Capítulo 23

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Iván me abraza con fuerza y me alza por los aires.

—Lo has hecho genial cariño. —Nos damos un beso. Una vez en el sueño, Lore se acerca a mi para abrazarme.

—Has estado increíble y he visto a mucha gente del público llorar. —Alguien tose a nuestras espaldas. Nos giramos y no puede ser otro más que Hugo. Iván se acerca a él con los puños apretados.

—¡¿Qué coño haces aquí?! No puedes entrar. —Parece que en cualquier momento acaban a hostias. Le toca actuar a Lore. Me acerco a ella y le deseo buena suerte. Iván aprieta contra la pared a Hugo, este solo sonríe.

—De, lo has hecho de maravilla. Mejor que la última vez por supuesto. —Se ríe y me acerco rápidamente a él para meterle un puñetazo en la cara. Esto sienta de maravilla. —¡Serás puta! —Y ese ha sido su fin. Iván aprieta más los puños para luego estamparlos en su cara. Esto no me está gustando nada.

—¡Iván para! ¡Lo matarás! —Me mira con los ojos enfurecidos por la rabia y lo deja ir. Se acerca a mi par besar mi cabeza y sacarme de allí. A los segundos, dos hombres de seguridad se llevan a Hugo a rastras.

Me he perdido medio baile de Lore, pero la veo terminar. Me encanta como baila, le pone mucho sentimiento y eso siempre gusta al público. Al acabar viene corriendo hacia mi para abrazarme.

—¡Estaba muy nerviosa!

Ahora es el turno de Iván. Se levanta después de darme un beso y desaparece por el pasillo hasta el escenario. Ahora que me fijo, ¡no lleva mallas! Se pone en el centro del escenario, coloca bien su gorra y hace un gesto para que pongan la música. Me mira y empieza a bailar al son de la música. Está mezclando pasos de ballet y hip hop, no es nada parecido a lo que he estado viendo estos últimos días. Ha mezclado dos canciones, Xriz- Me enamoré y Flip mayor- My name Flip. Salta dando palmas para que el público continué. Aprovecha y se agacha para hacer un giro en el suelo. Mueve los brazos y se pone de puntillas, da dos saltos y mueve las piernas sin moverse del sitio, se ve que ese es un paso de hip hop. Salta y cae al suelo para después hacer una voltereta y recomponerse. Hace movimientos con la cabeza y con sus brazos que no sé ni definir. Con una pierna al aire cae al suelo y se mueve de una forma seductora. Madre mía, esto se está poniendo caliente. Se gira dando la espalda al público y me guiña un ojo. Se quita la camiseta y tira la gorra al público. Un grupo de chicas gritan al verlo. ¡¿Pero qué hace?! Sube la pierna a la cabeza y hace unos giros.

Sigue al ritmo de la música durante un rato más y se planta a mi lado para cogerme de la mano y sacarme al escenario. Definitivamente está loco. El público se queda expectante, nunca nadie había hecho esto. Es la parte que ensayamos juntos. Hace un gesto con la cabeza para que lo siguiera y asiento con la cabeza para empezar. Hace un giro en el aire y yo me abro de piernas para pasar por debajo suyo. Coge mis manos y me sube a sus hombros. Da giros conmigo encima y nos quedamos de pie uno enfrente del otro. Coge mi mano y me enrolla a su cuerpo, subo mi pierna en su espalda mientras él me coge de la cintura. Giramos y es la hora del salto final. Nos separamos y corro hacia él. Me alza por el aire dando vueltas. Me deja en el suelo y saludamos al público, quienes no paran de aplaudir por semejante espectáculo.

Entramos a los bastidores con una gran sonrisa en la boca. Me giro para mirarle.

—Definitivamente estás loco. ¿Cómo se te ocurre? —Sonríe mientras pasa un brazo por mi cintura para acercarme a él.

—Te amo. —Susurra en mis labios. —Ha salido según lo planeado. —Nos besamos durante un buen rato mientras las compañeras y la profesora aplauden.

Nos cambiamos de ropa y salimos fuera. Esto hay que celebrarlo. Aparecen Abel y su hermano de entre la gente. Me abrazan muy fuerte los dos. Abel me separa del grupo para hablar en privado, pero bajo la atenta mirada de Iván desde lo lejos.

—Nosotros nos vamos a ir ya. Tenemos que acabar de hacer las maletas y prepararnos el vuelo de mañana. —Asiento con la cabeza. —Te voy a echar de menos. —Las lágrimas no dudan en salir.

—Te quiero mucho Abel. Espero que os vaya muy bien y espero veros pronto. —Nos abrazamos de nuevo.

—Te llamaré de vez en cuando ¿vale? —Asiento con la cabeza mientras me seco las lágrimas. —No llores Deni que me harás llorar a mi. —Nos reímos. —Te quiero.

