesito que me ayudes y que no entrometas. Seré feliz sin ti.


¡Dios no! ¡Joder! Me caigo al suelo entre lágrimas. Cómo he podido ser tan gilipollas. No puede ser. Vuelvo a leer la carta, dos, tres veces. Estoy roto, sí. Me duele mucho. No quería que se enterara así, ¡dios no! La amo mucho, muchísimo. Lo que siento por ella es real. Si él no me hubiera arrastrado hasta allí nunca hubiese sido cómplice de sus mierdas. Llevo tanto tiempo enamorado de ella, que cuando la tuve no la supe valorar y cuidar.

Lloro aún más fuerte. Subo corriendo a la habitación y como me imaginaba. Vacía. Se ha llevado casi todo. Cojo la foto de nosotros dos en la playa y no puedo evitar llorar más fuerte. La he perdido. Soy un completo imbécil.

Cojo las lleves del coche y de nuevo, salgo corriendo hasta él. Arranco y voy directo a casa de sus tíos. Bajo con rapidez para acercarme a la puerta y picar muy fuerte varias veces. Salen sus tíos con cara de preocupación y enfado. Veo a Shaina de fondo en la escalera. Se lo está imaginando por mi cara.

—¿Está Deni? —Niegan con la cabeza.

—Ella aún sigue un poco molesta con nosotros. Se lo noto. —Sin seguir escuchándolos, vuelvo corriendo al coche. Está con Lore.

Aporreo la puerta. No me abren por lo que pico unas cuantas veces más.

—¡Lore! —Me cuesta gritar con todas las lágrimas que salen sin parar. —¡Deni! ¡Sé que estáis aquí! —Pico una vez más. —¡Nunca quería hacerte sufrir Deni! ¡Te amo y no quiero perderte!

Lore abre la puerta con la cadena puesta. No puedo verla muy bien pero puedo hablar con ella cara a cara. Está muy enfadada.

—Solo quiero hablar con ella. Tengo que explicarme, no fue así. —Seco las lágrimas con la mano.

—Ella no quiere verte, te lo dejó muy claro.

—Por favor, escúchame.

—¡Escúchame tú! Voy a llamar a la policía como no te vayas. No quiere verte ni escucharte. Estás muerto para Deni.

—Todo fue un error. Solo quiero explicarme. —Cada vez que abro la boca, se apaga más mi voz. —La amo mucho. ¡Hugo solo me engañó!

—Está sufriendo y no te estás dando cuenta que tenerte aquí para ella es peor. Cada segundo que pasa la cagas más, como siempre. —Hace una pausa. —Nunca la había visto así y ¿sabes por qué? —Niego con la cabeza. —Porque ella nunca ha estado más enamorada de nadie que de ti y la has roto en mil pedazos. —Las lágrimas siguen saliendo sin parar.

Escucho un ruido de fondo y efectivamente es Deni. La miro directamente a los ojos, esos ojos preciosos que ahora están envueltos en lágrimas. Yo soy la razón por la que está así. Al momento, la puerta se cierra en mis narices. Me apoyo en la ella para dejarme caer. Se la escucha gritar, muy fuerte. Cada vez llora más y más fuerte por mi culpa.

NARRA DENI:

Toda la noche igual. Sin dormir por culpa de los llantos. Lore no se ha separado ni un segundo de mi lado. 

—¡Lo odio! —Grito y lloro a la vez. Lore me acaricia la cabeza. —Lo amo. —Digo en un susurro. 

—Tranquila, todo pasará. —Me susurra.

...

Ya es la hora. Cogemos las maletas y nos subimos en el coche de Tomás. Él se ofreció hace un tiempo a llevarnos al aeropuerto. En el camino, solo pude pensar en Iván y en los buenos momentos que hemos tenido juntos. Todo retumba tan rápido dentro de mi, pero eso ya se acabó.


Editado el 18/09/2020

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora