Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )

Cap. 5

Rosa: Mira… su padre estaba siempre trabajando, es un hombre de mucho dinero y mantenía a su familia muy bien. Crawford tenía unos 18 años cuando sus padres decidieron divorciarse, pero su madre no trabajaba porque no lo necesitaban. La pequeña Mali tenía 6 y cuando veía que sus padres se trataban tan mal se ponía muy mal y su único consuelo era Crawford. Lo que pasó fue que su padre intentó dejar a la madre de Crawford en la calle y sin un centavo y ahí fue cuando Crawford no soportó la situación y comenzó a defender a su madre para hundir a su padre y que ella no quedara devastada. Entonces su padre se enfureció tanto porque peleaban todos los días y el ya no soportó más y amenazó con irse de la casa y ahí fue cuando su padre lo echó. Y se vino a vivir aquí, luego se enteró que sus padres siguen juntos. Su padre siempre viene y hablan, ya no se llevan tan mal pero Crawford le guarda rencor, su madre también viene pero de vez en cuando y a respecto a su hermana menor que ahora tiene 8 y no la dejan ver a su hermano, es como un castigo para Crawford por haberse comportado de esa manera con su padre. 
TU: Wow pobre, en serio eso debe ser feo.-tomé la última galleta.-Ahora entiendo su falta de afecto.
R: Bueno ahora ya sabes para cuando no te demuestre que tiene sentimientos.-me sonrió y se levantó de la silla- ya ve a descansar porque es tarde.-besó mi mejilla…
Llegue a la habitación y me puse el pijama para dormir. Abrí la ventana ya que el calor era insoportable y no tengo un ventilador ni un aire acondicionado. Me senté en la cama y tomé mi celular, eran las 2:30 de la mañana y tenía sueño pero no podía pegar los ojos.
Cuando desperté el sol daba en mi cara y los pajaritos cantaban sin cesar. Me levanté y una fina capa de sudor cubría mi frente, decidí bañarme y luego vestirme cómoda, sabía que no íbamos a salir a ningún lado, o por lo menos yo no iba a salir. Baje las escaleras y me encontré con Crawford sentando a la mesa leyendo una especie de carta. Refunfuñaba a medida que seguía leyendo y esto me causó gracia.
C: ¿Qué es lo divertido?-preguntó de mala gana dejando la carta en la mesa.
TU: Tus quejas.-reí por lo bajo- Y antes de hablarme feo se dice: Buenos días _____ ¿Cómo pasaste tu primera noche en esta enorme casa en la que te pierdes cada vez que sales de tu habitación?-hizo una risita a medida que yo hablaba.
C: ¿Y bien? Respóndete.-sonreía, eso era raro en él.
TU: Bien, supongo. Pero hace demasiado calor por la noche
C: Ah-volvió su mirada a la carta sobre la mesa- ya luego vemos ese tema del calor.
TU: ¿Qué es?-me senté a su lado.
C: Una carta.-me miró-¿no es obvio?
TU: ¿Por qué te quejabas mientras la leías?-lo observé atenta.
C: Tema de grandes.-me sonrió- ¿no vas a desayunar?
TU: Supongo.-respondí indiferente- ¿Qué acaso con 16 años soy pequeña?
C: Eso creo-rio- Rosa-gritó con fuerzas- ¿puedes traerle el desayuno?
TU: ¿Por qué no eres más sutil?-lo mire extrañada.
C: ¿Te levantaste con ganas de hacerme preguntas?-rio guardando la carta en el sobre.
TU: Si, eso creo.-le regalé una sonrisa.
C: -Bueno, pues déjalo para más tarde porque debo irme.
TU: ¿A dónde?
C: No quiero interrogatorios.-se levantó de la mesa.
TU: Pero Crawford, no quiero quedarme sola.-Rosa me sirvió el desayuno.
C: Rosa estará aquí en casa.
R: Ah respecto a eso señor.-ahora hablaba Rosa- mi madre está muy enferma ¿puedes darme esta semana libre para ir a cuidarla?-le sonrió tímidamente.
C: Okey, ve.-besó su mejilla- y ____ lamento que tengas que quedarte sola pero de verdad tengo que irme.
TU: Puedo ir contigo-dije firmemente- prometo portarme bien.
C: ¿Lo prometes?
TU: Si, lo prometo.-levante una de mis manos.-señor Collins.-este sonrió estúpidamente.
C: Ya termina tu desayuno y vístete normal.
TU: Okey-le sonreí pero no me devolvió la sonrisa y solo subió al segundo piso.
Luego de terminar mi desayuno subí corriendo las escaleras y busqué ropa apropiada para salir a la calle. No sabía dónde íbamos pero de seguro por cómo estaba vestido Crawford íbamos a una empresa o algo así. Tomé un vestido corto un poco más arriba de las rodillas de color celeste, no era formal pero tampoco era casual, estaba bastante bien. Luego me puse unas hermosas sandalias y peine mi cabello en una coleta .Me maquille, delineador negro y un brillo labial clarito, rubor rosado en las mejillas y rímel para destacar mis pestañas.
Baje y Crawford estaba ahí parado.

C: Pensé que te ibas a apurar, ya me haces llegar tarde.-dijo como siempre refunfuñando.- ya muévete.
TU: Okey, cálmate, vas a morir de estrés.-me miró feo- okey ya vamos.-dije risueña.
Subimos a su auto, y condujo por varios minutos hasta llegar a un edificio de varios pisos.
C: Solo quédate conmigo, no vaya a ser que te pierdas.-dijo cuando entramos al elevador.
Cuando las puertas del elevador se abrieron había muchísima gente en ese lugar y se movían de un lado al otro con papeles y cosas en las manos, también había gente tecleando en las computadoras. Yo solo seguí a Crawford hacía una oficina. Entramos y este prendió el aire acondicionado.
C: Siéntate si quieres.-corrió una silla y me la paso.
Era de esas sillas que se mueven y que abajo tienen ruedas, típicas de oficina.
Crawford hacía llamados y anotaba cosas, tecleaba en su computadora desesperadamente.
TU: ¿De que trabajas?
C: Y aquí vamos de nuevo con tus preguntas.-dijo despeinando su cabello.
TU: ¿No es más fácil responder en vez de quejarte?-dije riendo por su expresión.
C: Sería más fácil que te calles.-dijo mirando detenidamente la pantalla de su computadora.
TU: Solo quiero conocerte, es que siempre estás tan de mal humor y no me diriges la palabra. ¿Podemos hablar mientras trabajas?
C: Ya pregunta…-dijo sin siquiera mirarme.
TU: ¿De que trabajas?-dije balanceándome en la silla.
C: Algo así como un empresario, esta es la empresa de mi papá.
TU: Ah ¿y el donde esta?
C: En su oficina.
TU: ¿Luego pasamos y me lo presentas?-dije entusiasmada.
C: No _____ como crees.-sonrió nervioso.
TU: ¿Qué tienes?-le pregunté intrigada.
C: No importa.-me miró por un segundo y luego volvió a lo que hacía.- ¿vas a seguir con tus preguntas?
TU: ¿Por qué no vives con tus padres?-luego me arrepentí de haberle preguntado eso, me di cuenta de que lo había hecho sentir mal- no respondas si no quieres.
C: Si voy a responder, después de todo vivimos juntos y tienes derecho a saber de mi.-respondió secamente y dejó de teclear para mirarme directo a los ojos.- mi padre me echó de casa hace dos años y me dejo vivir en la casa en la que estoy ahora.
TU: Ah-dije como si no supiera nada.- ¿tienes hermanos?
C: Una hermana-seguía mirándome a los ojos- es mi turno.
TU: ¿Vas a preguntarme algo?-sonreí intimidada por su mirada.
C: Si, justo eso hare-sonrió- ¿tienes hermanos?
TU: No, soy hija única.
C: Con razón tan malcriada-rio por lo bajo- ¿Por qué estabas en esa subasta?
TU: Mi madre falleció cuando yo era pequeña y mi padre días atrás. No tengo idea de porque estaba ahí en vez de estar en un orfanato o algo por el estilo.
C: Pensé que eras consiente de que te iban a llevar con cualquier persona.
TU: No, no lo era.-dije bajando la mirada para deshacer esa conexión visual.- ¿Por qué me compraste?
Dejó de mirarme para seguir tecleando en su computadora y anotar más cosas.
TU: Esta bien-agregue- no respondas.
C: Ya luego te explico.-dijo sin mirarme.
Me quedé balanceándome en la silla y mirando la oficina de Crawford, estaba aburrida y no tenía nada que hacer. Deseaba volver a casa para por lo menos usar la computadora de Crawford.
TU: ¿En casa hay piscina?-pregunté mirando mis pies.
C: Si.-dijo secamente.
Seguí mirando mis pies y moviéndome en la silla hasta que en la puerta se escucharon tres golpes secos.
TU: ¿Quieres que abra?-pregunté haciendo el intento de levantarme, pero el negó con su cabeza y se levantó.
XXX: Buen día señor Collins.-sonrió una morocha del otro lado de la puerta.

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