Nos damos el último abrazo y se marcha junto a su hermano. Le echaré de menos. Me vuelvo a juntar con los demás y aparecen mis tíos y Shaina.

—Has estado genial Denise. —Dice mi tía esperando una reacción de mi parte.

—No llamaremos a nadie. —Se refiere a los abogados. —Eres casi una adulta y no podemos controlarte la vida. Lo sentimos mucho.

—Lo siento. —Añade mi tía a la disculpa de mi tío. A todo esto, Lore e Iván están expectantes a la situación y a mi reacción.

—Necesito tiempo. Espero que lo entendáis. —Asienten con la cabeza. No esperaban esa respuesta.

—Os felicito. —Shaina no aparece demasiado entusiasmada.

El resto del día nos lo pasamos juntos con todas las compañeras y la profesora. Comimos en un restaurante bastante caro para mi gusto, pero un día es un día. Y finalmente, nos fuimos a casa de Iván. Estoy demasiado feliz. Por todo esto y porque en menos de dos semanas nos iremos a Londres. Lore y Tomás se van en dos días Italia y cuando vuelvan quedaran cinco días para el mejor viaje de mi vida.

Ponemos la música a tope en el jardín y nos metemos en la piscina. Nos lo hemos ganado. Al momento recibo un mensaje de Hugo. Me aparto un poco de ellos para que no me vean.

"De, te espero dentro de quince minutos en el parque del otro día. Ni se te ocurra no venir."


Estoy harta de sus amenazas pero es capaz de todo si no voy. Parezco una puta sumisa que no se puede defender. No tengo nada que perder.

Me despido de los chicos excusándome de que voy a la tienda a comprar algo para comer. Iván se ofrece a ir conmigo pero le insisto en que puedo ir sola. No me gusta hacerle esto. Al llegar al parque veo a Hugo en la misma posición de la última vez. Sentado en el banco fumando. Al verme se levanta.

—Habla rápido. No tengo todo el tiempo del mundo. —Me mira sonriente.

—Solo quiero que veas unas fotos y después irás atando cabos.

—No quiero ver nada. —Levanta la ceja y empieza a buscar en su móvil. Son fotos de ellos dos, Iván y Hugo. Era obvio que tendrían fotos juntos, al fin y al cabo eran mejores amigos. —¿Y? ¿Esto es todo? Ya sabía que erais mejores amigos.

—No preciosa, no es solo eso. Lo tendrás que averiguar tu solita. —Lo miro extrañada. Qué quiere decir.

—Eres despreciable y espero que algún día te ocurran cosas horribles.

Dicho eso, salgo corriendo al supermercado. Otra vez, me había hecho venir para nada. No podía presentarme en casa de Iván sin nada. Al segundo recibo las fotos que me había enseñado antes. Lo ignoro.

Cuando entro en su casa, veo que no hay nadie. Solo he tardado veinte minutos. Solo están los primos e Iván viendo la televisión. Me siento con ellos y dejo la comida encima de la mesa. Ahora me entero de que estos son los últimos días de los primos aquí. Los echaré de menos. Al final, se están yendo todos. Bueno, no hay mejor forma de pasar las vacaciones que con Iván.

...

Han pasado doce días. Demasiado intensos. Sin Abel, sin Lore y sin los primos, Iván y yo nos hemos pasado el tiempo haciéndolo. Ya sabéis que, no hay que entrar en detalles. Algunos días íbamos a la playa, otros nos quedábamos en su piscina, salíamos a cenar de vez en cuando a restaurantes y poco más. Mucho amor.

Esta mañana me he despedido de la cafetería. No ha sido un mal trabajo tengo que admitir. He cobrado bastante para juntarlo con mis ahorros. ¡Mañana me voy a Londres! Echaré de menos a Iván pero solo serán dos semanas, podremos aguantar sin vernos. El otro día hablé con Abel y está genial con su familia. Hacia mucho tiempo que nos los veía y está encantado de ver a su hermano feliz. Me alegro tanto por ellos, pero se le echa de menos.

Lore y yo nos encontramos en el centro comercial para acabar de hacer las últimas compras de última hora. Siempre vamos tarde.

Recibo un mensaje de Hugo.

—Cariño, ¿has visto ya las fotos?

—No me llames así capullo.

—¿Las has visto o no?

—No, claro que no.

—Pues será mejor que las veas antes de irte a Londres.

Cómo sabe él que me voy a Londres. Maldito capullo. Ignoro su mensaje pero es cierto que cada vez me estaban entrando más ganas de ver las malditas fotos de nuevo. Aprovecho que Lore está en una tienda para verlas, no puede haber nada malo ¿no?

Son las mismas que me enseñó en el parque, no tienen nada de especial. Aunque, algunas me llaman la atención. Amplío la imagen y lo veo. El mismo lugar, la misma fecha. Se me nublan los ojos por las lágrimas. En un momento todo se torna oscuro.


Editado el 15/09/2020

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora