Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )

cap. 25

TU: ¿Y qué tiene que ver eso con que me hagas sufrir día a día?-dije frunciendo el ceño.
C: ¿Quieres dejarme terminar o no?-dijo de la misma manera que yo. 
TU: Vamos, anda.-subí los pies al sillón y me senté como indio.
C: Entonces fui a esa subasta de mujeres huérfanas y créeme que no encontré nada mejor que tu…-lo interrumpí bruscamente.
TU: ¿Qué insinúas?-dije enojada.- ¿Soy poca cosa?
C: Para casarte conmigo, si.-dijo sin importarle nada.
TU: Bien, pues entonces vete a otra subasta y déjame a mí en paz.-dije levantándome del sillón.
C: Bueno, como quieras, puedes escaparte pero de alguna manera te traeré de nuevo, y no iré a otra subasta porque me costaste bastante cara como para desperdiciarte.-me dijo. Lo mire sorprendida.
TU: No hablas en serio ¿o sí?-créanme, daba miedo.
C: Si, no pagué $3000 solo para tenerte de adorno, y mis planes no eran solo casarme contigo pero eres muy pequeña y no voy a hacer lo que tenía planeado.
TU: Oh, entonces cambiaste tus planes y me arruinaste la vida.
C: Digamos que sí.
TU: Bueno, digamos que sí, ahora supongamos que cuando el cura pregunte “_______ Jarrel ¿Acepta a Crawford Collins como esposo?” Yo supuestamente tengo que decir que sí, pero…
C: Ni te atrevas.-dijo enojado.
TU: ¿Ah no?-arqueé una ceja.- ¿Qué pasa si digo que no? 
C: Te mato.-me gritó.- Ten piedad, no me caso contigo solo para casarme contigo o porque de verdad me gustes, me caso contigo solo para ver a mi hermana.
TU: Bueno, búscate a otra que quiera casarse contigo.-di media vuelta y caminé hasta el teléfono.- Tengo hambre. ¿Puedo pedir o no?
C: Haz lo que se te de la merecida gana.-dijo de mala manera y se recostó en el sillón boca abajo.- ¡Ahora si grítame que me muera!-grito chocando su boca contra un almohadón.
TU: ¡MUERETE ENTONCES!-le grité yo, me senté en la cama y tomé el teléfono.
C: Gracias, es lo que quiero desde hace ya varios años.
Me quedé pensando, ¿Qué sería de mí sin Crawford Collins? No, no, sin Crawford de la manera en que el me mantiene, me da una casa y bueno, me trata mal pero dentro de todo, vivo gracias a él. 
TU: No, no te mueras.-dije pensativa.
C: ¿Qué?-dijo desde el sillón. Yo miraba el teléfono en mis manos.- ¿Qué dijiste?
TU: Que no te mueras.-repetí. Aun que era raro de admitir, lo necesitaba. 
Con tan solo imaginar la vida sin Crawford, se me hizo aburrido. Sin sus peleas y bipolaridades, lo quería a pesar de que era un maldito fastidioso, de que me hacía la vida imposible.
C: Luego dices que el bipolar soy yo.-se dio vuelta en el sillón y aun acostado me miró.- Si yo me muriera, ¿Me extrañarías?-preguntó.
Sonó tierno, pero conmigo no va lo tierno, por lo general, lo tierno es cursi y empalagoso.
C: ________.-dijo esperando mi respuesta.- Si tú te murieras, yo si te extrañaría.-me dijo. Volteé a verlo, me sonrió de costado.
Okey, que alguien me ayude porque no sé qué responder. Bien… rápido…”mmm … me acabo de dar cuenta de que yo también te extrañaría”. Mejor juguemos al papel de la chica histérica y el chico bestia.
Tu: Wow, que cursi puedes ser cuando te lo propones.-dije dedicándole una mirada indiferente. Desvió la mirada y largó una risa amarga.
C: Sigo insistiendo, luego el bipolar soy yo.-canturreó. Lo miré de mal modo.- ¿Por qué te empeñas en que nos llevemos mal?-preguntó.
TU: Porque tú te empeñas en joderme la vida y por eso…-me quedé callada, no tenía nada que decirle.
C: ¿Por eso?-me incitó a hablar.- Voy a preguntarte una cosa.-me dijo.- ¿Nunca nos vamos a llevar como una pareja normal?
TU: Crawford, no me salgas con cursilería barata, es obvio que nunca vamos a llevarnos como una pareja normal porque no somos una pareja normal.
C: Entonces…-¿Qué más quería que le digiera?
TU: Oye, Crawford, mira tengo hambre, así que si no te importa voy a pedir algo para almorzar porque de verdad me estas saturando los nervios.
C: Okey, pídeme algo a mí también.-volvió a tumbarse en el sillón.
No respondí, solo marqué el número y llamé al servicio a la habitación. Para mi pedí solo una ensalada y una gaseosa de dieta, para Calum carne al horno con puré de papas (patatas). Me acosté en la cama y comencé a hacer ruidos sobre la almohada.
TU: Mmmm….iiiiaiaiaiaii…shhhhuuooouuuu.- ¿Quedo claro que estaba aburrida? Sentí la tierna risa de Crawford a mi lado.- ¡Te vas!-dije aun con la cara sobre la almohada.- Vamos, no quiero pelear de nuevo.
C: Y no tienes por qué.-lo sentí recostarse a mi lado. Apreté la almohada con mis manos.- ¿Qué hacías?-preguntó. Sentí su mirada sobre mi rostro clavado en la amolada.
TU: Ruidos sin sentido.-respondí aplastando mi boca. Inentendible.
C: Ah.-dijo con desgano.- ¿Sabes?-hablaba mientras tecleaba su celular.- Aun tengo ganas de ir a la playa.
TU: Oh, qué bien.-dije sarcástica mientras apoyaba mi rostro de costado.- y ¿cómo te sientes al respecto?
C: Ah sí, no te hagas la indiferente que tu vienes conmigo.-dijo, más bien, carcajeó.
TU: Okey, con una condición.-dije, bloqueó su celular y me miró atento.- Que me dejes hacerme una de esas trencitas de playa.

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