Beauty & the Beast ( Crawford Collins y tu )

Cap.55

Este capítulo va dedicado para:
@TheMagconDrug❤
@Daly5SOS❤
Espero que les guste ✌
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Tres y media de la mañana, mis ojos se abrieron a más no poder y mis ganas de dormir se esfumaron. Mi cabello revuelto sobre la almohada y la respiración tranquila de Crawford hacía que me pusiera sumamente nerviosa al saber que yo no iba a pegar un ojo hasta dentro de dos horas o más. Me coloqué de costado y sostuve mi peso sobre mi codo. Miré a Crawford con sumo detenimiento. El movió la boca y se acomodó en su almohada.
El aburrimiento, junto con las ganas de escaparme de casa, me llevaron a sacar conclusiones que nunca querría haber sacado.
1- Crawford no era del todo espantoso. Era atractivo. Tenía buen cuerpo y sus ojos resaltaban hermosamente en su rostro, un intenso color negro se apoderaba de ellos y hacía que su mirada se profundizara y fuera más intensa de lo usual. Sus labios, rosados y apetecibles invitándote a besarlos suavemente para tu propio placer.
2- Luego de habernos casado, Crawford y yo, podríamos llevarnos mejor. Él no era la bestia que había aparentado ser y, yo no era la frágil mujer que él había conocido tres semanas atrás
3- No teníamos una habitación de huéspedes, o eso creía yo. Crawford me había mentido y no piadosamente, al haberme dicho que teníamos que dormir juntos debido a que no había otra habitación.
4- ¿Qué sería de mi vida si mis padres estuvieran vivos? No hubiera conocido a Crawford y sería feliz junto a ellos dos. Viviríamos en una pequeña casa cerca del lago, como anteriormente lo hacíamos, y mi sonrisa nunca se hubiera borrado del mapa.
Dejé mis conclusiones de lado para mirar la hora que marcaban las agujas del reloj. Cinco cincuenta de la mañana y mis ojos no amagaban a cerrarse para conciliar el sueño. Crawford, tranquilamente, respiraba y su pecho se inflaba al ritmo del aire correr por sus pulmones.
Opte por ponerme las enormes pantuflas de Crawford y bajar al living a ver televisión para mi propio entretenimiento. Sin hacer ruido, abrí la puerta, bajé al living y encendí las luces necesarias para poder iluminar mi camino. Abrí la nevera y saqué una botella de jugo, tomé un vaso limpio y vertí el jugo sobre este. Un ruido sobre-saltante me hizo prestar atención a las escaleras. Abrí un poco la puerta de la cocina para llevarme por delante a una persona. El vaso de cristal resbaló de mis manos para quedar hecho trisas sobre el suelo de la cocina.
-Oh lo siento mucho.-me dijo con una voz chillona.
TU: Descuida, está todo bien.-le dije y metí la botella de jugo dentro de la nevera.
-Te ayudo a limpiarlo.-se ofreció y luego buscó con la mirada algo- ¿De dónde saco un fregador?-preguntó acomodando su pijama celeste.
TU: No tengo la menor idea.-respondí sinceramente y ella hizo una sonrisa estúpida.
-¿En tu propia casa?-preguntó. Hice una mueca.- Oye, lo de hoy, no hablaba en serio cuando decía que estabas loca.
TU: Esta bien, Kendall, me comporté como una niña y no me tomé la molestia de preguntar quién eras antes de juzgarte.
K: ¿Pensaste que Crawford y yo...?-hizo una mueca.
TU: Fui una estúpida.-suspiré.
K: Estamos a mano.-sonrió.
-¿Qué hacen levantadas y haciendo ruido a estas horas?-preguntó una adormilada voz entrando en la cocina.
K: ¡Crawford!-sonrió su prima.- Nos encontramos aquí en la cocina y a ______ se le cayó el vaso, nada de qué preocuparse.-explicó brevemente la rubia a mi lado.
C: Okay.-se frotó los ojos.- Límpialo ______.-dijo casi en una orden.
TU: Lo haría si supiera donde están las cosas de limpieza.-le dije pasando una mano por mi cabello.
C: Donde está el control de luz.-me dijo. ¿Entendí? No.
TU: ¿Cómo voy a saber dónde está?-pregunté siendo obvia. Kendall rio.
C: Está donde fui ayer por la noche cuando se fue la luz.-dijo y dio media vuelta.- Por favor, déjenme dormir.-abrió la puerta para retirarse y coloqué una de mis manos sobre su hombro.
TU: Cuando te levantes, vas a explicarme lo de la habitación de huéspedes.-le dije. Me miró confusamente y segundos después rio.- Es enserio Crawford.-alcé mis cejas.
C: Como digas.-carcajeó y quitó mi mano de su hombro.- Hasta enseguida.-nos dijo a ambas y ambas, sonreímos.
K: ¿Qué ocurrió?-me preguntó con diversión.
TU: Nada en especial.-fingí una risa. Me sonrió.- Debo limpiar esto.-le informé.
K: Ha sido mi culpa, deja que lo limpie yo.-dijo apoyando una de sus manos sobre la mesada.
TU: No, no, eres la invitada y no voy a dejarte limpiarlo.
K: ¡Pero ha de ser mi culpa!-exclamó insistente.
TU: Enserio, Kendall, yo lo hago.-le dije. Asintió resignada y se sentó a observar mis movimientos.
Fui por un fregador para limpiar el jugo derramado en el suelo. Mientras yo fregaba, ella me contaba algunas de sus anécdotas de cuando era pequeña. Cuando acabé con la limpieza, dejé el fregadero en su lugar y me senté a su lado. Aprendí, que ella tiene veintiséis años, está de novia y por ahora no piensa en matrimonio. Y que es sobrina de Maite, la mamá de Crawford.
TU: ¿Es enserio?-pregunté riendo.
K: De verdad.-carcajeó.- Siempre se hacía pis encima cuando lo asustábamos con Nolan.
TU: Voy a molestarlo con eso.-reí.- Va a matarte si se entera que me has contado.
K: Lo sé, pero es divertido molestarlo. Se pone casi rojo como un tomate y luego grita hasta que se encierra, y por último, vuelve más tranquilo y pide perdón por el escándalo.-reímos juntas.
TU: ¿Quién es Nolan?-pregunté suavizando mis carcajadas.
K: Mi hermano.-respondió sonriente.- Crawford y él, parecían mejores amigos. De pequeños se llevaban tan bien que pasaban noches en carpa en casa de la abuela.-rio.
TU: Es tierno.-sonreí.- Crawford, ahora, es más...-moví mis manos nerviosamente.- ¿duro?-pregunté.
K: No lo sé.-alzó los hombros.- Hace más de un año que no lo veía.-añadió y respiró para seguir hablando.- De todas maneras, es un amor y siempre, pero siempre...-dijo en tonos divertidos.- intenta ocultar sus sentimientos mediante maltratos o cosas por el estilo.
TU: Oh, sí, me he dado cuenta.-sonreí.
Luego de hablar más de una hora con la chica que al principio parecía mi enemiga, tomamos el desayuno juntas y fuimos a ver televisión.
C: Buenos días.-dijo Crawford bajando las escaleras.
Ambas, en pijama, dimos la vuelta y le miramos. Kendall volteó su cabeza y me miró haciendo una cara, seguramente, se había acordado de las cosas que me había comentado por la madrugada. Ambas explotamos en risas haciendo que Alice intentara ocultar una risa mientras servía el desayuno de Crawford.
C: ¿Qué es tan gracioso?-preguntó mientras se sentaba en una silla.
K: Tu cara de bobo.-respondió Crawford riendo.
C: ¿Qué has dicho pequeña?-dijo divertido.
K: Que eres un bobo.-reiteró y dio la vuelta para toparse con la televisión encendido.