cap. 34

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-Buenos días señor y señora Collins.-dijo el chico de recepción. Crawford se acercó al mostrador y el hombre sonrió.
C: Buenos días.- respondió al hombre. Me quedé a unos centímetros de Crawford
-Ayer por la noche llegó algo para usted.-dijo el chico.- Déjeme que lo busco y se lo traigo.- Crawford asintió y el chico vestido de verde salió a buscar el paquete de Crawford
C: ¿Por qué te alejas de mí?-me tomó la mano mientras me acercaba a él.
TU: Respeto Crawford.-me zafe de su agarre.
C: Pero no te estoy faltando el respeto, solo te quiero más cerca.-me dijo haciendo su labio inferior hacía afuera.- Ven aquí.-agregó. Negué con la cabeza.- ¿Viste cómo te miraba este?-preguntó llamando mi atención.
TU: ¿Quién?-arqueé una ceja.- ¿El de recepción?
C: Si, este que viene aquí.-dijo por lo bajo. Reí con ternura.- ¿Y bien? ¿Quién lo manda?-dijo cuando ya tenía una pequeña caja en manos.
-Su padre, el señor.-respondió a los dos segundo y me dedicó una dulce mirada. Crawford también me miró y sentí mis mejillas arder.
Crawford abrió la caja y se encontró con una carta y unas carpetas.
C: Oh, sí, acá están.-dijo sonriendo.- Muchas gracias.-le dijo al muchacho. El desvió su mirada de mi cuerpo y observó a Crawford
-De nada.-sonrió nerviosamente.
C: ______, voy a dejar esto a la habitación y bajo para que nos vayamos.-me dijo. Besó mi mejilla y desapareció.
Me apoyé de espalda sobre el mostrador y me dediqué a mirar la entrada y salida de la gente a mi alrededor. No había tenido tiempo de observar el lugar porque cada vez que entro o salgo de aquí, voy peleando con Crawford o convenciéndolo de hacer algo.
-¿Cuántos años tienes?- esa voz me sacó de mis pensamientos.
TU: 19.¬-respondí recordando mi falsa edad, creada por Crawford.- ¿Tu?
-23.-me sonrió.- ¿Cuál es tu nombre?-quiso saber. Tal vez no debería hablar con él, solo por el hecho de que Crawford ya me ha hablado sobre sus celos.- Es ______, ¿verdad?-me dijo con impaciencia.
TU: Si.-sonreí esperando que Crawford apareciera por el elevador. Volteé a ver al chico para poder hablar mejor.- ¿Tu cómo te llamas?
-James.-sonrió.- ______, es un lindo nombre para una linda chica.
TU: Aw, gracias.-sonreí. Crawford tenía que llegar ya.
J: Y él es tu novio, ¿cierto?
TU: Si.- era lo único que podía decir.- ¿Tú tienes novia?
C: No, ando buscando una preciosura como tú, pero veo que estas ocupada.- dijo. De seguro mis mejillas ya estaban poseídas por un tono rosado claro.- Mi intención no era ponerte incomoda.-teoría confirmada, mejillas coloradas.
TU: No, está bien.-dije intentando ser modesta. 
J: Entonces… ¿de dónde eres?-preguntó.
C: ¿Hay que llenar alguna solicitud que pides datos?-preguntó una voz que reconocí al instante.
J: Perdone, yo…-intentó hablar pero Crawford lo interrumpió.
C: Tu nada, nosotros ya nos vamos _____.-dijo tomando mi mano.
TU: ¡Crawford!-lo reproché.- Eso fue muy descortés.
C: ¿Y qué?-dijo enojado mientras empujaba la puerta de entrada.- ¿Quieres que sea cortés con el tipo que coquetea contigo?-me miró. Estaba celoso.
TU: Estas mal.-dije negando con la cabeza.
C: Dime, ¿de qué más hablaron?
TU: De nada.-respondí al instante.
C: No te creo.-dijo.- De ahora en mas no te dejare sola ni un segundo.
TU: Como quieras, de todas maneras ya me estas estresando.
C: Y tú a mi.-dijo soltando mi mano.- ¿Ves algún taxi desocupado?
TU: No.-respondí sin siquiera mirar a la calle.
C: Me harte, vamos a alquilar un auto porque esto de andar en taxi, me pone de los pelos.-me tomó de la mano y volvimos a entrar al hotel.- Encima esta esté niñito mirándote.-refunfuño. Reí mientras caminábamos hasta el chico.- Necesito que me pidas un taxi.-dijo sin siquiera mirarlo.
TU: -Crawford.-lo llamé. Volteó a verme.- No estés enojado.-agregué. Me sonrió.- Dicen que si te enojas mucho, te llenas de arrugas.-carcajeé. Rio.- Eres joven para ser tan cascarrabias.
C: Hey, no te pases.-me dijo riendo.
-Listo señor. En veinte minutos estará aquí.-nos avisó.
C: Gracias.-le costó decir, reí por eso.- Vamos a sentarnos.- me condujo hasta unos sillones negros.
TU: ¿Qué película veremos?-pregunté.
C: No lo sé, hay que ver que están dando.-me dijo.
TU: ¿Sabías que aún no desayuno?-le dije.- De verdad que muero de hambre.
C: Ya vamos a comprar algo.-me dijo y se apoyó en el respaldo del sillón.- Yo también tengo hambre.
TU: Antes de ir al cine, ¿comeremos?-pregunté.
C: ¿Tu qué crees?-me dijo. Reí.
TU: De todas maneras, me compraras palomitas de maíz, ¿verdad?
C: Depende como te comportes durante el almuerzo.-me condicionó.
TU: Hey.-le reproché frunciendo mi nariz.
C: Hey, tu.-me dijo. Reí.
Nos quedamos callados por un rato y luego lo sentí suspirar sonoramente. Me recosté sobre el respaldo al igual que el y lo mire.
C: ¿A dónde quieres ir de luna de miel?-me preguntó. Se me hizo un nudo en la garganta.
TU: No se.-respondí observando como su cabello tenía pequeños reflejos rubios.- No conozco más que Nueva York y México así que es lo mismo.-le sonreí.
C: ¿No conoces América del Sur?-preguntó. Negué con la cabeza.- Es muy lindo.-concluyó.- De todas maneras, depende a que parte vayas, como a cualquier lado.-sonrió.
TU: Si.-respondí perdida en sus ojos.
C: No me estas escuchando, ¿verdad?-dijo entre tiernas risas.
TU: Si, si estoy escuchando.-le sonreí.- Me gustan tus ojos.-confesé sin vergüenza alguna.
C: Gracias.-me dedicó una sonrisa.- A mí me gustan tus labios.-fue su turno de confesar.- Y más cuando callas y me besas.-admitió. Sonreí. Pronto eliminó los dos centímetros que había entre nosotros y estuve agradecida, porque de no ser por él, nunca probaría esos labios.
TU: Crawford…-dije cuando nos separamos. Fui interrumpida.

Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora