Cap. 50

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Me senté sobre el sillón y estiré mis piernas para luego taparme con la extensa manta celeste y verde. Crawford prendió el televisor y puso todo en orden para que pudiéramos ver la película.
C: Voy por los refrescos y vuelvo.-me alcanzó el control remoto.- ¿Puedes poner el idioma y eso?-me dijo mientras salía del living.
TU: Okay.-grité mientras analizaba el aparato. Configuré el idioma y los subtítulos. 
C: Listo.-los dejó junto a las palomitas de maíz y apagó las luces.- No vayas a llorar, ¿eh?-se burló.
TU: Crawford Collins.-dije entre pequeñas risas. Tomó las palomitas y se sentó a mi lado.
C: Ahora sí, has que comience la película.-me dijo. Asentí y presione el botón.- Toma.-me pasó mi refresco.- Si tienes miedo, solo dilo. Luego ya no hay vuelta atrás.
TU: Ay, sí, claro.-le dije mientras la película comenzaba.- Creo que el que tiene miedo, eres tú.
C: No lo creo pequeña.-se acomodó y pasó uno de sus brazos por mis hombros.- Si necesitas que te abrace, solo dilo.
TU: Claro, aprovecha la situación.-dije mordiendo mi labio inferior. Dio rienda suelta a una carcajada.- Hey, ya, veamos la película.
C: Okay.-dijo entre risitas.
Iba todo normal. Como siempre, en las películas de terror, la rubia gritaba asegurando que el peligro venía en segundos. El suspenso ponía mis nervios de punta y esto provocaba gracia a Calum, quien me asustaba cuando me agarraba desprevenida.
TU: No, no, no, no entres.-grité haciendo que Crawford se sobresaltara.- Va a matarte, vas a morir como tu amiga.-seguí gritando.
C: No te escucha.-me dijo Crawford al oído haciendo que yo riera.- Igual, no entres, no entres, no entres.-gritó. Reí. 
Tomé la manta entre mis manos y Crawford hizo lo mismo. El hombre cubierto de negro, iba a matarla y nosotros íbamos a ver su muerte.
C: John no está ahí.-le avisó Crawford a la chica que no podía oírnos.- Es en serio.-dijo desesperado y agarró mi pie con su mano.
TU: ¡Voy a matarte!-grité cuando me asusté. Rio y me abrazó.
C: Era solo una broma.-dijo entre risas.
TU: Pero me asustaste.-grité y vimos como la chica caía al suelo con un cuchillo en su pecho.
Mi corazón comenzó a latir a mil por hora al escuchar un ruido en la cocina. Crawford dejó de reír y desparramó las palomitas de maíz en el suelo.
TU: Tengo miedo.-le dije y cubrí mi cara con la manta.
C: Debe ser el viento.-dijo no muy seguro.- No tienes por qué asustarte.
TU: Pero tú también estas asustado.-le dije. Respiró hondo.
C: No lo estoy.-me dijo y se acomodó en el sillón.- No es nada ______.
Tomé aire y me aferré al cuerpo de Crawford. Nunca me gustó ver películas de terror, por esto. Porque nunca podía conciliar el sueño luego de una. La película finalizó y levanté la cabeza para ver a Crawford, quien dormía plácidamente tirando su cabeza sobre el respaldo del sillón. Respiré hondo, tenía que prender las luces pero tenía miedo.
TU: Craword.-lo moví un poco.- Despierta, ya acabó.-le informé. Arrugó la nariz y abrió los ojos.
C: Tengo sueño.-me dijo y se movió un poco.- ¿Vamos a dormir?-preguntó estirándose.
TU: No voy a dormir contigo.-le informé poniéndome de pie.- ¿Puedes encender las luces?-pegunté.
C: Claro.-dijo mientras apagaba el televisor y se ponía de pie a la par mía.- Entonces…-caminó hasta el interruptor y encendió las luces haciendo que mi miedo cesara, solo un poco.- ¿Dónde vas a dormir?-preguntó.
TU: Aquí.-le dije.- Tengo la manta y dos almohadas para mi.-sonreí.
C: ¿No vas a tener miedo?-preguntó tomando el tazón y las dos botellas vacías.
TU: No, no creo.-respondí insegura.
C: Okay, si tú quieres dormir aquí, está bien.
TU: Bueno.-suspiré.- Ya me dio sueño.-bostecé viendo como Crawford se iba hacía la cocina y a los segundos volvía.- ¿Ya te vas arriba?-pregunté. Asintió y besó mi mejilla.
C: Que descanses y si necesitas algo, avísame.-sonrió y comenzó a subir las escaleras.
Cuando sentí como cerraba su puerta, fue cuando me entró el miedo de vuelta. Me senté en el sillón y pensé en dejar la luz prendida por el resto de la noche, pero no iba a hacerlo, sería una tontera. Me puse de pie y busqué el control remoto, corrí hasta el sillón y me tiré allí una vez más para encender el televisor.
TU: Tranquila, nada puede ocurrir.-me dije a mi misma.- Solo camina hacía el interruptor, apaga la luz y corre hacía el sillón nuevamente.- respiré hondo y salté del sillón para apagar la luz.
Sana y salva. Me recosté en el sillón y comencé a pasar de canales. El sueño comenzaba a apoderarse de mí mientras yo luchaba por no cerrar los ojos y terminar de ver la serie. Una rama se azotó contra una ventana de la cocina haciendo que abriera mis ojos de golpe. Tomé un almohadón y me cubrí con este. El televisor permanecía encendido, por lo tanto, una tenue luz adornaba el living. Estaba más que dicho, con ese viento, la tormenta que se avecinaba y la película que horas atrás había visto, no iba a dormir nada. Me enderecé y cambié de canal mientras regulaba mi respiración. La pantalla del televisor se tornó negra y el control se resbaló de mis manos cayendo sobre una parte del sillón. Me puse de pie y corrí a prender la luz. Una, dos, tres, cuatro pero no prendía. La tormenta había atraído mi miedo y se había llevado la luz, dejándome completamente asustada.
TU: Crawford.-fue lo primero que pensé.
No iba a gritarle desde el living y él era mi única opción para sobrevivir esta noche. Me cubrí con la manta y tomé los dos almohadones en mano. Sí quería dormir como una persona normal, debía dormir con él. Y con ese pensamiento, comencé a subir las escaleras con sumo cuidado de no tropezar y terminar en el suelo. Llegué hasta la puerta de madera. Mi corazón parecía jugar una carrera hasta llegar a mi garganta. Dudé unos segundos antes de empujar la puerta que permanecía sin cerrojo. Di dos pasos y ya me encontraba dentro de la habitación. Suspiré, debía ser más valiente y no una simple niña asustada. Cerré la puerta por donde había entrado y la manta cubriendo mis pies, me jugó una mala pasada haciendo que cayera redonda al suelo.
C: ¿Quién está ahí?-preguntó una voz adormilada y amago a encender la lámpara. 
La electricidad se negó a aparecer en la habitación y Crawford se desesperó por eso. Comenzó a apretar el pequeño interruptor con notoria desesperación. 
TU: Soy yo.-respondí con dolor en mi voz. Me acababa de dar un buen porrazo contra la nariz y la barbilla. Mi boca sabía a sangre.
C: ¿_______?-preguntó alarmado.- ¿Qué haces aquí y qué fue ese ruido?-preguntó sentándose en la cama.
TU: Dolió.-le dije mientras me sentaba sobre el suelo y cruzaba mis pies, acto seguido, cubrí mis dedos helados con la manta.
C: ¿Te caíste?-preguntó y segundos después sentí su presencia a mi lado.- Hey, nena, ven aquí.-dijo con ánimos y me envolvió en sus brazos.

Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora