Cap. 39

2K 160 1
                                    

TU: Prefiero que duermas en el sillón.-le dije cuando me fui a buscar las bolsas y deje el pijama sobre la cama.
C: Lo dices por qué no sabes lo incomodo que es.-dijo analizando cada uno de mis movimientos.
Tome todas las bolsas que pude y las acomodé sobre la cama, así unas cuatro veces mientras pensaba mi respuesta para Crawford
TU: Okey, esta noche dormiré yo en el sillón.-le dije sacando una campera de una bolsa.- Así no estarás incomodo, yo lo veo justo. ¿No crees?
C: No, no voy a dejar que duermas ahí.-me dijo.- Pero la verdad no me emociona mucho la idea de dormir alejado de ti.-me dijo y tomó el teléfono.- Nunca puedo comprenderte, primero casi te acuestas conmigo, luego te pones de mal humor porque no obtienes lo que quieres gracias a tu estúpido amigo de recepción y más tarde me ignoras y no quieres dormir conmigo. La verdad, eres confusa.
TU: Oh, vamos Crawford.-dije arrojando una bolsa al suelo.- ¿Yo soy la confusa? Disculpa, pero tú eres el que me confunde, un día dices algo y al instante lo cambias.
C: Claro, ahora el que lleva la culpa, soy yo.-dijo sonriendo con ironía.- Mira, dejémoslo aquí, de verdad estoy muy cansado de que vivamos peleando.
TU: Al fin sientes lo que yo.-dije frustrada.- Desde que te conocí peleamos. Crawford siendo sincera, no creo que esto pueda funcionar, ya lo ves, en la mañana nos peleamos, por la tarde estuvimos como cualquier pareja normal y ahora nos estamos, prácticamente, agarrando de los pelos.-estaba molesta y a la vez tenía ganas de pegarle.
C: Bien, pues vamos acostumbrándonos a esto porque lamentablemente así será de por vida, tendrás que soportarme y yo te soportare, me dirás todo lo que se te de la merecida gana, pero ten en cuenta, muy en cuenta, que cada cosa que me hagas, luego la pagaras.- y así, dejándome con las palabras en la boca, marcó el número del restaurante de abajo y pidió su comida.
Terminé de guardar mi ropa nueva y me adentré en el baño para colocarme el pijama que anteriormente había sacado de mi parte del armario.
C: Voy a pedirme otra habitación, creo que ambos lo necesitamos.-me dijo mientras buscaba una muda de ropa.
TU: No hace falta Crawford.-le dije mientras me cepillaba los dientes.- Insisto, puedo ocupar el sillón.
C: En serio, necesitamos estar alejados, por lo menos ocho horas.-tomó su celular.- Que descanses, si necesitas algo, me llamas a mi celular.
Y sin decir más nada, salió de la habitación, dejándome completamente sola. Suspiré sin remedio, sabía que me vida iba a ser así, siempre. Até mi cabello en una coleta y mientras cantaba levemente una canción, prendí la lámpara y apagué la luz principal de la habitación. Me recosté en la cama y miré el techo, estaba algo asustada. Luego de dar algunas vueltas en la cama, me dispuse a apagar la luz para así poder conciliar el sueño. Un nuevo pensamiento invadió mi mente:
“Que descanses, si necesitas algo, me llamas a mi celular.”- eso había dicho Crawford y ciertamente lo necesitaba a él. Ya me había acostumbrado a su pesada respiración durante las noches, a mirarlo antes de dormir, a brindarle una caricia sin que él se diera cuenta. Entonces analicé su frase, no tenía su celular, nunca lo había tenido. ¿Qué haría si me pasaba algo? Y con esa incógnita me quedé profundamente dormida.

Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora