Cap. 11

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TU: ¿Qué?-dije estúpidamente.- ¿De que hablas?
C: Eres virgen.-dijo entre risas.
TU: Oh vamos Crawford, dime si eso es algo malo.
C: Claro que lo es. Con 16 años aun eres virgen.-río.
TU: Primero, no es malo y segundo no soy virgen.
C: Si claro _____, yo tampoco lo soy.-dijo sarcástico.- ¿Crees que me creeré esa?
TU: Crawford, haz lo que se te de la merecida gana.-me metí un pedazo de pollo a la boca para no gritarle.- Y no metas en mi vida.- agregué luego de tragar.
C: Como digas.-carcajeó.- Pero si necesitas quitarte esa molestia puedes venir a mi habitación.
TU: ¡Depravado!-grité antes de tirarle la canasta de pan por la cabeza.- ¡Eres un cerdo!- me levanté de la mesa.
C: ¡Que exagerada!-dijo molesto mientras levantaba el pan.- Solo te estaba proponiendo algo.-agregó ahora entre risas.
TU: ¿Sabes qué?-dije de mala gana.- Vete a la mierda.-grité cerca de su cara.- Te odio.- y salí corriendo escaleras arriba. Tras mis pasos venía él.
C: ¿Me odias en serio?-gritó cuando detuvo la puerta que yo había intentado azotar.
TU: Si, te odio más que a nadie ni a nada en el mundo.
C: Odiar es un sentimiento muy feo.-dijo en un cantito mientras cerraba la puerta.
TU: ¡Muérete!
C: No, no tengo ganas.-respondió riendo.- Estaba pensando que tal vez…-decía mientras se acercaba a mí.
TU: Te vas alejando si no quieres guerra Collins.
C: Oh, vamos ______, ven aquí.-dijo pegándome a él.
TU: Me sueltas o sufres las consecuencias.-dije amenazante. El solo río. Levanté mi rodilla y golpee su parte más sensible, me soltó para agarrarse la zona golpeada.- Yo te lo advertí.-me aleje de él y me encerré en el baño.
C: Ya ______, sal de ahí en este instante.
TU: No.
C: Dije ya.-gritó desde el otro lado de la puerta.
TU: Yo dije no.-grité sentándome en el suelo, contra la puerta.
C: ______ quiero que abras esa puerta si no quieres que la tire abajo y no me importara que estés ahí, te juro que la tiro.
TU: ¡Oh qué miedo!-dije sarcástica.
C: ¡SAL DE EL PUTO BAÑO!-gritó histéricamente mientras golpeaba la puerta bien duro.
TU: Que mal educado eres.-dije burlona.
C: No te conviene hacerte la loquita.-dijo con furia en sus palabras.- Quiero que salgas.
TU: ¿Qué pasara si no salgo?-dije en un cantito.
C: Ya no juegues.-dijo de mala gana. Sentí como se apoyó en la puerta.- Quiero que salgas. No te haré nada, pero solo sal de ahí.
TU: No.
C: ¡POR FAVOR!-gritó con desesperación.
TU: Salgo de aquí si tu sales de mi habitación.
C: No, sal de ahí y hablaremos.
TU: No. Sal de mi habitación y cuando se te pase el enojo hablaremos.-dije firmemente. Dio una patada a la puerta. Luego de eso sentí que azotó la puerta de mi habitación y no más ruidos. 
Supuse que se había ido. Abrí con cuidado la puerta y asome mi cabeza. Miré la habitación de un lado al otro y luego salí. Tenía miedo de que el aun estuviera ahí. Para mi suerte no estaba. Tenía que hacer mis maletas para irnos a México así que tomé mi maleta y abrí el armario. Una cosota se abalanzo sobre mí haciendo que cayera al suelo. Pegué el grito más fuerte que pude pero al levantar mi cabeza vi a Crawford riendo sobre mí.
TU: Salte.-grité exaltada.- Voy a gritar.-estaba enojada.
C: Es mi venganza.-dijo entre risas.- Grita vamos.
TU: Tu deseos son ordenes.-dije antes de gritar lo más que pude.
Pero esa fue una mala idea porque tres de las chicas que limpian entraron con palos a la habitación. Okey, cuando Crawford decía que gritara pensó que no lo haría en serio. 
-¿Qué está ocurriendo?-gritó una de las mujeres.
-Oh, perdonen.-dijo otra de ellas tapándose los ojos.
-Ah, Eh, nosotras pensamos que a la señorita le pasaba algo.
Crawford abrió los ojos bien grandes. Me miró a mí y luego a las señoritas, apoyó su cabeza en mi pecho.
TU: ¡Crawford!-grité exaltada. Me pellizcó la pierna en señal de que permaneciera en silencio.
Se levantó de encima de mí y me estiró la mano para que la tomara. Solo me levanté haciendo caso omiso a su ayuda.
C: Pueden retirarse, aquí está todo más que bien.
-Disculpe señor.-dijo una de ellas.- Ya nos retiramos.- Y salieron de la habitación dejándonos completamente solos.
TU: Ahora si no te importa…-me alejé de el.- voy a hacer mis maletas.
C: No señorita.-me tomó del brazo.- Nosotros dos vamos a hablar.
TU: Okey, háblame mientras busco que ropa llevare.
Se sentó en mi cama con mala cara y comenzó a seguir cada uno de mis movimientos. Saqué ropa de mi armario y la tire sobre la cama, comencé a elegir cada cosa que quería y que no.
C: ¿Vas a escucharme?
TU: Podría escucharte si me hablaras.-dije de mal modo tirando unas remeras dentro de la maleta.
C: Bien.-se acomodó y me miró. Agarró un sostén y se quedó mirando.- Woow, está bien bueno.
TU: Deja eso.-se lo quité de la mano y lo tire fuera de su alcance.- Imbécil.-murmuré mientras agarraba buscaba unos jeans.- Ya habla.-dije de mala gana.
C: ¿Por qué gritaste de esa manera?-aún seguía mirando cada uno de mis movimientos.- La idea no era que gritaras.
TU: Yo te advertí que gritaría y tú no me creíste. Ahí tienes, para que veas que no estoy jugando cuando te digo algo.
C: Bien, solo te voy advirtiendo que si vuelves a hacerlo te va a ir mal.
TU: ¿Ah si?-arqueé una ceja.
C: Si, así que no te atrevas a buscar el malo en mí.
TU: Ah claro, es que eres tan bueno.-dije sarcástica.
C: ¿Dices que soy malo?
TU: Mmmm…no claro que no.-dije sarcástica.- Lo que sí, eres muy fastidioso.- dije caminando hasta el armario nuevamente, saqué más ropa.- Molestas todo el día.-tiré la ropa sobre el.
C: Hey.-dijo sacándose una remera de la cabeza.- Luego dices que yo soy el fastidioso.
TU: Me acabo de dar cuenta que solo aparentas ser un ogro, pero en verdad eres otra cosa.
C: ¿Qué?-dijo arqueando una ceja.
TU: Que te haces el malo y hablas como si fueras superior a mi. Pero en el fondo de toda esa mascara, bien al fondo, muy al fondo….
C: Bueno, ya.
TU: Eres bueno.
C: ¿Bueno?-hizo una sonrisa estúpida.- ¿Crees que soy malo?
TU: Si, bueno, conmigo eres malo. 
C: No soy malo. Lo que pasa es que tú siempre me alejas de ti.
TU: Es que pareciera que quieres violarme.-arqueé una ceja mientras metía más ropa a la maleta. Solo sonrió pícaramente.- Hey, no te pases.-grite tirándole un buzo.- Ni pienses que alguna vez me tendrás en tu cama.
C: _____, es un hecho.-dijo con una sonrisa.- Dentro de poco serás la señora Collins y compartiremos la cama.
TU: Ni lo sueñes.-dije de mala gana.- No dormiré contigo.
C: Si lo harás.
TU: No lo haré. No puedes controlar mi vida así como quieras.
C: Te tranquilizas.-me dijo lanzándome un pantalón.
TU: ¿Qué haces?-ahora se lo tire yo.
C: Tu empezaste.-me lo devolvió.
TU: No, tú me lo tiraste primero.- se lo tiré de vuelta.
C: Es tuyo déjatelo.- me lo volvió a tirar pero con más fuerza.
TU: Muérete.
C: ¿Por qué ese deseo de que me muera?-dijo arqueando una ceja. Hizo una mueca.

No se por qué pero me arrepentí de haberle dicho eso. Lo había hecho sentir mal...

Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora