Capítulo 17

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El cielo está despejado, perfecto para ser el último día aquí. Vuelvo mi cara para observar a Iván dormido, es muy guapo incluso con la boquita medio abierta. Se me ha ocurrido algo. Cojo la cámara de Iván que está encima de una pequeña mesa de centro y con cuidado de no despertarle empiezo a hacerle fotos. No soy una experta pero me suelen quedar bastante bien. Hago unas cuantas más y la dejo justo donde estaba para que no sospeche nada. Me visto con el vestido de anoche y salgo de su cabaña para dirigirme a la mía.

Una vez dentro, con cuidado de no despertar a Lore y a Tomás, me pongo el bikini amarillo y encima un vestido ligero blanco y mis sandalias. Cojo un par de cosas más y vuelvo a la cabaña de Iván. Este está levantado buscándome desesperadamente. Corriendo se sitúa delante mío para abrazarme con fuerza mientras susurra "Está viva" ¿Por qué no lo voy a estar?

—¿Qué pasa? —Se separa de golpe mientras me mira con pena y miedo.

—¡Joder Denise! Tendrías que haberme despertado, tenía miedo. —Se sienta en la cama apoyando sus manos en su cabeza. —Si te pierdo no sé que haría. —Está preocupado por Hugo, se le nota a leguas que tiene miedo de que me haga algo. Cojo su cabeza entre mis manos y me siento encima suyo rodeándole la cintura con mis piernas.

—Tranquilízate, todo va a estar bien. —Me acaricia la cara con suavidad.

Me inclino para darle un suave beso. Pero la palabra suave se queda atrás. Iván coge mi culo con fuerza y lo estampa contra sus partes haciéndome gemir ante el tacto. El beso pasa a un nivel más agresivo. Quita mi vestido tan rápido que no me da tiempo a notar que ahora estoy yo debajo de él. Sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo para luego situarse en mi parte de arriba del bikini. Con cuidado la quita dejando mis pechos al descubierto. Besa todo mi cuerpo con cuidado subiendo poco a poco a mis pechos.

Giro mi cuerpo quedando encima de él. Ahora soy yo la que beso todo su torso desnudo para a continuación bajar su bóxer y meter su miembro dentro de mi boca.

Hacemos maravillas en un momento, pero es hora de irnos. Podremos continuar en otro momento. Nos vestimos y salimos de su cabaña.

Una vez en la playa me quito la ropa corriendo para salir pitando al agua. Parezco una niña pequeña. Iván al contrario, se sienta en la toalla mientras me observa divertido. Hago un gesto para que venga conmigo pero no quiere. Doy unos largos más antes de salir del agua, que hoy en especial, está muy buena. Escurro mi cabello antes de tirarme encima de él.

—Estás helada. —Nos reímos. Me siento delante de él apoyando mi espalda en su torso. Iván aprovecha para abrazarme y besarme la cabeza. Parecemos la típica pareja de enamorados.

Al rato, diviso a Lore corriendo hacia nosotros con lágrimas en los ojos. Me levanto corriendo para abrazarla, ella mientras esconde su cabeza en mi cuello para llorar más fuerte. La separo un poco y hago que se sienta entre los dos.

—Cálmate Lore, respira. ¿Qué ha pasado?

—Hemos discutido. Y, —Sorbe la nariz. —Y se ha ido de la cabaña enfadado sin decirme nada. —Apoya su cabeza en mi hombro.

—¿Y de qué habéis discutido?

—Ha sido una tontería. Había planeado una escapada este verano y me he negado porque tú y yo nos vamos a Londres. Claro, es tan perfeccionista que eso no entraba en sus planes. —Resopla. Mira a Iván. —¿Puedes hablar con él? A ti te escuchará. —Este asiente y se va. Tendría que contárselo.

Este viaje es tan especial para nosotras. Lo planeamos cuando tan solo eramos unas crías y con esfuerzo, por fin lo hemos conseguido. Después de las batallas nos iremos a Londres un tiempo, sin billete de vuelta, como una experiencia de vida y como regalo por nuestra graduación.

Pasamos todo lo que queda de día juntas, del chiringuito al agua y del agua al chiringuito. Los chicos no han dado señales de vida, espero que estén bien. Hacemos noche de chicas una vez en la cabaña, hablamos de mil cosas, una de ellas fue el tema chicos, de Hugo y el tema más importante, las batallas. Lore se queda dormida pero yo no puedo dejar de pensar en Iván. ¿Estará bien? Lo he llamado mil veces pero no me lo coge. Con lo que pasó anoche, estoy bastante preocupada. Me levanto con cuidado de no despertarla y salgo al porche de la cabaña. Me siento en la escalera y respiro hondo, que tranquilidad hay en este lugar. Ojalá vivir aquí.

Iván aparece delante mío y se sienta a mi lado poniendo su mano en mi pierna, la acaricia. Giro mi cara y me da un ligero beso en la cabeza. Ninguno se atreve a hablar, por lo que solo se escuchan nuestras respiraciones. Tenemos muchas cosas que contarnos.

—Me iré a Londres un tiempo con Lore. —Me aprieta la mano.

—Me alegro mucho Deni, enserio. A mi no me cabrea que te vayas, es más estoy encantado de que puedas emprender un nuevo proyecto con tu mejor amiga.

—Volveré, ¿lo sabes no? —Asiente con la cabeza al mismo tiempo que la apoya cabeza en mi hombro.

—Ahora que hemos empezado esta relación, me gustaría decirte que no quiero ser un obstáculo en tu vida sino un apoyo. —Sonrío satisfecha con su respuesta, es lo que estaba buscando. Cojo su cara para que me mire a los ojos.

—Te quiero Iván, muchísimo.

—Y yo Deni.

Nos besamos despacio. Por mi cuerpo recorre esa sensación de amor, en la que sabes que todo estará bien y que él estará allí donde yo esté.

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora