Capítulo 37

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NARRA IVÁN

Este poco tiempo que llevo en Francia ha sido horrible. La echo tanto de menos. Y lo que más me jode es que ha sido por mi culpa, por mi puta culpa. Por lo que tenía que alejarme de ella, de todo lo que me recordase a ella. Francia ha sido el mejor lugar, está cerca de casa pero a su vez lejos de Deni. De momento me alojo en un hotel pero ya tengo un pequeño piso mirado para alquilar, al menos durante unos meses hasta que todo se calme. Mis padres al principio no estaban a favor de que me fuera solo pero soy mayor de edad, tengo derecho a vivir mi vida y sobre todo a rehacerla. 

Con la tontería llevo un mes aquí. Fui a buscarla después de que mis primos me dijeran que se desmayó al saber que me fui, tenía una pequeña esperanza de volver con ella, de que todo fuese como antes, pero no. Deni decidió cortar todos nuestros lazos y tiene razón. Soy un capullo por no estar con ella cuando más me necesito. Si tan solo hubiera llego a tiempo, no la habría violado y seguiríamos juntos. 

En fin, se acabó. Ella mismo lo dijo. 

Miro el anillo que le regalé y un dolor se apodera en mi. Deseaba casarme con ella algún día, verla vestida de blanco en un precioso altar con nuestros amigos reunidos. Lloro al imaginármelo. 

Busco el móvil por todos los lados y al fin lo encuentro en el baño. Miro la pantalla y ¡dios mío! Deni ha dejado un mensaje en el contestador. 

Estoy tan nervioso. ¿Qué querrá después de todo? ¿Volver conmigo? No seas idiota. ¿Estará bien? Pongo el mensaje para escucharlo.

—Em. —Hago una pausa. —Hola Iván, soy Deni. Lo siento por hablarte ahora después de lo que decidimos el otro día pero tengo una cosa que decirte y no sé si esta será la mejor manera, a través del móvil, para contártelo pero tienes que saberlo. Iván yo.

Pip

Mierda y más mierda. ¡¿Qué quiere decirme?! 

Empiezo a sudar. Estoy tan nervioso en estos momentos. ¿Qué es eso tan importante que tengo que saber? No me importa la hora que es, necesito saberlo.

La llamo y a los dos tonos suena su voz de dormida.

—¿Hola? ¿Quién es? —Me imagino que está tan dormida que no se ha fijado en mi nombre. 

—Deni. —Susurro. Al momento se recompone y se escucha un ruido como si se estuviera poniendo de pie.

—Iván. —Susurra. —¿Has escuchado el mensaje? 

—Lo he escuchado. —Digo rápidamente.

—Tenemos que hablar. —La típica frase que se suelta cuando nada bueno sucede. 

—¿Qué pasa Deni? —Digo secamente. No quiero sonar tan borde pero tampoco tan desesperado. Al final fue ella quien me dejó. La escucho llorar lejos. No quiere que la escuche. —Cariño me estás asustando. 

—Iván. —Susurra de nuevo. Creo que no tendría que haberle dicho cariño, le ha dolido. —No puedo decírtelo por aquí, no puedo. —Se escucha un golpe seco y un grito.

—¡¿Qué ha pasado?! —Su respiración es pesada. —Deni contéstame. 

—Iván tenemos que vernos, no puedo por aquí. Lo siento. 

Y cuelga la llamada. 

Me paso las manos repetidamente por la cabeza y respiro hondo. Tranquilo Iván no será nada ya verás. 

¿Y si está enferma?

¿Y si quiere volver conmigo?

¿Y si me necesita como un amigo? 

Yo ballet y tú hip hopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora