—¡¿Qué mierdas haces aquí Hugo?! —Nos levantamos todos para ver que pasa.
—Hombre chicos. —Se asoma un poco por la puerta. —Veo que estáis los dos. De, cómo va todo preciosa —Me mira con una sonrisa asquerosa. Iván aprieta los puños mientras se interpone entre los dos. Joe estaba muy pegado a mi. —Ya te ha contado lo que hizo conm. —No llega a acabar la frase debido a que Iván le pega un puñetazo en la nariz y le cierra la puerta de un portazo.
Me estremezco al momento. ¿Qué coño acaba de pasar? ¿Qué quería decir? Iván se acerca a mi y me abraza, se le nota destrozado y arrepentido por algo que desconozco. Le miro con extrañeza pero prefiero no preguntar, al menos por ahora.
Acabamos de desayunar y como me prometió ayer, vamos al acuario. Después tendremos una clase larga de ballet pero en casa, necesitamos ensayar para las batallas, solo quedan tres días. Me parece increíble otro año más que se va y otras batallas que parecían super lejanas ahora están ya aquí. Espero no arrepentirme de hacer estas. Tendré que llamar a la profesora para hablarle acerca del trabajo como profesora de niños. Espero que me pueda enchufar si no lo llevo muy crudo.
El trayecto hasta el acuario lo pasamos en silencio. No paraba de darle vueltas acerca de lo que quería decir Hugo e Iván tampoco parece muy concentrado, es más, está disperso desde que apareció.
—¿Qué quería decir Hugo? —Me mira por un momento y vuelve su mirada a la carretera.
—Ni idea, pero eso de que se presente en mi casa me toca los huevos. Deni, nunca hagas caso a lo que te diga él por favor. Es capaz de inventarse cualquier cosa por dañarte o para cargarse nuestra relación. —Sigo sin entender nada. Asiento con la cabeza.
Una vez en la entrada, como de costumbre hacen una foto para que al final del día la recojas como recuerdo. Entramos al recinto y es precioso. De pequeña solía venir con mis padres pero desde que murieron no he vuelto a pisar este sitio. Está todo acristalado con peces nadando libremente. Pasamos a otro recinto donde hay tiburones. No me agrada la idea de que estén encerrados aquí pero no les tratan mal, al menos eso es bastante importante. En el siguiente hay un delfín pequeño, es monísimo. Nos paramos en cada uno para hacernos fotos con ellos y de nosotros dos.
Paramos para sentarnos en unos bancos que hay justo enfrente de las medusas.
—He visto las fotos que me hiciste mientras dormía. —Me río al recordarlo. —Salgo precioso.
—Estabas tan guapo y parecías tan indefenso. —Sonrío como una tonta. Él aprovecha para besarme.
Si lo pensamos, cómo me he llegado a enamorar de Iván. Ha hecho tantas cosas mal pero al final, aquí estamos y eso es lo que cuenta. El como me demuestra cada día que me ama y me respeta, cosa que al principio no sabía cómo tratar bien a una mujer. Creo que le he cambiado y a mejor. En tan poco tiempo me ha abierto su corazón como yo el mío, cosas que nunca habíamos contado a nadie las hemos compartido. Eso es lo bonito de las relaciones, la confianza.
—Deni, te quiero muchísimo. —Pasa un brazo por mis hombros para atraerme hacia él.
—Te quiero igual Iván.
...
Al llegar a su casa, me llegan dos mensajes de dos desconocidos.
"Hola señorita Denise. Entre las candidatas, ha salido elegida para trabajar en la cafetería Teripo cada tarde de dos a ocho. Su trabajo consistiría en servir a los clientes y limpiar el establecimiento. Si usted está dispuesta, empezaría mañana mismo. Espero su respuesta."
Madre mía, tengo que hablar urgentemente con mi profesora.
"De, si quieres explicaciones, hoy a las ocho en el parque que hay al lado de la biblioteca."
¿Qué quiere Hugo ahora? ¿Explicaciones de qué? No debería ir, pero por alguna extraña razón, mi corazón dice que vaya. Debería de hablar con Iván, pero no me dejará ir, al menos sola. Explicaciones del por qué ha vuelto porque si no no tengo ni idea.
—Te violo ¿no te acuerdas? —Mi voz interior. —Pues entonces es capaz de todo. Ándate con cuidado.
Al menos, tengo trabajo aunque me gustaría hablar con mi profesora porque prefiero trabajar en el estudio y haciendo algo que me gusta.
—¿Con quién hablabas?
—Nada. Estoy contratada en una cafetería. —Me tumbo en su cama.
—¿Vas a trabajar? ¿Por qué?
—No quiero se una mantenida para toda mi vida. Tu casa no es definitivo, tendré que buscarme la vida. —Aún me quedan dos horas par ver a Hugo. Iván se tumba a mi lado mirándome detenidamente.
—Sabes que esta es tu casa pase lo que pase. —Le sonrío.
Nos cambiamos de ropa para poder ensayar cómodamente en el jardín. Sus amigos tienen que estar al llegar, se encargan de que los pasos de hip hop le salgan a la perfección, no quiere fallar el día de la prueba. Mientras Iván saluda a sus amigos, yo aprovecho para llamar a mi profesora, tengo que decidir algo ya.
Buenas noticias, podré empezar dentro de un mes. Eso es genial. Aceptaré el trabajo en la cafetería y cuando vuelva de Londres tendré trabajo en el estudio de ballet. Mientras los chicos están a lo suyo dando volteretas y haciendo algún que otro paso demasiado complicado con las piernas, yo me dedico a ensayar mi coreografía. Me da tiempo a hacerla un par de veces.
Después de casi una hora, la madre de Iván aparece en el jardín para avisarme de que mis tíos están aquí. ¡¿Qué coño hacen aquí?! Iván viene a mi sudado con cara de confusión, justo como la mía. Entramos y nos los encontramos de pie en la puerta de entrada.
—¿Qué hacéis aquí? —Digo lo más borde posible.
—Cariño, quería disculparme por como me comporté contigo. Acepto vuestra relación. Vuelve a casa Denise. —Me río ante la respuesta de mi tía.
—No pienso volver a ese lugar que vosotros llamáis hogar y menos con vosotros, mi familia. —Sí que es cierto que han hecho muchas cosas por mi y por eso siempre les he estado agradecida, pero eso no quita que siempre haya sido un estovo para ellos. —Me hundisteis tíos, ¿y ahora pretendéis que vaya con vosotros? Ni en sueños.
—No queríamos recurrir a esto, pero aún eres menor. No nos hagas llamar a los servicios sociales para que se hagan cargo de ti. —Menudos hijos de puta.
—Perdonadme que me meta señor y señora Méndez. Como abogada de oficio, puedo denegar vuestra petición. Esta chica cumplirá años de aquí poco, para cuando vosotros tengáis todo ella ya será mayor de edad.
Gracias a su madre que se ha quedado hablando con ellos del tema, me he podido escabullir hasta el lavabo, necesito una cucha urgente antes de quedar con Hugo. La madre de Iván es una señora super respetable en su trabajo, hará todo lo posible para dejarlos en su sitio. Encima, me siento muy culpable, todos haciendo lo posible para que yo esté bien y voy a quedar con el capullo que me arruinó la vida. Una vez, no pienso caer más en sus engaños.
Al salir de la ducha me encuentro un mensaje de él.
"Estoy en el parque. No te retrases."

ESTÁS LEYENDO
Yo ballet y tú hip hop
Teen FictionElla una profesional del ballet. Él un aficionado al hip hop. Ballet y hip hop, dos tipos de bailes muy diferentes pero a la vez muy iguales. ¿Qué pasaría si su prima estuviera metida en el asunto? ¿Qué pasaría si su ex volviese con ganas de acabar...